El texto de este folleto contiene citas de varios libros de Alice A. Bailey (con pequeñas adaptaciones en algunos casos). Aunque estos libros fueron escritos durante el período de 1919 a 1949, su presentación de la tradición de la sabiduría eterna acerca de la Jerarquía Espiritual como vínculo superior en la Gran Cadena del Ser, y activamente comprometida con la evolución espiritual de la humanidad, es tan significativa e importante hoy como lo ha sido siempre.
Muchos sienten que hay en el mundo un renovado espíritu religioso universal. Aun así, lo que a menudo falta entre los servidores inteligentes y orientados espiritualmente es un sentido de la realidad de ese grupo de Seres de los planos internos, los cuales son las fuerzas inteligentes de la naturaleza, que guían el proceso evolutivo. Para crear lo nuevo se requiere la cooperación activa de la creatividad, el ingenio, el amor y la voluntad humana. Sin embargo, la evolución avanza en consonancia con el Plan de Dios.
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La Jerarquía: El grupo de seres espirituales en los planos internos que constituyen las fuerzas inteligentes de la naturaleza y quienes controlan los procesos evolutivos.
Dirección Espiritual Inteligente
A través de los tiempos, las enseñanzas de la Sabiduría afirman la realidad de una dirección espiritual inteligente, una cadena del ser, subyacente a la evolución de la conciencia. El nombre dado a ese propósito guía varía en las diferentes tradiciones. Algunos hacen referencia a la Jerarquía Espiritual del planeta o la gran Logia Blanca.
Doy por sentado que mis lectores reconocen algo inteligente o espiritual que dirige a la humanidad. No me preocupa saber qué nombre le dan a ese Propósito directriz. Algunos lo llaman la Voluntad de Dios; otros, las tendencias inevitables del proceso evolutivo; aún otros pueden creer en las fuerzas espirituales del planeta; habrá quienes lo consideran como la Jerarquía Espiritual del planeta, o la gran Logia Blanca; muchos millones de personas hablan de la guía del Cristo y Sus discípulos. Sea lo que fuere, existe el reconocimiento universal de un Poder directriz que ejerce presión a través de las edades, lo cual parece hacer que todo, en última instancia, se encamine hacia el bien.
Alguna dirección definida ha conducido desde la etapa de la humanidad primitiva hasta ese punto evolutivo en que puede aparecer un Platón, un Shakespeare, un Da Vinci o un Beethoven. Algún poder ha evocado la capacidad humana para formular ideas, producir sistemas de teología, de ciencia y de gobierno. Algún poder motivador interno ha dado a la humanidad la capacidad de crear belleza y descubrir los secretos de la naturaleza. Y alguna comprensión de la responsabilidad divina subyace en la filantropía, en los sistemas educativos y en los movimientos hacia el bienestar en todo el mundo.
La Evolución Planetaria
Nuestra Jerarquía planetaria es parte de una Jerarquía superior que dirige la evolución del Sistema Solar.
La entera Jerarquía de seres espirituales representa una síntesis de fuerzas conscientemente dirigidas para llevar adelante la evolución planetaria. Estas fuerzas vinculan a esas grandes Personalidades que componen la Jerarquía, con la Jerarquía superior. Nuestra Jerarquía es una réplica en miniatura de la síntesis mayor de esas Entidades autoconscientes que se manifiestan a través del sol y de los siete planetas sagrados, y también de otros planetas mayores y menores que componen nuestro sistema solar.
El Resultado de la Realización Humana
La Jerarquía Espiritual es el resultado de la actividad, la aspiración y la realización humana; ha sido creada por la humanidad y desde la humanidad.
Esta Jerarquía está compuesta por Quienes han triunfado sobre la materia y han llegado a la meta por el mismo camino que siguen hoy los individuos. Estas personalidades espirituales, adeptos y Maestros, han luchado por obtener la victoria y la maestría en el plano físico, y se han enfrentado con los miasmas, brumas, peligros, dificultades, angustias y dolores de la vida diaria. Han hollado cada paso del sendero del sufrimiento, han pasado por todas las experiencias, han superado todas las dificultades y han triunfado. Ellos han experimentado la crucifixión del yo personal y han conocido la total renuncia a todo. En esto radica Su derecho a ser vir. Conocedores de la quintaesencia del dolor, Sus métodos pueden ser muy adecuados para responder a las necesidades individuales.
Estos Hermanos Mayores de la humanidad se caracterizan por un amor perdurable –que actúa siempre en bien del grupo–, y por un conocimiento adquirido en el transcurso de millares de vidas durante las cuales se abrieron camino desde lo más profundo hasta llegar a la cima de la evolución. También se caracterizan por una experiencia basada en el tiempo mismo y en una multiplicidad de reacciones e interacciones de la personalidad, por una valentía –resultado de esa experiencia–, que puede ponerse ahora al ser vicio de la humanidad, y por un propósito iluminado e inteligente, ajustado al propósito del Logos Planetario.
Los Maestros de Sabiduría
Los integrantes mayores de la Jerarquía son Maestros de Sabiduría.
Maestro de Sabiduría es aquel que ha vivido la quinta iniciación. Esto en realidad significa que la conciencia ha alcanzado tal expansión, que ahora incluye al quinto reino o reino espiritual, el reino de las almas. Habiéndose abierto camino a través de los cuatro reinos inferiores –el mineral, el vegetal, el animal y el humano–, el centro de la conciencia del Maestro, por medio de la meditación y el servicio, se ha expandido hasta incluir el plano del espíritu.
Esto significa que, a través de sucesivas encarnaciones, el Maestro ha trasmutado la mente inferior en la mente superior, que es pura y límpida, y ha trasmutado el deseo en intuición, irradiando su conciencia con la luz del Espíritu puro. La disciplina de la meditación es el único camino por el cual esto se puede realizar.
Los Maestros de Sabiduría deciden permanecer en nuestro planeta y limitarse a Sí Mismos en beneficio de quienes tratan de avanzar en la espiral de la evolución. Sirven al proceso evolutivo a través de la meditación, o la manipulación de la sustancia mental, y con su trabajo sobre los cuerpos mentales de la humanidad.
La Jerarquía trabaja sólo con la naturaleza espiritual o con el alma de la humanidad y, para el Maestro, la forma tiene relativamente poca importancia.
Custodios del Plan
La Jerarquía dirige los acontecimientos mundiales hasta donde lo permite el libre albedrío humano, de modo que la conciencia en evolución pueda expresarse a través de adecuadas formas sociales, políticas, religiosas y económicas.
La Jerarquía trabaja constantemente en la tarea de despertar el aspecto conciencia en todas las formas, a fin de que esta despierte, se expanda y sea empleada inteligentemente.
La Jerarquía dirige los eventos mundiales hasta donde lo permite la humanidad (porque el libre albedrío y la libre decisión de la humanidad no se pueden ignorar), a fin de que pueda desplegarse la conciencia en desarrollo, mediante el desenvolvimiento y la adecuación de interacciones sociales, políticas, religiosas y económicas a nivel mundial. Ellos imparten dirección, arrojan luz, impresionan a quienes están en contacto con Ellos y, por la afluencia de ideas y la revelación, influyen definidamente en la marea de los asuntos humanos.
Aunque muchos no lo saben, la Jerarquía dirige y controla las cíclicas culturas en desarrollo y sus resultantes civilizaciones, las cuales pueden proporcionar formas adecuadas, temporalmente útiles para la emergente alma de la humanidad. Las estructuras de las culturas y civilizaciones reciben especial atención.
Existe un Plan para la humanidad y este Plan ha existido siempre. Se ha manifestado a través de los desarrollos evolutivos de las épocas pasadas, así como también mediante ese impulso especial dado época tras época por los grandes intuitivos e instructores.
Los objetivos inmediatos del Plan se pueden describir así:
- Elevar el nivel de la conciencia humana, de manera que los hombres y mujeres reflexivos e inteligentes estén conscientemente en contacto con el mundo de las ideas y con el reino de la percepción intuitiva. Esto significa que serán orientados hacia la realidad.
- Esclarecer la situación internacional. Es necesario que cada nación se ocupe de sus propios asuntos, de embellecer la vida nacional mediante el orden, la estabilización y, sobre todo, la libertad, y que al mismo tiempo asuma su responsabilidad hacia las demás naciones y hacia la interrelación que existe en todos los aspectos de la vida de nuestro mundo. La adecuada provisión de alimentos, ropa y vivienda para todos los pueblos, producirá un cambio en la psicología mundial, la cual será constructiva y sana, e introducirá la tan deseada era de paz y abundancia.
- Intensificar la idea de formar grupos centrados en el bien grupal, la comprensión grupal, la interrelación grupal y la buena voluntad grupal. Estos son los cuatro ideales de ese grupo subjetivo que trabaja en el plano físico, denominado el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
Un Gran Ashrama con Siete Divisiones
La Jerarquía es un gran ashrama, el Ashrama del Señor del Mundo. Guiada por el Instructor Mundial, irradia luz, entendimiento y poder en servicio a la evolución. Este gran ashrama consta de siete divisiones,siete ashramas principales o centros de conciencia, cada uno de los cuales incluye ashramas subsidiarios, que se enfocan en aspectos específicos de la evolución humana mientras contribuyen al propósito de la totalidad.
Este Ashrama es una comunidad de almas impulsadas por el deseo de servir, impelidas por un impulso espontáneo de amar, iluminadas por una Luz pura, fusionadas y mezcladas con devoción en grupos de Mentes servidoras y energetizadas por una misma Vida. Sus Integrantes están organizados para desarrollar el Plan con el cual están en contacto consciente y con el que colaboran deliberadamente.
Aunque toda la Jerarquía planetaria tiene conocimiento del actual esfuerzo y participa en los proyectos del Concilio, no todos los integrantes jerárquicos se ocupan del problema de la humanidad en este momento de crisis. Hay muchas otras líneas de actividad y de impulso evolutivo que deben llevarse a cabo paralelamente con el actual esfuerzo. El trabajo relacionado con otros reinos de la naturaleza (subhumano y suprahumano) y el trabajo de preparación para el período que seguirá a la crisis actual debe continuar normalmente. El Gran Ashrama es igualmente magnético en su efecto, y por medio de su potencia magnética, las “unidades de vida y devoción”—los seres humanos—son llevados al Ashrama como discípulos en preparación para la iniciación.
Esta potencia magnética antes mencionada, esta voluntad dinámica, activa y energizante, es la que produce cohesión entre los diversos ashramas, y es una de las fuentes de la unidad jerárquica. Expresándolo en otras palabras, el ser vicio al Plan une coherentemente a los siete ashramas, con sus ashramas subsidiarios, en un Gran Ashrama. El Plan es la expresión del Propósito Divino o de la Voluntad de Dios, el Señor del Mundo.
La Jerarquía recibe ese esotérico “Fuego de Dios” que pone fin a ciclos, ideologías, organizaciones y civilizaciones, cuando llega el momento correcto y propicio para ello. Los servidores jerárquicos obran de esta manera para crear espacios para lo que es mejor y más adecuado, aquello que propicie el despertar de la consciencia y el surgimiento de la vida.
La Jerarquía prepara a los seres humanos para la iniciación:
- Recibiéndolos en los Ashramas de los Maestros.
- Ofreciendo a Sus discípulos la oportunidad de servir en relación con el Plan emergente.
- Inaugurando, por medio de los discípulos de la época, esas nuevas presentaciones del entrenamiento necesario para la iniciación. Cada ciclo mayor recibe nuevas formas de la misma enseñanza antigua, aunque básica.
El Cristo Retornará como el Instructor Mundial
El Cristo, el Maestro de Maestros e Instructor de Ángeles, es el Instructor Mundial. Se le conoce por otros nombres en otras religiones, entre ellos el Imam Mahdi, Maitreya y el Kalki Avatar. Él está en proceso de retornar.
El Cristo es el Instructor mundial y no un instructor cristiano. Él mismo dijo que tenía otros rebaños, para quienes Él representa lo mismo que para el cristiano ortodoxo. Quizás no lo denominan el Cristo, pero tal vez Lo conocen con otro nombre y Lo siguen en forma tan verdadera y fiel como lo hace la contraparte Occidental.
El Cristo que retornará no será igual al Cristo que (aparentemente) partió. Tampoco será un “varón de dolores”, ni una figura silenciosa y pensativa. Hará declaraciones espirituales que no necesitarán interpretación ni serán tergiversadas, porque Él estará presente para explicar el verdadero significado.
Durante dos mil años ha sido el Guía supremo de la Iglesia invisible, la Jerarquía Espiritual, compuesta por discípulos de todos los credos. Reconoce y ama a quienes no son cristianos, pero que mantienen su lealtad a los Fundadores de sus respectivas religiones, como Buda, Mahoma y otros. No le interesa cuál es su credo si el objetivo es el amor a Dios y a la humanidad. Si las personas esperan al Cristo que dejó a Sus discípulos hace siglos, no podrán reconocer al Cristo que está a punto de retornar. El Cristo no tiene barreras religiosas en Su conciencia, ni Le da importancia a la religión que profese un ser humano.
El Hijo de Dios está en camino y no viene solo. Su avanzada ya está aquí y el Plan que deben seguir ya está trazado claramente. Que el reconocimiento sea el objetivo.
La Exteriorización de la Jerarquía
La Jerarquía Espiritual está en proceso de exteriorizarse, de modo que, a su debido tiempo, los Maestros caminarán de nuevo sobre la Tierra, entre nosotros.
Estamos trabajando y viviendo en las etapas iniciales del período en que se realiza la preparación para que la Jerarquía surja. Este surgimiento en la actualidad ha tenido lugar exclusivamente en los niveles mentales, pero cuando la forma mental de existencia esotérica sea creada por la humanidad misma y la demanda invocadora logre suficiente intensidad, entonces el Gran Ashrama irá apareciendo lentamente en el plano físico.
Mientras tanto la Jerarquía se está orientando para establecer una relación más estrecha con la humanidad, y efectuando una reorganización interna que permita admitir a una gran cantidad de discípulos en el gran Ashrama.
Los Integrantes de la Jerarquía ya se están incorporando, uno tras otro, a la actividad externa en el plano físico. No se Les reconoce por lo que son, pero se encargan de implementar el Plan, demuestran buena voluntad, tratan de ampliar el horizonte de la humanidad y preparan así el camino para Aquél a Quien Ellos sirven, el Cristo, Maestro de Maestros e Instructor de ángeles y de hombres.
Servidores del Mundo
Los Maestros actúan a través de siete grandes grupos de pensadores y trabajadores en el mundo.
En preparación para la Reaparición del Cristo y la entrada a la Era de Acuario, con sus energías características y sus asombrosas oportunidades, los integrantes de la Jerarquía han estado formando y entrenando a esos grupos de trabajadores y pensadores los cuales, mediante sus actividades, han regido y moldeado en gran medida nuestro mundo durante los últimos tres o cuatro siglos. Estos grupos se clasifican generalmente en cuatro sectores principales: el cultural, el político, el religioso y el científico. En tiempos más modernos han aparecido en forma definida otros tres grupos: el filosófico, el psicológico y el financiero. Lógicamente, los filósofos han estado siempre con nosotros, pero la mayoría eran unidades aisladas que fundaron escuelas caracterizadas por el partidismo y la separatividad. En la actualidad no hay personajes sobresalientes como en el pasado, pero sí grupos que representan ciertas ideas. Es de gran importancia que el trabajo de estos siete grupos de pensadores sea reconocido como parte del programa jerárquico destinado a producir ciertas situaciones, a originar determinadas condiciones preparatorias y a desempeñar una parte definida en el trabajo de la evolución mundial, en lo que a la humanidad concierne.
Distinguir lo Real de lo Irreal
A medida que se presta mayor atención a la existencia de la Jerarquía se hace más importante distinguir la diferencia entre el reflejo astral de los Maestros y la realidad.
La realidad de la existencia de la Jerarquía espiritual y de los Maestros está captando la atención de un gran número de personas, incluso por quienes confunden el reflejo y la forma mental con la realidad.
¿Cómo puede evitar el místico este error y confusión? ¿Cómo se puede distinguir entre lo real y lo ilusorio? Las únicas pautas que puedo dar son tan sencillas que quizá a quienes están hoy abocados a difundir y enseñar aquello con lo que han hecho contacto astralmente, no les agradará seguirlas. La actitud mental que protegerá al místico del error y la ilusión astral es:
- Cultivar un espíritu de verdadera humildad. Existe una arrogancia espiritual que se escuda tras la máscara de la humildad, muy prevaleciente en la actualidad. Hace que las personas se consideren elegidas por la Jerarquía para salvar al mundo y las lleva a considerarse como voceros de los Maestros o del Cristo. Tienden a ser separatistas en sus actitudes hacia otros guías e instructores, negándose a reconocer los numerosos aspectos del trabajo uno y los innumerables métodos que la Mente de Dios ha creado para llegar hasta una amplia audiencia.
- Negarse a aceptar cualquier contacto o mensaje que involucre a la personalidad o que ubique en un lugar privilegiado al receptor, lo cual tiende a desarrollar un complejo mesiánico. Un real contacto establecido con la Jerarquía y el verdadero corolario de servicio, llevan en sí la convicción de que existen muchos servidores en el Servicio Uno, numerosos mensajeros que llevan el Mensaje Uno, infinidad de instructores de los variados aspectos de la Verdad Una y numerosos y distintos caminos de regreso al Corazón de Dios. Cuando esta revelación omniabarcante va acompañada del llamado a servir, entonces se desarrolla el espíritu de inclusividad y la persona puede tener la seguridad de que realmente se le exhorta a colaborar y estará convencida de la realidad de la visión.
- Liberarse del llamado emocional. El verdadero discípulo y místico siempre está polarizado mentalmente. La visión está libre de las reacciones engañosas del centro plexo solar. Esta visión despierta el centro cardíaco y evoca la respuesta de la energía de la personalidad (enfocada en el centro ajna) y oportunamente produce una “centralización en el lugar de la luz”. Esto indica una creciente actividad del centro coronario.
La Religión Mundial
La realidad de la Jerarquía Espiritual y la creciente capacidad de las personas para trabajar en colaboración con Sus Integrantes, será parte del nuevo espíritu religioso.
En la venidera religión mundial se proclamará la vida y no la muerte; se enseñará cómo se logra la realización del estado espiritual por medio de la vida espiritual, y la realidad de la existencia de quienes lo han logrado y trabajan con el Cristo para ayudar y salvar a la humanidad será la meta. Las verdades sobre las cuales se basará la futura enseñanza espiritual serán: la realidad de la existencia de la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta, la capacidad del género humano para ponerse en contacto con Sus Integrantes y trabajar en colaboración con Ellos, y la existencia de Aquellos que conocen la Voluntad de Dios y pueden trabajar inteligentemente con dicha Voluntad.
La realidad de la existencia de esta Jerarquía y de su Guía Supremo, el Cristo, es reconocida conscientemente por centenares de miles de personas, aunque los ortodoxos aún lo nieguen. Son tantos los que conocen esta verdad, y tantas las personas íntegras y dignas que colaboran conscientemente con los Integrantes de la Jerarquía, que carecen de importancia los antagonismos eclesiásticos y los comentarios despectivos de quienes poseen una mentalidad concreta. Las personas ya se están liberando de la autoridad doctrinaria y están entrando en la experiencia directa, personal y espiritual, bajo la autoridad directa que confiere el contacto con el Cristo y Sus discípulos, los Maestros.
Necesidad de un Trabajo Práctico
Los discípulos, aspirantes y todas las personas de intención espiritual comparten intuitivamente un sentido de responsabilidad para servir al Plan. Este no es el momento para sueños visionarios. Es un momento para Trabajar.
Será evidente que un gran movimiento espiritual está en camino, quizás el más grande de todos los tiempos. Se considera que la humanidad alcanzó un punto en la evolución en que mucho puede hacerse, porque las mentes humanas –por primera vez en escala mundial– son sensibles a la impresión espiritual. La oportunidad del momento es única, porque las mentes de todas partes se están volviendo superlativamente receptoras para el bien y para el mal. Hoy los hombres y mujeres están más regidos por el pensamiento reflexivo que, por el impulso ciego, así la línea de menor resistencia para la mayoría es el impulso egoísta. Siempre han existido pequeños grupos y raras almas que han demostrado la capacidad de responder a la impresión espiritual.
Las potencias totalitarias han comprendido y explotado siempre esta capacidad de los seres humanos para responder a la impresión, sea mala o sea buena. Inculcando a sus pueblos ciertas doctrinas, principios y creencias, pero ocultando la verdad o los hechos, e ignorando las realidades, logran que su pueblo las acepte, lo cual significa –para los iniciadores que ejercen control– un inmenso poder.
Otras naciones, las llamadas democráticas, se hallan en un estado de gran confusión, divididas en partidos políticos, religiosos y sociales. Prestan atención a las enseñanzas, los sueños y planes de quienes poseen una idea y que imperiosamente se abren paso hacia la conciencia pública, aunque no tengan una política verdadera o buena, pues están contaminados por el egoísmo (personal o nacional y a veces ambos) y exigen solucionar los asuntos materiales sin tener en cuenta las metas y valores espirituales reconocidos.
Afortunadamente tenemos un creciente grupo de personas en todos los continentes y naciones, que pertenecen a todas las creencias, o que no tienen ninguna, pero son conscientes de este naciente movimiento espiritual que une a la humanidad y a la Jerarquía. Ello se debe a que reaccionan a la esperanza espiritual, a la expectativa y a la creencia curiosamente difundida de que es posible y está a mano la intervención divina. A medida que se desarrolla el impulso de esta actividad espiritual, de igual manera se desarrollará la capacidad de respuesta entre las personas, y si reaccionan como se espera, las masas de todas partes se unirán lentamente a fin de establecer las condiciones necesarias para la reaparición del Príncipe de la Paz. El número de estas personas semiiluminadas va creciendo rápidamente y su desesperación apresura su capacidad de respuesta a la ayuda desde lo alto. Y, a su debido tiempo, su número será tan grande, que ni el totalitarismo ni la democracia caótica podrán resistirse.
No les presento un sueño místico o visionario. Involucra habilidad financiera en el plano físico, sentido común práctico y el cese de la constante presentación de un bello futuro en un mitológico cielo de ociosidad e inutilidad. La llegada del Reino de Dios, la preparación para el retorno de Cristo y la salvación de la humanidad exigen valor, organización, sentido comercial, psicología y persistencia. Se requieren trabajadores entrenados, mucho dinero, programas cuidadosamente considerados y con una visión de largo alcance, además de procedimientos modernos sensatos. A esto están llamados actualmente todos los que poseen verdadera visión y amor por la humanidad; significa difundir la buena voluntad inteligentemente cultivada y fomentar esas condiciones, actitudes y puntos de vista que traerán inevitablemente rectas relaciones humanas.
Un Punto de Equilibrio
El trabajo consiste en crear en el mundo un punto de equilibrio entre aquellos que apoyan la separatividad y el materialismo y quienes apoyan la libertad del alma humana.
Les pediría que presten cuidadosa atención sobre un asunto muy importante. En el momento en que se logre un punto de equilibrio e igualdad –en fuerza, posición e influencia– entre quienes apoyan la separatividad, el materialismo, el totalitarismo o cualquier régimen impuesto (y por consiguiente una unión maligna) y quienes apoyan la libertad del alma humana, los derechos del hombre, la hermandad y las rectas relaciones humanas, entonces se abrirán las puertas de la Jerarquía (hablando simbólicamente) y el Cristo vendrá con Sus discípulos. Este equilibrio debe alcanzarse en los niveles mentales y deben lograrlo quienes pueden pensar y ejercer influencia, en cuyas manos recae la responsabilidad de lo que pueden saber y creer las masas humanas que están por debajo del nivel mental.
