Libertad a través de la Comunidad

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Estimado/a colaborador/a,

Aunque hoy más que nunca nos encontramos en el período más organizado e interconectado de la historia humana, hay una sensación de soledad colectiva en el corazón de la humanidad. Las nuevas redes de servicios y herramientas de comunicación de esta era digital están teniendo un gran impacto en los patrones de comportamiento, en las relaciones y en los conceptos de identidad. Y si bien tienen el potencial de facilitar nuevas libertades y una mayor integración humana, también guardan el peligro de que se creen nuevas adicciones y compulsiones. El “mundo en línea” es un medio maravilloso para fomentar la evolución social, pero también puede erosionar el sentido tradicional de las relaciones comunitarias y los valores sociales.

Como consecuencia de todo esto, la necesidad humana central de un sentido de “pertenencia” e identidad social está en un terreno movedizo, y esto se ve agravado por otra característica de la era digital: la tendencia hacia las formas tecnocráticas de gobierno que dependen de los altamente educados.

Este tipo de meritocracia tiene su lado negativo, como lo señala el filósofo político Michael J. Sandel en su libro La tiranía del mérito:

“Tener personas bien educadas dirigiendo en el gobierno generalmente es deseable, siempre que posean un buen juicio y una comprensión compasiva de la vida de los trabajadores, lo que Aristóteles llamó sabiduría práctica y virtud cívica. Pero la historia muestra poca conexión entre las prestigiosas credenciales académicas y la sabiduría práctica o un instinto para el bien común en el aquí y el ahora. ...” 1

En otra parte del mismo libro escribe:

“Nuestra versión tecnocrática de la meritocracia corta el vínculo entre el mérito y el juicio moral. En el campo de la economía, simplemente asume que el bien común está definido por el PIB [producto interno bruto] y que el valor de las contribuciones de las personas consiste en el valor del mercado de los bienes o servicios que venden. En el ámbito del gobierno, asume que el mérito significa experticia tecnocrática. Esto se puede ver en el creciente papel de los economistas como asesores de la política, la creciente dependencia de los mecanismos del mercado para definir y lograr el bien público, y el f racaso del discurso público para abordar las grandes cuestiones morales y cívicas que deberían estar en el centro del debate político: ¿Qué debemos hacer ante el aumento de la desigualdad? ¿Cuál es el significado moral de las f ronteras nacionales? ¿Con qué se contribuye a la dignidad del trabajo? ¿Qué nos debemos unos a otros como ciudadanos? Esta forma moralmente prejuiciada de concebir el mérito y el bien público ha debilitado a las sociedades democráticas.” 2

A medida que surgen nuevas y diversas ramas de la sociología para estudiar todos estos cambios en el comportamiento político, en las relaciones sociales y en los conceptos del yo, es valioso observar que ‘sociología’ significa literalmente “el estudio del compañerismo”. Se deriva de la palabra latina socius, que significa ‘compañero’, y de la palabra griega Logos, que significa ‘palabra’ o ‘conocimiento’. Entonces podríamos llamar a la dimensión esotérica de la sociología La PALABRA de Compañía, un estudio del sonido divino y creador tal como se está desarrollando en los grupos sociales de todo el mundo. Dejando que nuestra imaginación se eleve, ¿cómo se experimentaría la Palabra de Compañía resonando en todo el campo de las relaciones humanas, infundiéndoles significado? ¿Cómo podría ser la estructura social del planeta Tierra si las personas en todas partes estuvieran simplemente abiertas a la idea de un Plan Divino, a la sensación de que la evolución está siendo impulsada por un propósito majestuoso, y que las cualidades en desarrollo de cada unidad de vida, sin importar cuán pequeña y aparentemente insignificante sea, son necesarias para cumplirlo?

Con este fin, desplegar un sentido de plan y propósito divino en la conciencia social es seguramente una de las necesidades más apremiantes de nuestro tiempo. Tal inyección de significado podría revolucionar el pensamiento y las interacciones humanas, fortaleciendo el puente unido de conciencia que la humanidad está construyendo hacia los mundos sutiles. Los escritos de Alice Bailey se refieren a este proceso de construcción del puente como la ‘Ciencia de la Evolución Social’, prediciendo que, en el futuro, se convertirá en parte de una gran Ciencia de Invocación y Evocación que se basará en el poder magnético y organizador del sonido. Los comienzos de esta ciencia pueden ser practicados por cualquier persona que emplee la Gran Invocación con regularidad. La enunciación consciente y llena de propósito de este mantram en relación con el esquema de meditación, Fortaleciendo las manos del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, envía electrizantes potencias a través de los éteres planetarios para amplificar y magnetizar el sonido espiritual que se está elevando desde todos los individuos y grupos cuyas actividades están en resonancia musical con el Plan Divino.

El ‘poder magnético del sonido’ se puede sentir detrás del trabajo de muchos servidores intuitivos hoy en día. Sin embargo, como bien saben los estudiantes de las ciencias esotéricas, la conciencia humana no puede saltar repentinamente a un estado sublime de ‘ identificación con el todo’. Tiene que ser alimentada constantemente a través de la educación y de una participación activa en las esferas sociales entrelazadas que conforman ese todo mayor. Raghuram Rajan, quien fue economista jefe del Fondo Monetario Internacional, y exgobernador del Banco de la Reserva de la India denominó ‘localismo inclusivo’ a este espíritu de acercamiento.

En su libro The Third Pillar: How Markets and the State leave the Community Behind (El tercer pilar: cómo los mercados y el Estado dejan atrás a la comunidad), él escribe:

En el fondo, la gran mayoría de nosotros reconocemos lo humano en los demás. Sin embargo, necesitamos acercarnos lo suficiente para hacer eso, y con demasiada frecuencia etiquetamos a distancia. La comprensión y la tolerancia de otras culturas no es una debilidad, ni es un signo de patriotismo inadecuado, ni es una indicación de que somos desarraigados ‘ciudadanos de ninguna parte’. En realidad, refleja nuestra preparación para el mundo del mañana, donde nos mezclaremos cada vez más como pueblos, incluso mientras estudiamos, valoramos y preservamos nuestro patrimonio cultural colectivo. El mundo aún no ha llegado allí. Por lo tanto, necesitamos dar pasos más pequeños y fáciles, donde haya espacio para todos a medida que desarrollamos una mejor comprensión mutua. El fortalecimiento de las próximas comunidades [vecindarios] no solo permitirá que exista una diversidad de puntos de vista, incluidos los más tribales y los más cosmopolitas. También nos permitirá preservar la interacción social directa, que bien puede ser donde más se encuentren los empleos del futuro, ya que la automatización agota los empleos en sectores que producen bienes y servicios comerciales.” 4

Existe una creciente comprensión de que la humanidad tiene que redescubrir el espíritu de comunidad en este mundo que cambia rápidamente, poblado por máquinas cada vez más inteligentes y por formas tecnocráticas de gobierno. En nuestro seminario en línea de Buena Voluntad Mundial: Imaginación y Regeneración Social, el 6 de noviembre, en Ginebra, Londres y Nueva York, estaremos deliberando más sobre este tema. La humanidad tiene que reimaginar el principio de la libertad y redescubrirlo colectivamente en el espíritu de comunidad en todos los niveles del esfuerzo humano y sus relaciones. Esto es necesario para alinear a la humanidad con un gran principio cósmico que se encuentra detrás de todo el proceso evolutivo en la Tierra. Opera en todos los reinos de la naturaleza y ‘sustenta’ o subyace debajo o detrás de todo progreso.

Los escritos de Alice Bailey se refieren a esta energía como la Ley o Principio de Liberación. Se describe de diversas maneras como “una energía leudora que puede impregnar la sustancia de una manera única”, y una “influencia ‘ejercida misteriosamente’” que produce un “tirón hacia afuera” de la forma. Paradójicamente, si bien esta gran Ley trae consigo la liberación, también impone ciertas restricciones, y estas aparentemente han llevado a que la Vida informante de nuestro planeta, el Señor del Mundo, sea conocido como el ‘Gran Sacrificio’. Bajo el control de esta ley, “Él creó nuestra vida planetaria y todo lo que hay dentro y sobre ella, a fin de aprender a manejar esta ley con total conocimiento y con plena conciencia, aunque al mismo tiempo liberar las incontables formas de Su creación”. 5

A nivel humano, el camino hacia la libertad en un contexto social implica un sacrificio constante de la mentalidad individualista a la de la conciencia grupal. Esto refleja el espíritu de la gran ley bajo la cual funciona la Vida que informa a nuestro planeta, y el sacrificio creador que hizo para ‘liberar a las incontables formas de Su creación’. La comprensión de la humanidad sobre la libertad está evolucionando lentamente, pero en forma segura, y es alentadora la solidaridad que se ha evidenciado en grandes franjas de la población mundial a lo largo de la pandemia. Los conceptos insulares sobre la libertad han sido desafiados, y su sacrificio por el bien mayor de la sociedad ha sido una de las lecciones de este período.

Los trabajadores esotéricos del mundo se suman a esta comprensión grupal en evolución con mentes y corazones encendidos con luz y amor. A través de nuestros hábiles esfuerzos en las meditaciones de servicio y en la enunciación de la Gran Invocación, podemos ayudar a que la Palabra de Compañerismo resuene en toda la esfera de la actividad humana, disipando los velos del espejismo y de la ilusión con el mensaje inspirador de libertad a través de la comunidad.

En el compañerismo del Trabajo Uno,

Christine Morgan
Presidenta
LUCIS TRUST

 

1. Michael J. Sandel, The Tyranny of Merit (La tiranía del mérito), p.90
2. Ídem, p.28
3. https://en.wikipedia.org/wiki/Sociology#Etymology
4. Raghuram Rajan, The Third Pillar: How Markets and the State leave the Community Behind  (El tercer pilar: Cómo los mercados y el Estado dejan atrás a las comunidades), p.391
5. Alice A. Bailey, TLos Rayos y las Iniciaciones, p.417 ed. inglesa

La Correcta Orientación del Reino Humano
de

Alice A. Bailey
 

La forma de la humanidad ya se ha completado. El objetivo de la Jerarquía es ubicarla correctamente dentro de la matriz de la materia, con sus consiguientes implicaciones. Observen estas palabras. La necesidad en esta época es muy grande, pues el alma de toda la humanidad está en proceso de nacer. Hablando cósmicamente, si se lograra ahora la correcta orientación de las fuerzas del reino humano, la humanidad manifestaría en la tierra un propósito, una belleza y una forma, expresiones plenas de una realidad interna espiritual, en concordancia con el propósito egoico [del alma]. Se presiente que surgirán otras eventualidades, y por desgracia pueden acontecer, pero no las consideraremos porque los… observadores [la Jerarquía Espiritual] esperan y creen que los seres humanos trascenderán todas las eventualidades indeseables y alcanzarán la meta. Diré una palabra y haré una insinuación. La Jerarquía del planeta constituye simbólicamente el centro coronario de la humanidad, y sus fuerzas constituyen las fuerzas del cerebro. En el plano físico, existe un gran grupo de aspirantes, discípulos probacionistas y discípulos aceptados, que tratan de responder al “centro coronario”, algunos conscientemente y otros inconscientemente. Son extraídos de todos los campos de expresión, pero en una forma u otra todos son creadores. Constituyen a su vez lo que se podría denominar simbólicamente la “glándula pineal” de la humanidad. Así como en el individuo esta se encuentra generalmente inactiva y dormida, de la misma manera, en la humanidad este grupo de células en el cerebro del cuerpo colectivo está aletargado, pero sensible a las vibraciones del centro coronario: la Jerarquía. Algunas de las células están despiertas, y deben intensificar su esfuerzo para despertar a otras.

Los precursores de la familia humana, los científicos, los pensadores y los artistas, constituyen el cuerpo pituitario. Expresan la mente concreta, pero carecen de esa percepción intuitiva e idealismo, que los ubicaría (hablando en forma simbólica) en la glándula pineal; no obstante, son inteligentes, expresivos e investigadores. El objetivo de la Jerarquía (hablando también simbólicamente) es hacer tan potente la glándula pineal y por consiguiente ejercer tanta atracción, que las vidas celulares del cuerpo pituitario puedan ser estimuladas para lograr una estrecha interacción. Esto traerá como resultado una acción tan poderosa que hará afluir una corriente de nuevas células a la glándula pineal y al mismo tiempo se producirá una reacción tan fuerte que afectará a todo el cuerpo, trayendo como resultado la ascensión de numerosas vidas estimuladas, que ocuparán el lugar de aquellas que hallaron su camino hacia el centro del esfuerzo jerárquico.

Las “aguas del espacio”, donde tiene lugar esta reorientación y reversión de tendencias, están en violenta agitación. El torbellino de deseos contradictorios en que se encuentran sumergidos los seres humanos es hoy caótico y tan poderoso que las aguas están agitadas hasta sus mismas profundidades. Los estudiantes de la historia moderna y del orden social, enfrentan una situación sin precedentes, la cual corresponde, en el cuerpo colectivo de la humanidad, a los trastornos en la vida del aspirante, que preceden siempre la entrada en el Sendero del Discipulado. Por lo tanto, no hay razón para sentir depresión o indebida ansiedad, sino sólo un ardiente deseo de que la transición pueda efectuarse a su tiempo, en debido orden y sin demasiada rapidez –lo cual sería destructivo para los correctos vínculos y asociaciones– ni tan prolongada que vaya más allá de la tensión que puede soportar la urdimbre de la humanidad, que ha sido sometida a excesivas pruebas. Las nuevas manifestaciones, en todos los reinos y épocas, deben venir a la existencia lentamente y sin peligro. Las nuevas formas, si finalmente han de soportar el peso y tomar el impulso necesario que las conduzca a través de su ciclo de vida, deben ser construidas en silenciosa subjetividad, para que la construcción sea fuerte y sólida, y el contacto interno con el creador (humano o divino) y la fiel adaptación al canon, puedan ser sustanciales e inquebrantables. Esto es verdad respecto a un universo, un reino de la naturaleza o una forma mental creada por un pensador humano.

Adaptado de Alice A. Bailey, Tratado sobre Magia Blanca, págs. 276-78 ed. inglesa. Estos extractos que fueron escritos en los años 1928-1933, antes de la Segunda Guerra Mundial, parecen particularmente adecuados para los temas de libertad y comunidad en nuestro tiempo. Incluyen referencias a la tradición de la filosofía eterna de la Jerarquía Espiritual como un vínculo principal en la Gran Cadena del Ser: el grupo de seres espirituales en los planos internos que, como fuerzas inteligentes de la naturaleza, participan activamente en la evolución espiritual de la humanidad. Se puede solicitar o descargar un folleto gratuito de Alice Bailey acerca de la Jerarquía Espiritual en: www.lucistrust.org/es/world_goodwill/world_goodwill_homepage/the_spiritual_hierarchy_b

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