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LIBRO II - LOS PASOS HACIA LA UNION - Parte 1

LIBRO II.
Los Pasos Hacia La Unión.
a.  Los cinco obstáculos y su eliminación.
b.  Definición de los ocho métodos.
     Tema: Los métodos de realización.

[i115] LOS AFORISMOS DEL YOGA DE PATANJALI
LIBRO SEGUNDO

LOS PASOS HACIA LA UNION

1. El yoga de acción, que conduce a la unión con el alma, es aspiración ardiente, lectura espiritual y devoción a Ishvara.
2. La finalidad de aspiración ardiente, lectura espiritual y devoción a Ishvara, consiste en obtener la visión del alma y en eliminar los obstáculos.
3. Los obstáculos que traen dificultad son: avidya (ignorancia), el sentido de lo personal, deseo, odio y apego.
4. Avidya (ignorancia) es la causa de las demás obstrucciones, ya sean latentes, en proceso de eliminación, de superación o en plena actividad.
5. Avidya es la condición en que se confunde lo permanente, puro, bienaventurado y el yo, con lo transitorio, impuro, doloroso y el no-yo.
6. El sentido de lo personal se debe a que el conocedor se identifica con el instrumento del conocimiento.
7. El deseo es apego a los objetos de placer.
8. El odio es aversión a cualquier objeto de los sentidos.
9. El apego es intenso deseo por la existencia sensoria, inherente a toda forma; es la propia perpetuación y es conocido hasta por los más sabios.
10. Cuando estos cinco obstáculos son sutilmente conocidos, pueden ser superados mediante la actitud mental opuesta.
11. Las actividades de los obstáculos deben cesar por el proceso de la meditación.
12. El karma tiene sus raíces en estos cinco obstáculos y debe fructificar en esta vida o en una posterior. [i116]
13. Mientras existan las raíces (o samskaras), fructificarán como nacimiento, vida y experiencias, y su resultado será placer o dolor.
14. Las simientes (o samskaras) traen placer y dolor, si sus causas originantes fueron el bien o el mal.
15. El hombre iluminado considera que toda existencia (en los tres mundos) es dolor, debido a las actividades de los gunas. Estas actividades son tres, produciendo consecuencias, ansiedades e impresiones sublimadas.
16. El dolor puede ser evitado antes de producirse.
17. La ilusión de que el Perceptor y lo percibido son una y la misma cosa, es la causa (de los efectos que producen dolor) que debe evitarse.
18. Lo que se percibe tiene tres cualidades: sattva, rajas y tamas (ritmo, movimiento e inercia), y está compuesto de elementos y órganos sensorios. Su empleo produce experiencia y eventualmente liberación.
19. La división de los gunas (o cualidades de la materia) son cuatro: lo específico, lo no específico, lo insinuado y lo intocable.
20. El vidente es conocimiento puro (gnosis). Aunque puro, observa la idea presentada, valiéndose de la mente.
21. Todo lo que es, existe para bien del alma.
22. Para el hombre que ha alcanzado la yoga (unión), ya no existe el universo objetivo. No obstante, sigue existiendo para quienes aún no se han liberado.
23. La asociación del alma con la mente y con todo cuanto la mente percibe, produce la comprensión de la naturaleza de lo percibido y también la del Perceptor.
24. La causa de esta asociación es ignorancia o avidya, y esto debe superarse.
25. Cuando la ignorancia llega a su término, debido a la no asociación con las cosas percibidas, se obtiene la gran liberación.
26. El estado de esclavitud se supera manteniendo una perfecta discriminación. [i117]
27. El conocimiento (o iluminación) alcanzado es séptuple y se obtiene progresivamente.
28. Cuando los métodos del yoga han sido practicados con constancia y se ha vencido la impureza, tiene lugar el esclarecimiento, que conduce a la plena iluminación.
29. Los ocho métodos de yoga son: los mandamientos o yama, las reglas o nijama, la postura o asana, correcto control de la fuerza vital o pranayama, abstracción o pratyahara, atención o dharana, meditación o dhyana y contemplación o samadhi.
30. lnofensividad, veracidad, no hurtar, continencia, no ser avaro, constituyen yama o los cinco mandamientos.
31. Yama constituye el deber universal, sin tener en cuenta raza, lugar, tiempo o emergencia.
32. La purificación interna y externa, gozo, ardiente aspiración, lectura espiritual y devoción a Ishvara, constituyen nijama (o las cinco reglas).
33. Cuando se tienen pensamientos contrarios a la yoga, deben cultivarse los opuestos.
34. Los pensamientos contrarios al yoga son: ofensividad, falsedad, hurto, incontinencia y avaricia, ya sean cometidos personalmente, obligando a otros a cometerlos o aprobarlos, o surgidos de la avaricia, la ira o el engaño (ignorancia), y pueden ser veniales, capitales o mortales. Dan siempre por resultado excesivo dolor e ignorancia. Por esta razón deben cultivarse los pensamientos opuestos.
35. Frente a quien ha perfeccionado la inofensividad, cesa toda enemistad.
36. Quien se perfecciona en ser veraz, observa inmediatamente la eficacia de sus palabras y actos.
37. Cuando la abstención de hurtar es perfecta, el yogui puede tener cuanto desea.
38. Cuando se practica la continencia, se adquiere energía.
39. Cuando la abstención de la avaricia es perfecta, se llega a la comprensión de la ley de renacimiento. [i118]
40. La purificación interna y externa produce aversión a la forma, tanto a la propia como a las demás formas.
41. Por la purificación llega también la quietud del espíritu, la concentración, el dominio de los órganos y la capacidad de ver al yo.
42. El gozo trae por resultado la bienaventuranza.
43. Por la ardiente aspiración y la eliminación de toda impureza, se perfeccionan los poderes del cuerpo y de los sentidos.
44. La lectura espiritual trae como resultado el contacto con el alma o el divino Uno.
45. Por la devoción a Ishvara se alcanza la meta de la meditación o samadhi.
46. La postura adoptada debe ser estable y cómoda.
47. La estabilidad y la comodidad de la postura se deben lograr mediante un ligero y persistente esfuerzo y la concentración de la mente en lo infinito.
48. Cuando se ha realizado esto, los pares de opuesto ya no limitan.
49. Cuando se ha adoptado la correcta postura (asana), le sigue el correcto control del prana y la adecuada inhalación y exhalación del aliento.
50. El correcto control del prana (o de las corrientes de vida) es externo, interno o inmóvil; está sujeto a lugar, tiempo y número, siendo también prolongado o breve.
51. Hay una cuarta etapa que trasciende a las que conciernen a las fases interna y externa.
52. A través de esto, lo que oscurece la luz va desapareciendo gradualmente.
53. Y la mente está preparada para la meditación concentrada.
54. Abstracción (o pratyahara), es la subyugación de los sentidos por el principio pensante, y su abstracción de lo que hasta ahora ha sido su objetivo.
55. Como resultado de estos métodos se obtiene la total subyugación de los órganos sensorios.



[i119] LOS AFORISMOS DEL YOGA DE PATANJALI
LIBRO SEGUNDO
LOS PASOS HACIA LA UNION

1. La yoga de acción, que conduce a la unión con el alma, es aspiración ardiente, lectura espiritual y devoción a Ishvara.

Tengamos presente que comenzaremos el Libro Segundo, donde se delinea la parte práctica del trabajo, que proporciona las reglas a seguir, si el aspirante quiere alcanzar la meta, e indica los métodos que traerán el conocimiento de la conciencia espiritual. En el Libro Primero se trató el objetivo. Al finalizar el Libro Primero el aspirante lógicamente exclama: Cuán bueno y deseable es, pero ¿cómo se logra, qué debo hacer, dónde comenzaré?

Patanjali empieza por el principio, y en el Libro Segundo indica:

1. Los requisitos básicos de la personalidad.
2. Los obstáculos que pueden ser observados por el discípulo decidido.
3. Los ocho "métodos de yoga" o los ocho tipos de actividad, que traerán los resultados necesarios. [i120]

La misma sencillez de este delineamiento hace que tenga un valor extremadamente grande; no hay confusión ni disertaciones complejas sino una exposición clara y simple de los requisitos.

Sería conveniente tratar aquí las distintas yogas, a fin de dar al estudiante un claro concepto respecto a sus diferencias y cultivar así la discriminación. Tres son las principales yogas, las demás forman parte de uno de estos grupos:

1.   Raja Yoga .........................  la yoga de la mente o de la voluntad.

2.   Bhakti Yoga .....................   la yoga del corazón o del devoto.

3.   Karma Yoga .....................   la yoga de la acción.

Raja Yoga se destaca por sí misma, y de todos los yogas es la soberana; es el resumen de las demás, la culminación y lo que completa la tarea de desenvolvimiento del reino humano. Es la ciencia de la mente y la voluntad plena de propósito, y somete la envoltura superior del hombre en los tres mundos, al Regidor interno. Esta ciencia coordina al triple hombre inferior, obligándolo a adoptar la posición de que sólo es el vehículo para el alma o Dios interno. Incluye las demás yogas, y se beneficia de sus realizaciones. Sintetiza el trabajo de la evolución y corona al hombre como rey.

Bhakti Yoga es el yoga del corazón; consiste en someter todos los sentimientos, [i121] deseos y emociones al bienamado, visto y conocido en el corazón. Es la sublimación de todos los amores inferiores y el sometimiento de todos los anhelos y deseos, por el único anhelo de conocer el Dios del amor y el amor de Dios.

Bhakti Yoga fue la "soberana" ciencia de la última raza raíz, la atlante, así como Raja Yoga es la gran ciencia de nuestra civilización aria. Bhakti Yoga hacía de cada exponente un arhat o lo conducía a la cuarta iniciación; Raja Yoga los convierte en adeptos y los lleva al portal de la quinta iniciación. Ambas conducen a la liberación, porque los arhats se liberan del ciclo de renacimiento, pero el Raja Yoga les otorga la libertad para prestar un total servicio y trabajar como Magos Blancos. Bhakti Yoga es la yoga del corazón y del cuerpo astral.

Karma Yoga tiene una relación específica con la actividad del plano físico y con la transformación de los impulsos internos en manifestación objetiva. En su forma más antigua y simple fue la yoga de la tercera raza raíz, lemuriana, y sus dos expresiones más conocidas son,

a. hatha yoga y
b. laya yoga.

Una tiene que ver específicamente con el cuerpo físico, su actuación consciente (no subconsciente ni automática), y las diversas prácticas que dan al hombre dominio sobre los diferentes órganos y el entero mecanismo del cuerpo físico. La otra tiene que ver con el cuerpo etérico, con los centros de fuerza o chakras de ese [i122] cuerpo, con la distribución de corrientes de fuerza y con el despertar del fuego serpentino.

Si dividimos el torso humano en tres secciones, podemos establecer que:

1.   Karma Yoga dio por resultado el despertar de los cuatro centros situados abajo del diafragma.
2.   Bhakti Yoga dio por resultado su transmutación y transferencia a los dos centros ubicados arriba del diafragma, el cardíaco y el laríngeo, en el torso.
3.   Raja Yoga sintetiza todas las fuerzas del cuerpo en la cabeza, y desde allí las distribuye y controla.

Raja Yoga, de la cual Patanjali se ocupa principalmente, incluye los efectos de las otras. Sólo es posible su práctica después de haber sido aplicadas las demás, aunque no precisamente en esta vida. La evolución ha permitido que todos los hijos de los hombres (preparados para ser chelas o discípulos) pasen a través de las distintas razas, y en la raza lemuria (o en la cadena precedente o ciclo mayor) todos fueron yoguis de Hatha y Laya Yoga. Esto dio por resultado el desarrollo y control del doble cuerpo físico: el denso y el etérico.

Al pasar por la raza atlante se desarrolló el cuerpo astral o de deseos. La flor de esa raza fueron los verdaderos hijos y devotos de Bhakti Yoga. Ahora, en la raza actual, el más elevado de los tres cuerpos debe ser llevado a su pleno desarrollo, y Raja Yoga está destinado hacerlo, siendo ésta la finalidad del trabajo de Patanjali. La raza aria [i123] contribuirá a la economía general con este más pleno desenvolvimiento, y todos los miembros de la familia humana (a excepción de un porcentaje que vino demasiado tarde para alcanzar el pleno florecimiento del alma) se manifestarán como hijos de Dios, con poderes divinos desarrollados y utilizados conscientemente en el plano y cuerpo físicos. Según Patanjali tres cosas efectuarán esto, conjuntamente con la práctica de ciertos métodos y reglas, y son:

1. Ardiente aspiración, la dominación del hombre físico de manera que cada átomo de su cuerpo arda en esfuerzo y fervor.

2. Lectura espiritual, se refiere a la capacidad del cuerpo mental para ver detrás del símbolo, o hacer contacto con lo subjetivo detrás del objeto.

3. Devoción a Ishvara, se relaciona con el cuerpo astral o emocional, la entrega del corazón en amor a Dios –Dios en su propio corazón, Dios en el corazón de su hermano y Dios visto en todas las formas.

Aspiración ardiente es la sublimación del Karma Yoga. Devoción a Ishvara es la sublimación del Bhakti Yoga, mientras que la lectura espiritual es el primer paso hacia el Raja Yoga.

"Devoción a Ishvara” es un término amplio y general que abarca la relación del yo personal con el yo superior, Ishvara o principio crístico en el corazón. Incluye también la relación de Ishvara individual con Ishvara universal cósmico; se refiere a que el alma del ser humano comprende que es parte integrante de la Superalma. Esto [i124] da por resultado conciencia grupal, objetivo de la ciencia soberana.

La devoción involucra ciertos factores cuyo conocimiento será para el devoto de gran valor, y son:

1. La capacidad de descentralizarse, de cambiar la propia actitud de autocentralización y egoísmo por la de entrega al ser amado. Todas las cosas son consideradas como perdidas, con tal de lograr el objetivo de la devoción.

2. La obediencia al objeto amado, una vez conocido, en algunas traducciones se la denomina "obediencia absoluta al Maestro”. Tal la traducción verdadera y exacta, pero en vista que la palabra Maestro implica (para el estudiante esotérico) uno de los adeptos, hemos preferido traducir como Ishvara", el único Dios en el corazón del hombre, el Jiva divino o "punto de vida divina" en el centro del ser humano. Es el mismo en todo ser humano, sea un salvaje o un adepto; la diferencia reside en la etapa de manifestación y de control. La verdadera ciencia del yoga nunca enseña o exige absoluta obediencia a algún guru o mahatma, es decir, el total sometimiento de la voluntad. Se enseña el sometimiento del ser humano inferior a la voluntad del Dios interno, y todos los métodos y reglas de yoga tienen esta finalidad específica. Esto debe tenerse muy presente. La lectura espiritual constituye el paso preliminar más significativo y esotérico.

Toda forma es el resultado del pensamiento y del sonido. Cada forma vela u oculta una idea o concepto, por lo tanto, sólo es el símbolo o supuesta representación de una idea. [i125] Esto se aplica, sin excepción, a todos los planos de nuestro sistema solar, donde las formas son creadas por Dios, el ser humano o el deva.

Uno de los objetivos del entrenamiento de los discípulos es capacitarlos para cerciorarse de lo que existe detrás de la forma en cualquier reino de la naturaleza, y así comprobar la naturaleza de la energía espiritual que la trajo a la existencia. La vastedad de este simbolismo cósmico será evidente hasta para el pensador más superficial, y el principiante en el sendero del discipulado debe aprender a clasificar en grupos específicos las muchas formas que expresan determinadas ideas básicas; debe interpretar las ideas subyacentes en los símbolos específicos y descubrir los impulsos característicos latentes en cada forma. Puede realizarlo prácticamente en el medio ambiente y lugar donde se encuentra, descubrir cuál es la idea que la forma de su hermano vela y también buscar al Dios que subyace detrás del cuerpo de todo ser humano.

Por consiguiente, el aforismo en consideración conduce al aspirante al aspecto más práctico de la vida, lo enfrenta con tres preguntas básicas, y a medida que trata de responder con corrección, inevitablemente adquirirá la capacidad necesaria para recorrer el sendero. Las preguntas son:

a.   ¿Hacia qué objetivo tienden todos los anhelos y aspiraciones de mi alma, hacia Dios o hacia las cosas materiales?
b.   ¿Pongo toda mi naturaleza inferior bajo el control de Ishvara, el verdadero ser humano espiritual?
c.   ¿Veo a Dios en todas las formas y circunstancias, en mis contactos diarios? [i126]

2. La finalidad de aspiración ardiente, lectura espiritual y devoción a Ishvara, consiste en obtener la visión del alma y en eliminar los obstáculos.

Es interesante notar que las palabras "visión del alma" preceden a la idea de eliminar obstáculos u obstrucciones, demostrando que la visión es posible, incluso para quienes aún no se han perfeccionado. La visión a que son susceptibles la mayoría de los hijos de los hombres, llega en los momentos de exaltación y elevada aspiración, y proporciona el incentivo necesario para producir la determinación y perseverancia que demanda la eliminación de los obstáculos. Las palabras: "eliminación de las obstrucciones" o "alteración de los obstáculos" (como se traduce algunas veces) es una expresión amplia y genérica. Los comentadores hindúes dicen que significa también la extirpación de las semillas de esos obstáculos y su total destrucción por el fuego; así como una semilla seca y quemada no puede brotar y es estéril, así las semillas de las cuales brotan los obstáculos para la vida del espíritu serán análogamente infecundas. Dichas semillas se clasifican en tres grupos, las latentes en el cuerpo físico, las que producen obstáculos en el cuerpo astral y las latentes en el cuerpo mental, produciendo una gran cosecha de obstáculos u obstrucciones, en los tres planos de la evolución humana. Cada grupo es de tres tipos, constituyendo textualmente nueve tipos de simientes:

1. Las traídas de vidas anteriores.
2. Las sembradas en esta vida. [i127]
3. Las traídas al campo de la propia vida desde el campo familiar o racial al que uno pertenece.

Estas simientes obstaculizan u obstruyen la visión del alma y la libre actuación de la energía espiritual. Patanjali las clasifica en cinco tipos y las trata específicamente. Algunos comentadores traducen la palabra obstáculo por distracción, siendo los tres términos igualmente correctos, pudiendo emplearse cualquiera de ellos. Podría decirse que:

1. La palabra obstáculo es técnicamente más correcta cuando se la aplica al plano físico.
2. La palabra obstrucción es más iluminadora cuando se la aplica a esas cosas que, por medio del cuerpo astral, impiden la visión del alma.
3. La palabra distracción se refiere más específicamente a las dificultades que encuentra el individuo, al tratar de aquietar la mente a fin de alcanzar la visión del alma.

3. Los obstáculos que traen dificultad son: avidya (ignorancia), el sentido de lo personal, deseo, odio y apego.

Estas son las cinco ideas o conceptos erróneos que durante eones y muchas vidas, han impedido hacer comprender a los hijos de los hombres que son hijos de Dios. Conducen al ser humano a identificarse con lo inferior y material y a olvidar las realidades divinas. Estos deformados conceptos han convertido a la mónada divina en hijo pródigo, conduciéndolo a [i128] países lejanos para alimentarse con los desechos de la existencia mortal. Deben ser superados y eliminados antes de que el ser humano pueda "elevar sus ojos" y ver nuevamente la visión del Padre y el hogar del Padre, que le permitirá recorrer conscientemente el sendero de retorno. Cabe indicar que dos de los obstáculos, avidya (ignorancia) y el sentido de lo personal, se refieren al hombre, la síntesis en el plano físico; el deseo tiene relación con su cuerpo astral o vehículo sensorio, y el odio y el apego son producto del egoísmo (el principio ahamkara) que anima al cuerpo mental; de manera que la triple personalidad es el campo para las semillas, y se propagan, florecen y crecen en el terreno de la vida personal en los tres mundos, para obstruir y entorpecer al hombre real. Estas semillas deben ser destruidas, y en el proceso de destrucción ocurren tres cosas:

a. Se agota el karma.
b. Se alcanza la liberación.
c. Se perfecciona la visión del alma.

4. Avidya (ignorancia) es la causa de las demás obstrucciones, ya sean latentes, en proceso de eliminación, de superación o en plena actividad.

La comprensión de este aforismo es lo primero que llama la atención. Mentalmente, nos lleva a la causa raíz de todo mal y cuando se refiere a las obstrucciones, abarca todas las posibles condiciones de la existencia. El aforismo compendia [i129] la condición de todo ser humano, desde la etapa salvaje y a través de las condiciones intermedias, hasta el estado de arhat, en el cual se desprende de las últimas cadenas de la ignorancia. Pone de manifiesto que la razón de que exista el mal y sean evidentes el egoísmo y los deseos personales de todo tipo, reside en la condición básica, o sea la limitación de la forma misma, avidya o ignorancia.

Recuerde el estudiante que desde el comienzo de sus investigaciones sobre las leyes del desenvolvimiento espiritual, debe tener en cuenta dos factores, basados en el hecho de la manifestación misma:

1. El no-yo, hacia el cual son atraídos los puntos divinos de la vida espiritual, son absorbidos por él durante el período de evolución.
2. Las limitaciones que implica la apropiación de una forma.

Los dos factores mencionados deben ser reconocidos como aplicables al Logos solar, al Logos planetario, al hombre o a un átomo. Toda forma de vida divina (la infinitesimal y la infinitamente grande) vela u oculta un fragmento de energía espiritual. El resultado, para el punto de existencia espiritual, necesariamente es el aislamiento, la separación y la circunscripción en sí mismo, y sólo los contactos de la existencia misma y la lucha de la unidad espiritual dentro de la forma, pueden traer la eventual liberación.

Mientras tanto y durante el proceso de encarnación, el velado punto de vida ignora lo que existe fuera de sí mismo, y progresivamente debe abrirse camino hacia una acrecentada emancipación y libertad. [i130]

Al principio, sólo es consciente de la esfera de su propia forma, ignorando todo lo que está fuera de sí mismo. Los contactos producidos por el deseo son factores por los cuales la ignorancia se convierte en conocimiento, y el ser humano (pues sólo consideramos la unidad humana a este respecto, aunque las leyes básicas son aplicables a todas las formas de vida divina) gradualmente se hace consciente de sí mismo, tal como es, y también de su medio ambiente. Como el medio ambiente es triple: físico, astral y mental, y posee además tres vehículos para ponerse en contacto con los tres mundos, el período que abarca este despertar es inmenso. El Antiguo Comentario dice:

"En el Aula de la Ignorancia se conocen las triples envolturas. Se hace contacto con la vida solar, en su punto más denso, y el hombre emerge plenamente humano".

Entonces se da cuenta de algo más, del grupo a que pertenece, y lo hace cuando descubre que su propia realidad interna está latente en su personalidad. Aprende que él, el átomo humano, es parte de un grupo o centro, en el cuerpo de un Ser Humano celestial, un Logos planetario, y que debe llegar a percibir,

a. la vibración de su grupo,
b. el propósito de su grupo,
c. el centro de su grupo.

Ésta es la etapa correspondiente al sendero de probación o del discipulado, hasta la tercera iniciación. El Antiguo Comentario prosigue diciendo:

"En el Aula del Aprendizaje se establece contacto con el misterio central. Se conoce el método de liberación, la ley se cumple plenamente y el ser humano emerge casi un adepto." [i131]

Finalmente el hombre entra en el Aula de la Sabiduría, a la cual ha sido admitido ocasionalmente (y con creciente frecuencia) después de la primera gran iniciación, aprende el lugar que su grupo ocupa en el plan planetario y obtiene una vislumbre del esquema cósmico. La ignorancia (según entendemos el término) es lógicamente superada; pero nunca se hará resaltar bastante que al adepto aún le queda mucho por conocer y que el Cristo mismo, el gran Instructor del Mundo, no conoce todo lo que está contenido en la conciencia del Rey del Mundo. Los aforismos de Yoga de Patanjali únicamente se ocupan de cómo vencer la ignorancia, que mantiene al hombre en la rueda de renacimiento y le impide desarrollar los verdaderos poderes del alma. El Antiguo Comentario, respecto a esta etapa final, dice:

"En el Aula de la Sabiduría, la luz brilla plenamente sobre los caminos del adepto, que ve y conoce la séptima parte y visualiza el resto. El mismo es un septenario, y de esta Aula surge Dios."

5. Avidya es la condición en que se confunde lo permanente, puro, bienaventurado y el yo, con lo transitorio, impuro, doloroso y el no-yo.

Esta condición de ignorancia o "estado de avidya", caracteriza a quienes aún no discriminan entre lo real y lo irreal, la muerte y la inmortalidad, la luz y la oscuridad. Rige, por lo tanto, la vida en los tres mundos, porque en todos los planos [i132] existe la analogía de avidya, tal como la experimenta en el plano físico el ser humano en encarnación. Es una limitación del espíritu mismo, corolario indispensable para la apropiación de una forma. La unidad espiritual nace ciega e insensible. Toma forma al principio de las edades y de los ciclos de renacimiento, en un estado de inconsciencia total. Tiene que llegar a ser consciente de cuanto la rodea; para ello debe desarrollar primeramente los sentidos, a fin de tener conciencia de los contactos y de las cosas. Son muy conocidos los métodos y procesos por los cuales el ser humano ha hecho evolucionar los cinco sentidos o medios de acercamiento al no-yo. Cualquier libro de texto de fisiología proporcionará la información necesaria. En relación con la unidad espiritual se tendrán en cuenta tres factores:

1. Los sentidos deben ser desarrollados.
2. A esto sigue el reconocimiento y empleo de los sentidos.
3. Luego viene un período en que el hombre espiritual utiliza los sentidos para satisfacer sus deseos y, al hacerlo, se identifica con su instrumento de manifestación.

El ser humano es doblemente ciego, porque no sólo nace ciego e insensible, también lo es mentalmente, pues no se ve a sí mismo ni ve las cosas como son, y comete el error de considerarse la forma material, haciéndolo durante muchos ciclos. No tiene sentido de los valores ni de la proporción; mira lo transitorio, doloroso, impuro, material, el ser humano inferior (sus tres envolturas), como si fuera él mismo la realidad. No puede disociarse de sus formas. Los sentidos son parte de la forma; no son el ser humano espiritual, el [i133] morador de la forma, sino parte del no-yo y el medio para hacer contacto con el no-yo planetario.

Por medio de la discriminación y el desapasionamiento, el yo, que es permanente, puro y bienaventurado, puede, con el tiempo, disociarse del no-yo, que es transitorio, impuro y sufriente. Mientras no comprenda esto, el ser humano estará en un estado de avidya; cuando está en proceso de realizarlo, el ser humano es un buscador de vidya o conocimiento, el cuádruple sendero. Cuando conoce el alma tal cual es, y el no-yo está relegado al lugar que le corresponde como envoltura, vehículo o implemento, es trascendido el conocimiento mismo y el conocedor permanece solo. Esto es la liberación y la meta.

6. El sentido de lo personal se debe a que el conocedor se identifica con el instrumento del conocimiento.

Este aforismo es un comentario del anterior. El estudiante debe recordar que el conocedor, el hombre espiritual, tiene varios instrumentos para establecer contacto con su medio ambiente, a fin de llegar a ser cada vez más consciente de:

1. Sus tres envolturas o cuerpos, sus medios de contacto con los tres planos:
a. el cuerpo físico,
b. el cuerpo emocional o astral,
c. el cuerpo mental. 2. En el plano físico posee sus cinco sentidos: oído, tacto, vista, gusto y olfato. [i134]
3. La mente, el sexto gran sentido, tiene un triple uso, sin embargo la mayoría de los hombres la emplean aún de una sola manera:

Su primero y más común empleo es reunir los contactos conocidos y trasmitirlos como información al ego o conocedor, similarmente a como el sistema nervioso telegrafía al cerebro los contactos externos que establece. Este empleo de la mente produce principalmente el sentido de lo personal, el cual se desvanece a medida que utiliza los otros dos métodos.

El segundo empleo es el resultado de los cinco métodos del yoga, el poder de trasmitir al cerebro los pensamientos, los deseos y la voluntad del ego o alma. Esto proporciona al yo personal del plano físico el reconocimiento de la realidad, con lo cual el sentido de identificación con el no-yo es cada vez menor.

El tercero, es el empleo de la mente por el alma, como órgano de visión, para establecer contacto y conocer el reino del alma. Esto se produce mediante los últimos tres métodos de la yoga.

Se debe hacer hincapié en que esto es algo muy importante. Si el aspirante considera el desarrollo y pleno empleo del sexto sentido como objetivo inmediato, y tiene en cuenta los tres propósitos para lo cual está destinado, progresará rápidamente, desaparecerá el sentido de lo personal y se identificará con el alma.

Tal sentido de lo personal es una de las más grandes ligaduras que mantienen cautivos a los hijos de los hombres. Es aquí donde debe aplicarse el hacha a la raíz del árbol. [i135]

7. El deseo es apego a los objetos de placer.

De ninguna manera ésta es una traducción literal; pero da la idea básica con tanta claridad que es mejor traducir este aforismo tal como se ha hecho.

Los objetos que producen placer son todos apegos que el ser humano adquiere, desde el estado salvaje de la infante humanidad, hasta los grados avanzados del discipulado; abarca el deseo por los objetos densos del plano físico, lo mismo que los apegos a esas cosas, ocupaciones y reacciones, proporcionadas por las actividades emocionales o intelectuales. Involucran toda la gama o campo de la experiencia sensoria, desde la reacción del salvaje al calor y a una buena comida, hasta el éxtasis del místico. Deseo es un término genérico que incluye la tendencia del espíritu a exteriorizarse en la vida de la forma. Podría significar el deleite del caníbal por lo que come, el amor del hombre por la familia, la apreciación de un bello cuadro por el artista, o la adoración al Cristo o a un Guru por el devoto. Deseo es todo tipo de apego, en grado mayor o menor, y el progreso del alma parece depender de un objeto a otro de los sentidos, hasta que llega el momento en que el hombre queda solo, y librado a sus propios recursos. Ya no tiene apegos y hasta el Guru parece haberlo abandonado. Le queda una única realidad, la realidad espiritual que es él mismo; entonces su deseo se dirige a lo interno, y no va hacia afuera, porque descubre el Reino de Dios interno. Abandona todo deseo. Establece contacto y continúa manifestándose y [i136] trabajando en los planos de la ilusión, pero lo hace desde el centro en que mora su Yo divino, la suma total de todos los deseos. Nada le atrae ya, ni lo lleva a los desvíos del placer o el dolor.

8. El odio es aversión a cualquier objeto de los sentidos.

Este aforismo es la antítesis del anterior. El verdadero yogui no siente ni aversión ni deseo. Está equilibrado entre estos pares de opuestos. El odio trae separación, mientras que el amor revela la unidad subyacente en todas las formas. El odio es la consecuencia de la concentración en la forma, y el olvido de lo que toda forma, en mayor o menor grado, revela. El odio es el sentimiento de repulsión y conduce al hombre a apartarse del objeto odiado; es lo contrario de la hermandad, por lo tanto es el quebrantamiento de una de las leyes básicas del sistema solar. El odio es la negación de la unidad, erige barreras y produce las causas que llevan a la cristalización, destrucción y muerte. Es energía empleada para rechazar, en vez de sintetizar, en consecuencia, es contraria a la ley de evolución.

El odio es, en realidad, el resultado del sentido de lo personal y de la ignorancia, además del deseo mal aplicado; diría que casi es la culminación de los otros tres. El sentido de lo personal y la extrema ignorancia, unidas al deseo de ganancia personal, produjo en el corazón de Caín el odio a Abel, causa del primer asesinato o la destrucción de la forma de un hermano. Esto debería considerarse cuidadosamente, [i137] porque en todo corazón humano siempre existen el odio y la aversión en cierto grado. Únicamente cuando el odio sea superado totalmente por el amor o por el sentido de unidad, desaparecerán de la familia humana la muerte, el peligro y el temor.

9. El apego es intenso deseo por la existencia sensoria, inherente a toda forma; es la propia perpetuación, y es conocido hasta por los más sabios.

Este tipo de apego constituye la causa básica de toda manifestación, siendo inherente a la relación de los dos grandes opuestos, espíritu y materia; es el factor que rige la manifestación logoica, por tal razón hasta los más sabios están sujetos a él. También es la facultad de autorreproducción y autoperpetuación automáticas; por lo tanto debe recordarse que la superación de esta tendencia, aún llevada al más elevado nivel por el adepto, sólo es relativa. Mientras el Logos de nuestro sistema solar o el espíritu absoluto, encarne por intermedio de un sistema solar, esta tendencia estará presente en el espíritu planetario más elevado y en la existencia espiritual más elevada. Lo máximo que se puede alcanzar, al vencer el apego o matar el deseo, es el desarrollo del poder de equilibrar los pares de opuestos en cualquier plano, a fin de que nadie quede atrapado por las formas de ese plano ni pueda evadirlo. El estudiante común da un significado muy secundario a las palabras matar el apego y el deseo; lo interpreta en términos de su propio y [i138] reducido progreso. Son simplemente palabras que tratan de expresar en forma muy inadecuada, aunque simbólica, una actividad oculta. Únicamente pueden ser comprendidas en términos de la Ley de Atracción y Repulsión y mediante la comprensión del sistema de vibraciones ocultas.

La voluntad de vivir o de manifestarse, es parte del impulso de la Vida divina, por lo tanto es correcta. La voluntad de ser o de manifestarse en un plano específico, o por medio de un grupo específico de formas, es incorrecta cuando se ha trascendido esa esfera de manifestación; el mal aparece cuando cualquier conjunto peculiar de formas ha cumplido el propósito de proporcionar los medios para hacer contactos y adquirir experiencias y nada tiene que enseñar pues el mal sólo es la tendencia a volver a emplear las formas y prácticas que el Morador interno ha trascendido. Por esta razón los groseros pecados animales son considerados universalmente malos, pues por lo general se reconoce que el Morador en la forma del hombre ha superado el tercer reino, o reino animal.

Por lo tanto un adepto ha trascendido el apego a la forma en los tres planos (físico, astral y mental) y ha matado toda ansia por las formas de esos planos. Cuando la vida o espíritu se retira, la forma muere ocultamente. Cuando el pensamiento del ego o yo superior está ocupado en su propio plano, no hay energía saliente, dirigida a la materia de los tres mundos, de manera que no es posible la construcción de formas ni el apego a las mismas. Esto está de acuerdo con la verdad oculta de que "la energía sigue al pensamiento" y también con la enseñanza de que el cuerpo del principio crístico [i139] (el vehículo búdico) sólo se va coordinando a medida que se desvanecen los impulsos inferiores; concuerda además con el hecho de que el vehículo causal, el cuerpo del yo superior, en los niveles abstractos del plano mental, adquiere belleza, dimensión y actividad con mayor rapidez durante las etapas del discipulado, de lo que fue posible en todo el ciclo de encarnaciones. La energía egoica no es estrictamente saliente, sino que, más literalmente, va dirigida al propio desarrollo. El apego a la forma, o la atracción de la forma por el espíritu, es el gran impulso involutivo. La repulsión de la forma y su consiguiente desintegración, es el gran impulso evolutivo.

10. Cuando estos cinco obstáculos son sutilmente conocidos, pueden ser superados mediante la actitud mental opuesta.

La expresión "sutilmente conocidos" podría reemplazarse por la siguiente: "cuando son conocidos por el hombre interno". La idea detrás de las palabras ha sido bien explicada por Dvivedi, en su comentario:


"Habiendo descrito la naturaleza de las 'distracciones', el autor indica el camino para suprimirlas. Son de dos tipos: sutiles y groseras. Las primeras permanecen adormecidas en forma de impresiones, mientras las segundas afectan concretamente a la mente. Las primeras pueden suprimirse totalmente, dominando todo cuanto las favorece, es decir, el principio pensante."

[i140] Éste es el primer trabajo de quien aspira al yoga; debe comprender la naturaleza de los obstáculos y luego dedicarse a vencerlos, haciéndolo desde el plano mental; tiene que adquirir el control del mecanismo pensante, luego aprenderá a utilizar ese mecanismo y, una vez logrado, contrarrestar los obstáculos por medio de corrientes contrarias. Los obstáculos son resultado de erróneos hábitos de pensar y del mal empleo del principio pensante. Cuando se los conoce sutilmente como simientes de las formas "productoras de obstáculos”, entonces pueden ser exterminados en su estado latente, mediante hábitos correctos de pensar, que traerá por resultado el establecimiento de los medios para la liberación.

La ignorancia, avidya, debe ser reemplazada por el verdadero conocimiento o vidya. Como es bien sabido, en esta cuarta raza, sobre este cuarto globo y en la cuarta ronda, los cuatro vidyas, las cuatro nobles verdades y los cuatro elementos básicos, constituyen la suma total de este conocimiento.

Los cuatro vidyas de la filosofía hinduista pueden ser enumerados como:

1. Yajna vidya. La aplicación de rituales religiosos, para obtener ciertos resultados. Magia ceremonial, concierne al sonido, por consiguiente a akasha o éter del espacio. "Yajna" es la deidad invisible que impregna el espacio.
2. Maha vidya. El gran conocimiento mágico. Ha degenerado en culto tántrico. Trata del aspecto femenino o aspecto materia (madre). Es la base de la magia negra. La verdadera mahayoga, [i141] tiene que ver con la forma (segundo aspecto) y su adaptación al espíritu y sus necesidades.
3. Guhya vidya. La ciencia de los mántram. El conocimiento secreto de los mántram místicos. La potencia oculta del sonido, del Verbo.
4. Atma vidya. Verdadera sabiduría espiritual.

Las cuatro nobles verdades han sido expresadas en las palabras de Buda en los siguientes términos:

"Ahora el excelso Ser habla a sus hermanos:

Hermanos por la incomprensión y por no haber penetrado las Cuatro Verdades Arias, hemos deambulado tú y yo de acá para allá durante la extremadamente larga jornada (o renacimiento). ¿Cuáles son las Cuatro Verdades Arias?:

1. la Verdad del Sufrimiento;
2. la Verdad del Origen del Sufrimiento es el Deseo;
3. la Verdad de la Cesación del Sufrimiento es extinguiendo su Origen;
4. la Verdad del Óctuple Camino que conduce a la Cesación del Sufrimiento.

"Pero, hermanos, cuando estas Cuatro Verdades Arias sean comprendidas y penetradas, entonces será desarraigado el anhelo de existir y cortado el hilo que conduce al renacimiento, y entonces ya no se volverá más a la existencia".

"Así habló el excelso Ser. Después que el Bienaventurado hubo hablado así, el Maestro añadió:

"Ciego a las Cuatro Verdades Arias acerca de las cosas,
Ciego para ver las cosas tal como realmente son,
Larga ha sido nuestra jornada a través de diversos nacimientos,
Ha desaparecido el cordón de la vida, cuando éstas han sido vistas,
No hay más devenir, cuando se ha cortado la raíz del Sufrimiento."

Los cuatro elementos están descritos en el siguiente extracto de La Doctrina Secreta, T. 1, pág. 159.

"Él huevo áureo estaba rodeado de siete elementos naturales, cuatro manifiestos (éter, fuego, aire, agua) y tres secretos." [i142]

11. Las actividades de los obstáculos deben cesar por el proceso de la meditación.

La "actitud mental opuesta", mencionada en el aforismo anterior, se refiere definidamente a las simientes o tendencias latentes, que subsisten en los cuerpos mental y de deseo. Esta actitud mental debe convertirse en activa meditación mental y pensamiento centralizado, si se quiere someter las actividades del cuerpo físico a un control similar. Gran parte de lo que hacemos es automático, consecuencia de viejos hábitos mentales y emocionales. Instintivamente, debido a antiguas prácticas y por sujeción a un mundo de formas tangibles, nuestras actividades del plano físico están regidas por estos cinco obstáculos, los cuales deben ser suprimidos y simultáneamente extirpadas las semillas latentes y las actividades externas. La constante oposición de la actitud mental, destruye a unos; la meditación que pone en actividad a los tres factores, el pensador, la mente y el cerebro físico, se ocupará de lo demás; esto no debe olvidarse, porque de otra manera la teoría no se convertirá en práctica inteligente. Como el Libro Tercero trata de este proceso de la meditación no es necesario ocuparnos aquí.

12. El karma tiene sus raíces en estos cinco obstáculos y debe fructificar en esta vida o en una posterior.

Mientras el ser humano, en el plano físico, esté sujeto a los obstáculos o regido por ellos, [i143] iniciará esas actividades que producirán efectos inevitables y estará atado a la rueda de renacimientos y condenado a tomar forma. El estudiante debería observar cuidadosamente que estos cinco obstáculos son la causa de todas las actividades de la personalidad o ser humano inferior. Todo lo que hace está basado en uno de ellos; toda acción del ser humano común en los tres mundos es consecuencia de la ignorancia y de las identificaciones y reacciones erróneas.

A medida que los obstáculos son vencidos y la ignorancia (campo de cultivo de todos ellos) es reemplazada por la sabiduría divina, habrá cada vez menos efectos que neutralizar en el plano físico, y las cadenas que atan al ser humano a la gran rueda de la manifestación física se cortarán una tras otra. Estas cadenas son triples, así como tres son los campos de la ignorancia y tres los grandes planos de la conciencia, constituyendo el campo de la evolución humana. Cuando el campo de la ignorancia se convierte en el campo de la experiencia consciente, cuando las cadenas se sienten como grilletes y limitaciones, el aspirante a discípulo ha dado un enorme paso adelante en el proceso de liberación. Cuando puede llevar la lucha hacia adentro, a lo que Ganganatha Jha llama "la vida inmanifestada" y nosotros frecuentemente denominamos "planos sutiles", ingresa en el Aula del Aprendizaje y corta los grilletes que kama (deseo) y el erróneo empleo de la mente han forjado con tanta sutileza. Luego ingresa en el Aula de la Sabiduría y aprende ciertos métodos esotéricos y ocultistas para apresurar el proceso de liberación. [i144]