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EL PRESENTE Y EL FUTURO - Parte 3

Por lo tanto, el trabajo sobre el cuerpo etérico, desde el punto de vista de la Jerarquía, no está limitado solo a los cuerpos de los seres humanos. Es un proceso planetario. El cuerpo etérico de [i373] la tierra misma está sujeto a un estímulo definido. El espíritu de la tierra, esa misteriosa entidad -no el Logos planetario- se está vivificando en un nuevo sentido, y su vivificación traerá numerosos desenvolvimientos interesantes. Se trata de hacerlo de tres maneras:

1. Por el aumento de la velocidad de vibración de los átomos etéricos, causada por la entrada del rayo ceremonial. No hay que imaginarlo como un cambio súbito y violento. Desde el punto de vista humano del estudiante, el aumento de la vibración es aparentemente tan lento y gradual, que es casi imperceptible. Sin embargo, el estímulo existe y será reconocido en el transcurso de los siglos.

2. Por la actuación de ciertas fuerzas astrales sobre el cuerpo etérico, que conduce a cambios lentos pero definidos en la estructura interna del átomo, a la penetración en la consciencia de otras de las espirillas y a un ajuste general de todo el cosmos del átomo.

3. Por el empleo, de parte del Mahachohan en los planos internos, de uno de los poderosos talismanes del séptimo rayo.

Evidentemente, el despertar del espíritu de la Tierra es lento y gradual. Está en el arco involutivo y pasará al evolutivo en un futuro confuso y remoto. Por lo tanto, no nos arrastrará consigo. Ahora solo sirve a nuestro propósito, ofreciéndonos un hogar dentro de su cuerpo, pero permaneciendo, no obstante, disociado de nosotros. Los devas de los éteres, por razón de este mismo estímulo, están en consecuencia apresurando su avance en la evolución y aproximándose también más a su ideal.

En todo lo que he dicho, respecto al cuerpo etérico de los humanos, al planeta y al espíritu de la Tierra, el nudo de toda la cuestión reside en que los cinco rayos tienen actualmente al séptimo como rayo predominante. El séptimo rayo controla al etérico y a los devas de los éteres. Controla también al séptimo subplano de todos los planos, pero en esta época predomina en el séptimo subplano del plano físico. Como estamos también en la cuarta [i374] ronda, cuando un rayo entra en determinada encarnación, no solo controla en los correspondientes planos del mismo número, sino que tiene especial influencia en el cuarto subplano. Observen su actual desarrollo en los tres mundos:

1. El cuarto éter, el más inferior de los éteres, será el próximo plano físico de consciencia. La materia etérica ya se está haciendo visible para algunos y lo será más completamente para la mayoría al final de este siglo.

2. El cuarto subplano del astral contiene a la mayoría de las personas cuando desencarnan y, por consiguiente, mucho trabajo puede ser realizado sobre el mayor número.

3. El cuarto subplano mental es el plano del devachán.