Navegar por los Capítulos de este Libro

SEGUNDA PARTE - LAS CAUSAS DEL ESPEJISMO - Parte 2

Sería útil que consideraran las siguientes preguntas:

¿Cuál es el método para desarrollar las ideas desde el instante en que es impresionada la mente de alguien intuitivo?

Hablando en forma general, aquellas pasan por las siguientes etapas, como a menudo se ha explicado:

a. La idea.....basada en la percepción intuitiva.

b. El ideal....basado en la formulación mental y en la distribución.

c. El ídolo....basado en la tendencia concretizadora de la manifestación física.

2. ¿Cuáles creen que son los espejismos predominantes hoy en el mundo y por qué? [i125]

3. He hablado muchas veces de la tarea que éste y otros grupos están tratando de realizar para disipar el espejismo mundial. ¿Tienen alguna idea de cómo debe hacerse o qué se les exigirá?

3. Contraste entre los Espejismos Superior e Inferior

Hemos considerado cuidadosamente (breve y muy superficialmente) algunas de las causas del denso espejismo que envuelve a la humanidad. Vimos, que indudablemente, es muy antiguo, está poderosamente organizado y constituye la característica dominante del plano astral, y consideramos las tres principales causas subsidiarias que predisponen a:

Los espejismos inducidos por la vida planetaria, inherentes a la sustancia misma.

Los espejismos iniciados por toda la humanidad, e intensificados en el transcurso de un pasado legendario.

El espejismo engendrado por el individuo mismo, ya sea en el pasado, por haber participado del espejismo mundial, o el que ha originado en esta vida.

Cada ser humano es propenso a ellos, y durante muchas vidas constituye la víctima inerme de aquello que luego descubre como erróneo, falso y engañoso. Aprende que no debe ser dominado indolentemente por el pasado astral, emocional e ilusorio sino que está, si lo supiera, adecuadamente equipado para superarlo, y que existen métodos y técnicas por medio de los cuales puede conquistar la ilusión, disipar el espejismo y erigirse en el amo de maya. Ésta es la revelación inicial, y sólo cuando haya comprendido lo que implica y se haya [i126] propuesto dominar las condiciones indeseables, llegará más tarde a reconocer la dualidad esencial, la cual, momentáneamente, en ningún caso es ilusión. Descubre la relación que existe entre el verdadero Morador en el Umbral y el Ángel de la presencia, que custodia el portal de la iniciación. Esto marca un momento crítico en la vida del discípulo, porque indica el instante en que puede comenzar a hollar el Sendero de Iniciación, si es que lo desea y posee la fortaleza necesaria.

En último análisis, vencer parcialmente el espejismo y evadir la total esclavitud, impuesta por la ilusión, indican a la atenta Jerarquía que un ser humano está preparado para los procesos de la Iniciación. Mientras no se deje engañar totalmente y hasta tanto logre pensar casi libremente, no podrá enfrentar al Ángel que aguarda, y atravesar el portal. Daré aquí una indicación: después de atravesar el portal de la Iniciación el discípulo retomará nuevamente sus tareas en los tres mundos de actividad; allí repite los procesos anteriores brevemente y con comprensión después de lo cual comienza a dominar lo esencial de la siguiente lección iniciática. Estoy dando aquí una copiosa información en forma concisa, pues esto es todo lo que puede hacerse en esta época.

Durante largo tiempo, una sensación de dualismo compenetra el ser del discípulo y hace que su vida aparente ser un incesante conflicto entre los pares de opuestos. La lucha entre los opuestos se libra conscientemente en la vida del discípulo. Alterna entre las experiencias pasadas y el recuerdo de las experiencias de la iniciación recibida,poniendo el énfasis, sobre todo, en las primeras experiencias y luego en la última gran experiencia, que colora tan intensamente su vida interna. Durante prolongados momentos es el discípulo confuso que lucha contra el espejismo, y durante breves momentos es el iniciado triunfante. [i127] Descubre en sí mismo las fuentes del espejismo, de la ilusión y de atracción de maya, hasta que llega el momento en que se sitúa ante el portal y enfrenta las principales dualidades de su propio y particular pequeño cosmos el Morador y el Ángel. Al principio teme al Ángel, atemorizándolo la luz que fluye del rostro del Ángel, porque pone vívidamente de relieve la realidad de la naturaleza del Morador, él mismo. Siente, como nunca lo había sentido, la formidable tarea que tiene ante sí y el verdadero significado de la empresa a la cual se ha comprometido. Poco a poco dos cosas surgen con alarmante claridad en su mente:

1 - El significado de su propia naturaleza con su dualismo esencial.

2 - El reconocimiento de la relación entre los pares de opuestos, con los cuales él, como discípulo, debe trabajar.

Una vez que capta la relación existente en la dualidad inferior (la personalidad y el alma) está entonces preparado para pasar a la realidad superior, la del Yo integrado (personalidad y alma) y su relación con la presencia. En esta afirmación, he expresado en pocas y concisas palabras el resultado de las primeras tres iniciaciones y las dos últimas. Mediten sobre ello.

Creo que les será de valor si relaciono los diversos contrastes que caracterizan al individuo inteligente y al discípulo, abarcando con la palabra “discípulo” todos los grados de desarrollo, desde el discípulo aceptado hasta el Maestro. Sólo existe la Jerarquía, término que significa progreso continuo de un estado inferior de ser y de conciencia, a uno superior. En cada caso constituye el estado de conciencia de algún Ser, limitado, confinado y controlado por la sustancia. Observarán que [i128] digo “sustancia” y no “forma” porque en realidad es la sustancia la que controla al espíritu durante un extenso, muy extenso, ciclo de expresión; la materia no controla por la simple razón de que la materia burda está siempre controlada por las fuerzas que son consideradas esotéricamente de naturaleza etérica y, por lo tanto, como sustancia, no como forma. Recuerden esto en todo momento porque contiene la clave de la comprensión de la naturaleza inferior.

Ahora estudiaremos los contrastes básicos esenciales que el discípulo debe percibir intuitivamente y con los cuales ha de familiarizarse. Dividiré lo que tengo que decir en cuatro partes, tratando cada una de ellas brevemente, y espero les será de utilidad:

a. El contraste entre la Ilusión y su opuesto...........Intuición

b. El contraste entre el Espejismo y su opuesto....Iluminación

c. El contraste entre Maya y su opuesto..............Inspiración

d. El contraste entre el Morador en el Umbral y su opuesto........................................El Ángel de la presencia

Esto, como comprenderán, es un tema muy vasto y, trata del problema principal del discípulo. Aquí les pediría que revisen nuevamente lo que ya he dicho sobre estos cuatro aspectos del espejismo y también las clasificaciones y diagramas que les he dado periódicamente.

a. Contraste entre Ilusión e Intuición.

Lo he elegido como el primer contraste a considerar pues debería (aunque quizás no) constituir el principal espejismo de los miembros de este grupo. Lamentablemente aun predomina el espejismo emocional y, para la mayoría de ustedes, el segundo contraste, que existe entre el espejismo y la iluminación, podrá ser el más útil y constructivo.

Ilusión es el poder que posee alguna forma mental, ya sea un ideal o un concepto percibido, captado e interpretado [i129] mentalmente para dominar los procesos mentales del individuo o la raza, produciendo, en consecuencia, la limitación individual o grupal. Tales ideas y conceptos pueden ser de tres clases y creo que ya lo saben:

1 - Pueden ser las ideas heredadas, en el caso de aquéllos que hallan difícil ajustarse a la nueva visión de la vida mundana y del orden social, tal como lo expresan las nuevas ideologías. Se hallan poderosamente condicionados por su casta, tradición y raigambre.

2 - Pueden ser las ideas más modernas que, en último análisis, constituyen la reacción del pensamiento moderno hacia la condición y situación mundiales, y muchos aspirantes son propensos a ella en forma natural, especialmente si viven en el vórtice de fuerza que llamamos Europa moderna. Esas ideas modernas convergen hoy, en corrientes mundiales e ideológicas predominantes, y, toda persona inteligente debe reaccionar inevitablemente a ellas, aunque olvide que esa reacción está basada en la tradición, o en una predisposición nacional o internacional.

3 - Pueden ser las ideas más nuevas percibidas vagamente, que tienen en sí el poder de condicionar el futuro y conducir a la moderna generación, de la oscuridad a la luz. Ninguno de ustedes ha sentido realmente todavía estas nuevas ideas, aunque en momentos de elevada meditación y realización espiritual puedan reaccionar vaga y brevemente. Dicha reacción puede ser verdadera en la medida que definidamente condiciona el servicio que prestan al semejante. Pueden reaccionar correcta y acrecentadamente si mantienen la integridad del alma y no son vencidos por la lucha y por lo febril del medio ambiente, en el campo elegido para servir.

[i130] Una ilusión mental podría ser descrita como una idea personificada en una forma ideal, lo cual no da entrada ni cabida a ningún otro ideal. Por lo tanto, presupone la capacidad de hacer contacto con las ideas. El ser humano está atado al mundo de ideales e idealismos. No puede separarse de él. Esta ilusión mental ata, limita y aprisiona al ser humano. Una buena idea puede convertirse fácilmente en una ilusión y llegar a ser un desastroso factor condicionante en la vida del ser humano que la registra.

Quizás se interroguen si la Jerarquía misma no está condicionada por una idea y si no es víctima de una difundida ilusión general. Aparte de que a los Dirigentes de la Jerarquía y a los Custodios del Plan no se les permite llegar a ese grado hasta no estar libres del incentivo de la ilusión, les recuerdo que todas las ideas entran en la conciencia planetaria a través del canal de los siete rayos. De esta manera, la Jerarquía está ampliamente abierta, en todos los casos, a los siete principales grupos de ideas que constituyen la IDEA de Dios en cualquier época específica, expresada también de siete maneras principales, todas igualmente correctas, sirviendo a la séptuple necesidad de la humanidad. Cada una de estas siete formulaciones de la Idea de Dios tiene una contribución específica que hacer; cada una constituye una idea que debe desempeñar su parte en el servicio humano o planetario; cada una está tan interrelacionada con las otras seis expresiones de la misma Idea divina, desarrollándose como ideales en el plano mental, que no pueden ser reducidas a una sola idea y sus ramificaciones, como sucede entre los seres humanos. Por lo menos existe sensibilidad hacia los siete grupos de ideas y sus ideales resultantes y, aunque fuera sólo por eso, dentro de esa medida, la Jerarquía posee fluidez y adaptabilidad. Pero es mucho más que esto, pues para los miembros de la Jerarquía, las ideas y sus efectos no sólo son interpretados en términos de formas mentales humanas e idealismo humano, sino que también deben hacer contacto con ellas y estudiarlas en su relación con la [i131] Mente de Dios y con los reinos planetarios. Dichas ideas provienen y emanan del plano búdico, que raras veces está abierto para la conciencia del discípulo común y ciertamente no lo está para el idealista medio. Les recordaré aquí que son muy pocos los idealistas que se hallan personalmente en contacto con la idea que ha dado nacimiento al idealismo; sólo están en contacto con la interpretación humana de la idea, tal como ha sido formulada por algún discípulo o intuitivo –cosa muy diferente.

Por lo tanto, una ilusión puede definirse como la consecuencia de una idea –traducida en ideal–, siendo considerada como la total presentación, como la historia o solución y como separada y visualizada independientemente de las otras ideas, tanto las de naturaleza religiosa como las aparentemente desligadas de la religión. Esta afirmación contiene la historia de la separatividad y la incapacidad del ser humano para relacionar entre sí las distintas implicaciones de una idea divina. Cuando se las visualiza y capta en forma estrecha y separatista, existe lógicamente una distorsión de la verdad, y el discípulo o aspirante se adhiere inevitablemente a un aspecto parcial de la realidad o del Plan y no a la verdad, en la medida en que puede ser revelada, o al Plan, tal como los miembros de la Jerarquía lo conocen. Esta ilusión evoca en el discípulo o en el idealista una reacción emotiva que inmediatamente nutre el deseo y, en consecuencia, lo traslada desde el plano mental al astral; de esta manera se evoca un deseo por un ideal parcial e inadecuado y la idea no puede llegar a su plena expresión debido a que su exponente sólo ve este ideal parcial como la verdad total, no pudiendo por lo tanto captar sus implicaciones sociales, planetarias y cósmicas.

Donde existe verdadera percepción de la idea (algo verdaderamente raro) no puede haber ilusión. La idea sobrepasa en magnitud al idealista, pues únicamente su humanidad lo salva de su estrechez. Donde existen la ilusión (cosa general y común) [i132] y una vaga reacción interpretativa a una idea, tenemos los fanáticos, idealistas superficiales, promulgadores sádicos de la idea captada, hombres y mujeres egocéntricos e intolerantes, que tratan de imponer su interpretación de la idea de Dios, y visionarios restringidos y limitados. Tal ilusoria representación de la realidad y visionaria presentación de la idea, ha sido a la vez el orgullo y la maldición del mundo. Éste es uno de los factores que ha conducido a nuestro mundo moderno a la penosa situación en que se encuentra y, debido al abuso de esta facultad divina de hacer contacto con la idea y trasformarla en un ideal, el mundo actualmente está sufriendo, quizás inevitablemente. La imposición de estas ideas, interpretadas humana y mentalmente en forma de ideologías limitadas, ha tenido un lamentable efecto en los individuos, quienes deben aprender a penetrar y llegar hasta la verdadera idea que se halla detrás de su ideal e interpretarla con exactitud a la luz de su alma, empleando además esos métodos que han sido garantizados y sancionados por el amor. Por ejemplo, y es necesario remarcarlo, no es una ilusión la idea expresada en la afirmación de que “todos los seres humanos son iguales”, habiendo sido adoptada por las personas de inclinación democrática. En realidad constituye una afirmación real, pero cuando no se tienen en cuenta las ideas igualmente importantes de la evolución, atributos raciales y características nacionales y religiosas, entonces la idea básica se aplica en forma limitada. De allí los sistemas ideológicos impuestos en nuestra época moderna y contemporánea y el rápido desarrollo de las ilusiones ideológicas que están, no obstante, basadas en una idea verdadera todas y cada una sin excepción. Tampoco es una ilusión que el desarrollo de la conciencia crística constituye la meta de la familia humana, pero cuando ello es interpretado en términos de religión autoritaria, por quienes aún no han desarrollado la conciencia crística, se convierte sencillamente en un hermoso concepto y con frecuencia en un incentivo sádico, penetrando inmediatamente en el reino de la ilusión.

[i133] Cito estas dos ilustraciones entre muchas otras posibles, para que puedan comprender cómo se producen y desarrollan las ilusiones, debiendo disiparse oportunamente; de esta manera pueden obtener cierta norma comparativa por la cual captar el valor relativo de lo verdadero y lo falso, de lo inmediatamente temporario y de la básica eternidad de lo real.

En consecuencia, será evidente que los niveles inferiores o concretos del plano mental hayan adquirido o acumulado a través de las edades un vasto número de ideas, formuladas como ideales, revestidas de materia mental, nutridas por la vitalidad de aquéllos que han reconocido la parte de verdad contenida en la idea que son capaces de expresar y que han puesto sobre estos ideales el énfasis de su facultad de crear formas mentales y su atención dirigida, lo cual implica necesariamente energizar el limitado ideal formulado, pues como ya saben la energía sigue al pensamiento.

Estas formas mentales se convierten en objetivos hacia los cuales tiende la realidad subjetiva, el ser humano, y con los cuales se identifica durante prolongados períodos de tiempo; en ellos se proyecta a sí mismo, vitalizándolos de esta manera y otorgándoles vida y persistencia. Llegan a ser parte de él; condicionan sus reacciones y actividades; nutren su naturaleza de deseos y asumen, en consecuencia, indebida importancia, creando una barrera (de densidad variable, de acuerdo al grado de identificación) entre el ser humano en encarnación y la realidad que es su verdadero Ser.

No es necesario especificar aquí cualquiera de estas predominantes formas mentales y aspectos de la ilusión intelectual y mental. No quisiera que en ningún momento crean que la idea encarnada, que llamamos ideal, es en sí una ilusión. Sólo llega a serlo cuando se la considera como un fin en si misma en vez de ser lo que esencialmente es, un medio para un fin. Un ideal, correctamente comprendido y utilizado, provee una ayuda [i134] momentánea para la consecución de una realidad inmediata e inminente, la meta del ser humano o de la raza en determinada época. La idea que tiene ante sí la raza es el restablecimiento (en una vuelta más alta de la espiral) de esa relación espiritual que caracterizó a la raza en su estado infantil, en su primitiva condición. Entonces, bajo la sabia guía y la actitud paternal de la Jerarquía y de los sacerdotes iniciados de la época, los seres humanos conocieron que pertenecían a una familia –una familia de hermanos– y esto lo supieron por medio del sentimiento y de la percepción sensoria desarrollada. Hoy día, bajo el nombre de Hermandad la misma idea está buscando su forma mental y el establecimiento de una renovada relación espiritual (la idea), mediante el entrenamiento de correctas relaciones humanas (el ideal). Tal es la meta inmediata de la humanidad.

Este resultado se producirá inevitablemente a través del ciclo de necesidad que estamos pasando, y la idea vagamente percibida, impondrá como consecuencia de una extrema necesidad su ritmo sobre la raza, acelerando así la comprensión del verdadero Ser en todos los seres humanos. Si se realiza un estudio detallado del fundamento básico de todas las ideologías sin excepción, se descubrirá que la idea de relación integral (a menudo distorsionada en su presentación y oculta a través de métodos erróneos), de objetivos espirituales y de definida y positiva actividad fraterna, subyace detrás de toda forma externa. He presentado esta situación común como una ilustración de la idea al tomar forma de ideal y lamentablemente se convierte, con frecuencia, en el ídolo y en la meta sobreestimada y fanáticamente mal interpretada de las masas, guiadas por algún destacado idealista. Un ideal es la expresión temporaria de una idea básica; no está destinada a perdurar, sino a servir una necesidad e indicar el camino para salir del pasado y entrar en un futuro más adecuado. Los ideales actuales, expresándose a través de las actuales ideologías, servirán su [i135] propósito y oportunamente desaparecerán, de la misma manera que todo ha desaparecido en la historia de la raza, cediendo su lugar oportunamente a una relación espiritual reconocida, a una mancomunada subjetividad, Como también a una definida y expresada hermandad, las cuales producirán, una vez bien desarrolladas y comprendidas, una especie de control y guía y una forma de gobierno que los pensadores avanzados de esta época ni siquiera pueden concebir.

Cuando los ideales, los conceptos y las formas mentales formuladas dominan la mente de un individuo, una raza o a la humanidad en general, excluyendo toda perspectiva o visión y ocluyendo lo real, entonces constituyen una ilusión, mientras controlan la mente y el método de vida. Impiden el libre juego de la intuición, con su poder para revelar el futuro inmediato; frecuentemente excluyen en su expresión el principio básico del sistema solar, el Amor, debido al control que ejerce algún principio temporario y secundario; de esta manera pueden constituir una “oscura y amenazante nube” que sirve para ocultar la “nube de cosas cognoscibles” (a la cual se refiere Patanjali en su último libro), esa nube de sabiduría que se cierne sobre el plano mental inferior y los estudiantes y aspirantes pueden penetrar y utilizar mediante el libre juego de la intuición.

Consideremos ahora la intuición, el opuesto de la ilusión, recordando que la ilusión aprisiona al ser humano en el plano mental y lo envuelve totalmente con formas mentales de creación humana, impidiéndole llegar a reinos superiores de conciencia o prestar ese servicio amoroso que debe ser rendido en los mundos inferiores donde se realiza y manifiesta el esfuerzo consciente.

El punto principal que quiero tratar aquí es el de la intuición, la fuente o el dispensador de la revelación. Mediante la intuición se revela en el mundo la progresiva comprensión de los métodos de Dios, en bien de la humanidad; [i136] se capta correlativamente la trascendencia y la inmanencia de Dios, y el ser humano puede así penetrar en ese conocimiento puro y razonamiento inspirado que le permitirá comprender no sólo los procesos de la naturaleza en su quíntuple expresión divina, sino también las causas que subyacen en los mismos, comprobándose que son efectos y no acontecimientos iniciáticos; mediante la intuición el ser humano llega a experimentar el Reino de Dios y a descubrir la naturaleza, los tipos de vida, los fenómenos y las características de los Hijos de Dios, cuando vienen a la manifestación. La intuición le hace conocer algunos de los planes y propósitos que se desarrollan a través de los mundos creados y manifestados y le muestra de qué manera él y el resto de la humanidad pueden colaborar y apresurar el propósito divino, haciéndole también conocer progresivamente las leyes de la vida espiritual, leyes que rigen a Dios Mismo, condicionan a Shamballa, y guían a la Jerarquía, a medida que es capaz de valorarlas y trabajar con ellas.

Cuatro son los tipos de personas propensas a la revelación mediante el despertar de la intuición:

1.Los que pertenecen a la línea de los salvadores mundiales. Hacen contacto con el plan divino y lo perciben, y están comprometidos a servir y a trabajar para la salvación de la humanidad. Poseen distintos y variados grados de comprensión, que van desde el ser humano que trata de revelar la divinidad de su propia vida a su pequeño círculo inmediato (por los cambios y efectos producidos en su vida personal), hasta esos grandes Intuitivos y Salvadores mundiales, tales como Cristo. Probablemente el primer caso es motivado por una crisis intuitiva que ha reconstruido al ser humano totalmente, proporcionándole un nuevo sentido de valores: el último puede, a voluntad, ascender hasta el mundo de la percepción y de los valores [i137] intuitivos y comprobar allí la voluntad de Dios y la amplia visión del Plan. Estos grandes Representantes de la Deidad disponen de la libertad que otorgan la Ciudad Sagrada (Shamballa) y la Nueva Jerusalén (la Jerarquía). De allí que sean excepcionales debido a sus contactos, y que hasta ahora hayan existido relativamente muy pocos.

2.Los que pertenecen a la línea de los profetas. Establecen contacto con el Plan en elevados momentos intuitivos y saben lo que contiene el futuro inmediato. No me refiero aquí a los profetas hebreos, tan familiares para Occidente, sino a todos aquellos que perciben con claridad lo que debe hacerse para llevar a la humanidad de la oscuridad a la luz, teniendo por base, la situación tal como existe y mirando hacia un futuro de divina consumación. Poseen una clara imagen mental de lo que es posible realizar, y el poder para señalarlo a los pueblos de su época. Necesariamente incluye a quienes tienen una visión relativamente clara del cuadro y objetivos cósmicos y a quienes simplemente ven el próximo paso que ha de dar la raza o la nación. Isaías y Ezequiel fueron los únicos profetas hebreos que tuvieron una profética y verdadera visión cósmica. Los otros eran pequeños seres humanos inteligentes que, por el análisis y la deducción, determinaron el futuro inmediato e indicaron las posibilidades inmediatas, pero no tuvieron una intuición reveladora directa. En el Nuevo Testamento, Juan, el discípulo amado, tuvo el privilegio de percibir un cuadro cósmico y una verdadera visión profética, que personificó en el Apocalipsis, siendo el único que logró esto, y lo hizo debido a su amor profundo, sabio e incluyente. Su intuición fue enfocada a través de la profundidad e intensidad de su amor como sucedió con su Maestro, el Cristo.

3.Los verdaderos sacerdotes. Son sacerdotes por vocación espiritual y no por elección. La errónea interpretación de las atribuciones y deberes de un sacerdote ha conducido a la Iglesia (en Oriente y en Occidente) a su desastrosa [i138] posición autoritaria. La mayor parte del clero de las religiones de todo el mundo carece de ese amor a Dios y del verdadero incentivo espiritual que reconoce a Dios inmanente en toda la naturaleza y expresa singularmente dicha divinidad en el ser humano. No los guía el amor, ni los orienta ni les sirve de intérprete. De aquí el dogmatismo de los teólogos, su ridícula y profunda convicción de que su interpretación es correcta, su frecuente crueldad, embozada en su enunciación de correctos principios y buenas intenciones, aunque también existe el verdadero sacerdote en todas las religiones. Es amigo y hermano de todos; debido a su profundo amor posee sabiduría; despierta su intuición (si es de tipo mental y posee entrenamiento mental), siendo la revelación su recompensa. Reflexionen sobre esto. Los verdaderos sacerdotes no abundan ni se encuentran sólo en las denominadas “órdenes sagradas”.

4.Los místicos u ocultistas prácticos. Éstos, en virtud de una vida discip1inada, una ardiente aspiración y un intelecto entrenado, han podido evocar la intuición y, por lo tanto, están personalmente en contacto con la verdadera fuente de la divina sabiduría. Su función consiste en interpretarla y formularla en sistemas transitorios de conocimiento. Existen muchos de ellos, trabajan pacientemente hoy en el mundo y no son conocidos ni buscados por los irreflexivos. Deben «congregarse» en esta hora de necesidad mundial y hacer que su voz sea escuchada con claridad. Dichas personas están convirtiendo el sentido de dualidad en una unidad conocida; su preocupación por la realidad y su hondo amor hacia la humanidad les ha despertado la intuición. Cuando tiene lugar este despertar, desaparecen las barreras, y el verdadero conocimiento, como resultado de la sabiduría revelada, constituye la ofrenda de tales personas a su raza y a su época.

Estos cuatro grupos se ocupan de reemplazar la ilusión por la intuición, lo cual constituye la resolución inicial de los pares de opuestos, porque no existe tal resolución sin la ayuda del intelecto, pues el intelecto por medio del análisis, la discriminación [i139] y el correcto razonamiento–indica lo que debe hacerse.

b. Contraste entre Espejismo e Iluminación.

Uno de los símbolos más apropiados, mediante el cual podemos vislumbrar la naturaleza del espejismo, es imaginarnos el plano astral en tres de sus niveles (segundo, tercero y cuarto, contando de arriba abajo), como un país cubierto por una densa bruma de diversas densidades. La luz del individuo común, similar a la de los faros de un automóvil, que poseen su propio reflector, sirve sólo para intensificar el problema y no penetra las nieblas ni las brumas. Simplemente las pone de relieve, de manera que su densidad y sus efectos desalentadores llegan a ser más evidentes. Revela la condición de la bruma y nada más. Lo mismo ocurre en el plano astral en relación con el espejismo; la luz autoinducida y autogenerada que está en el individuo, no puede penetrar ni disipar las brumosas penumbras ni las condiciones miasmáticas. La única luz que puede disipar las brumas del espejismo y evitar sus malos efectos en la vida, es la del alma, que como haz de luz pura y disipadora, posee la curiosa y singular cualidad de revelar, disipar e inmediatamente iluminar. La revelación concedida, diferente a la de la intuición, revela aquello que el espejismo vela y oculta, siendo una revelación peculiar del plano astral condicionada por sus leyes. Esta particular utilización de la luz del alma adopta la forma de una concentración de luz (emanando del a1ma, vía la mente) enfocada sobre el espejismo particular o específico, general y mundial; así se revela la naturaleza del espejismo, se descubre su cualidad y fundamento y se pone fin a su poder mediante un constante y prolongado período de concentración, dedicado a disipar dicha condición.

[i140] En la tercera parte de este libro consideraremos detalladamente la técnica para emplear la luz científicamente; por lo tanto, no elaboraré el tema ahora. Únicamente me ocuparé de aquello que les permitirá, como grupo, iniciar su tan esperada tarea para resolver el problema de disipar el actual espejismo mundial al menos en algunos de sus aspectos. No definiré aquí el espejismo ni daré ejemplos de su actividad, como lo hice con la ilusión y su opuesta analogía, la intuición, puesto que ya he abarcado el tema con bastante amplitud en la primera parte, la cual sólo tienen que leer y consultar respecto a lo que voy a impartirles ahora.

Sin embargo, definiré brevemente lo que significa iluminación, pidiéndoles que tengan en cuenta que aquí no estamos tratando con la iluminación que revela la realidad o la naturaleza del alma, o que esclarece la visión que tienen ustedes del reino del alma, sino la iluminación que arroja el alma al mundo del plano astral. Esto implica el uso consciente de la luz y su empleo, primero, como faro que escudriña el horizonte astral, localizando el espejismo, causa de las dificultades, y segundo, como enfocada distribución de luz, dirigida intencionalmente a esa zona del plano astral en que se ha determinado realizar un esfuerzo para disipar la bruma y niebla concentradas allí.

En consecuencia existen ciertas premisas básicas que podrían exponerse de la manera siguiente:

1. La cualidad y la principal característica del alma es luz. Por lo tanto, si el discípulo y el trabajador han de emplear esa luz y expresar esa cualidad, ante todo deben establecer y reconocer el contacto con el alma, a través de la meditación.

2. La cualidad del plano astral su principal característica [i141] es el espejismo. Es el campo donde debe librarse la gran batalla de los pares de opuestos, siendo la expresión de antiguos deseos ilusorios, engañosos y falsos por un lado, y por otro un elevado anhelo espiritual por aquello que es real y verdadero. Debe recordarse que el deseo astral, la emotividad errónea y egoísta, la reacción astral a las realidades de la vida diaria, no son naturales del alma y constituyen oportunamente una condición que sirve para velar totalmente la verdadera naturaleza del ser humano espiritual.

3. Debe entonces establecerse una relación entre el alma y el plano astral, vía el cuerpo astral del discípulo. Éste debe considerar al cuerpo astral como el mecanismo que responde al mundo de las emociones y como el único instrumento por el cual su alma puede hacer contacto con ese nivel de expresión temporario o breve, según el caso. El discípulo tiene, por lo tanto, que establecer contacto con el alma y hacerlo conscientemente y con el necesario énfasis, para poder llevar la luz del alma a su propio cuerpo astral y allí aprender a enfocarla en el centro llamado plexo solar y, desde ese punto de realización, trabajar en el plano astral en la ardua tarea de disipar el espejismo.

4. Cuando se ha establecido esta línea de contacto, y el alma, el cuerpo astral y el plano astral están íntimamente relacionados, el discípulo debe llevar la luz enfocada en el plexo solar (donde ha sido localizada momentáneamente) al centro cardíaco, debiendo mantenerla constantemente allí y trabajar consistente y perseverantemente desde ese centro superior. Podría aquí repetir una antigua instrucción para discípulos, extraída de los Archivos de la Jerarquía, que se refiere a este proceso específico. Les daré una breve e inadecuada paráfrasis de esta antigua expresión simbólica: [i142]

“El discípulo permanece, y de espaldas a la bruma ilusoria mira hacia el Oriente, desde donde debe fluir la luz. Dentro de su corazón acopia toda la luz disponible y, desde ese punto de poder entre los omóplatos, la luz brilla”.

5. El discípulo debe evitar toda sensación de tensión o tirantez y aprender a trabajar con fe pura y amor. Cuanto menos sienta y se preocupe por sus propios sentimientos o sensación de realización o no realización, habrá mayor probabilidad de que el trabajo prosiga con eficacia y el espejismo sea lentamente disipado. En esta tarea no hay prisa. Lo muy antiguo no puede ser disipado inmediatamente, no importa cuán buena sea la intención y la exactitud con que se capte la técnica necesaria.

Como habrán podido observar, existen elementos peligrosos en este trabajo; a no ser que los miembros del grupo estén alerta y cultiven el hábito de vigilar cuidadosamente, pueden sufrir el sobre estímulo del plexo solar, hasta haber dominado el proceso de transferir rápidamente la luz del alma y la innata luz del cuerpo astral, enfocadas ambas en el plexo solar, al centro cardíaco, entre los omóplatos. Por lo tanto, les advertiré a cada uno y a todos, que vayan con mucho cuidado y si sufren algún trastorno en el plexo solar o se produce una acrecentada inestabilidad emocional, no deben preocuparse indebidamente. Les pido que consideren el fenómeno de perturbación, simplemente como una dificultad momentánea, incidental al servicio que están tratando de prestar. Si sólo le prestan esta inteligente atención, sin afectarse o perturbarse, no tendrán malos resultados.

[i143] Referente al trabajo grupal mencionado en estas líneas, continuarán con la meditación grupal como indiqué en (Discipulado en la Nueva Era, Vol. I. pág. 61 edición inglesa) y luego, – cuando hayan llegado a la Tercera Etapa de la meditación grupal– trabajarán juntos de la manera siguiente:

1. Habiéndose vinculado con los hermanos del grupo, luego se han de llevar a cabo las indicaciones dadas simbólicamente en el antiguo escrito que he parafraseado anteriormente.

Vincularse conscientemente con el alma y comprender que dicha vinculación es una Realidad.

Llevar la luz del alma, mediante el poder de la imaginación creadora, directamente al cuerpo astral y desde allí al centro denominado plexo solar –la línea de menor resistencia.

Transferir la luz del alma y la innata luz del cuerpo astral desde el centro del plexo solar al centro cardíaco, por un acto definido de la voluntad.

2. Luego, imaginativamente, volver la espalda al mundo del espejismo, enfocando en el alma el ojo de la mente, cuya naturaleza es amor.

3. Entonces se ha de dejar que transcurran algunos minutos a fin de estabilizarse para realizar el trabajo, y en forma definida y consciente enfocar en el centro cardíaco la luz disponible, proveniente de todas las fuentes. Imaginar a ese centro, entre los omóplatos, como un sol radiante. Podría señalar aquí que ese centro, en el individuo, es la analogía microcósmica del “Corazón del Sol” que está siempre dirigido por el “Sol central espiritual”, localizado en la cabeza. Deben imaginarlo con toda claridad en la conciencia, pues implica la actividad dual, aunque sintética, de la cabeza y el corazón.

4. [i144] Después se ha de visualizar un haz amplio y brillante, de luz blanca y pura, que fluye del centro cardíaco, entre los omóplatos, y va hacia al espejismo ya localizado, que el grupo está tratando de disipar. Dónde está ubicada esta zona lo mencionaré, a continuación:

5. Cuando inspirados por el deseo y la fuerza hayan definido esto con toda claridad en sus mentes y visualizado claramente el cuadro simbólico, entonces visualizarán el haz de luz individual fusionado con los haces que proyectan sus hermanos de grupo. De esta manera una gran afluencia de luz dirigida, proveniente de varios aspirantes entrenados (¿están ustedes entrenados, mis hermanos?), afluirá a esa zona de espejismo que, supongo, están tratando de disipar.

6. Realicen este trabajo durante cinco minutos con intensa concentración, luego procedan como se indicó en la Cuarta Etapa del delineamiento de la meditación.

Al definir la iluminación como la antítesis del espejismo, es evidente que mis observaciones deben estar limitadas lógicamente a ciertos aspectos de la iluminación y solamente concernirán a esos modos de trabajar en forma dirigida y a esas presentaciones del problema que se referirán al empleo de la luz en el plano astral y, particularmente, en conexión con el trabajo que ustedes se han propuesto realizar. Existen muchas otras posibles definiciones, porque la luz del alma es como un inmenso faro, cuyos haces luminosos pueden ser dirigidos en muchas direcciones y enfocados en muchos niveles. Sin embargo, únicamente nos interesa aquí su uso especializado.

La iluminación y la luz del conocimiento son consideradas términos sinónimos; muchos espejismos deben ser disipados y dispersados cuando están sujetos a la potencia de la mente informativa, porque la mente es esencialmente el subyugador de la emoción,mediante la presentación de un hecho. El problema consiste en [i145] inducir al individuo, la raza o la nación, que actúa bajo la influencia del espejismo, a que invoque el poder mental de analizar la situación y someterla a un sereno y frío escrutinio. El espejismo y la emoción se intercambian mutuamente y la emotividad, por lo general, es tan intensa, en relación con el espejismo, que resulta imposible introducir la luz del conocimiento con facilidad y efectividad.

La iluminación y la percepción de la verdad son también términos sinónimos, pero debe recordarse que la verdad, en este caso, no es la verdad existente en los planos abstractos cognoscibles verdad que puede ser formulada y expresada en términos y fórmulas concretas. Cuando entra la luz de la verdad el espejismo desaparece automáticamente, aunque sea sólo durante un período breve. Aquí nuevamente surge una dificultad, porque a muy pocas personas les interesa enfrentar la verdad real, pues implica que han de abandonar oportunamente el tan apreciado espejismo, adquirir la capacidad de reconocer el error y admitir las equivocaciones, y esto no lo permitirá el falso orgullo de la mente. Puedo asegurarles que la humanidad es uno de los factores más poderosos para liberar el poder iluminador de la mente, cuando refleja y trasmite la luz del alma. El enfrentar en forma determinada la vida real y reconocer decididamente la verdad –fría, serena y desapasionadamente– facilitará enormemente la evocación de la afluencia de luz que bastará para disipar el espejismo.

Ya que estamos tratando el problema del espejismo y de la iluminación, podría ser de valor aquí ocuparnos de un determinado espejismo, y pediría al grupo que ayude a disiparlo. Me refiero al espejismo de la separatividad. El trabajo a realizar en esta línea tendrá implicaciones muy prácticas y saludables, porque ninguno de ustedes (como lo descubrirán) será capaz de trabajar eficazmente en este asunto si tiene cualquier sensación de separatividad; esta reacción separatista puede expresarse como odio, antipatía activa o crítica verbal [i146] –y quizás en algunos casos, como las tres. Existen fuerzas que personalmente pueden ser consideradas como separatistas o causa de separación. Quiero recordarles que los muy apreciados puntos de vista y las muy queridas creencias de aquéllos contra quienes ustedes mentalmente se oponen (a menudo bajo el disfraz de una firme adhesión a lo que consideran como correctos principios) son para ellos correctos y a su vez creen que los puntos de vista de ustedes son erróneos y los consideran como separatistas en sus efectos y base de las dificultades. En su posición, son tan sinceros como ustedes y están tan ansiosos de lograr la actitud correcta también como ustedes. Esto con frecuencia se olvida y quiero recordárselos. Podría también ilustrar este punto señalándoles que el odio o (si les parece muy fuerte la palabra odio) la antipatía que algunos de ustedes puedan sentir por las actividades que desarrolla el gobierno alemán y por lo que se ha hecho contra el pueblo judío podría, con igual justificativo, volcarse contra los mismos judíos. Éstos han sido siempre separatistas y se han considerado como “los elegidos del Señor” y nunca se han asimilado a ninguna nación. Lo mismo puede decirse de los alemanes, pues evocan en otras personas la misma reacción que ellos sienten contra los judíos, aunque no los persigan físicamente. Ninguna de esas actitudes, como bien saben, se justifica desde el ángulo del alma; ambas son erróneas, y éste es un punto de vista que el judío y el antijudío deben comprender oportunamente y, por medio de la comprensión, darle fin.

Menciono esto porque voy a pedirles que se ocupen de este antiguo y mundial espejismo –el espejismo del odio contra el judío. Entre los miembros de este grupo existen aquéllos que, por lo menos en pensamiento, son violentamente antialemanes, y otros, definida, aunque inteligentemente, antijudíos. Les pediría a aquellos que cultivan estas tendencias que reconozcan el problema que los enfrenta. [i147] Es tan antiguo y se halla tan profundamente arraigado en la conciencia de la raza, que es mucho más grande de lo que el individuo puede visualizar; en consecuencia, el punto de vista individual es tan limitado, que la utilidad constructiva se perjudica grandemente. Después de todo, el punto de vista del “perseguido” no es necesariamente el único ni tampoco el correcto. Los alemanes y los judíos merecen nuestro amor impersonal, especialmente porque ambos son culpables (si es que cabe el término) de cometer las mismas faltas y errores básicos. El alemán es poderosamente consciente de la raza, igual que el judío. El alemán es separatista en su actitud hacia el mundo y también lo es el judío. El alemán insiste hoy en la pureza racial, cosa que el judío ha insistido durante siglos. Un pequeño grupo de alemanes son anticristianos, igualmente lo son un pequeño número de judíos. Podría continuar acumulando semejanzas, pero las mencionadas bastarán. Por lo tanto, la antipatía que ustedes sienten por un grupo, no tiene mayor justificativo que el negarse a reconocer y justificar las actividades y actitudes de los otros. Lo semejante con frecuencia rechaza y se aparta de lo semejante, y los alemanes y los judíos son curiosamente semejantes. Así como innumerables ingleses y la mayor parte de los británicos son romanos que han reencarnado, también muchos alemanes son judíos que han reencarnado. De allí la similitud de sus puntos de vista. Ésta es una querella familiar, y nada hay más terrible que esto.

Les voy a pedir que en su meditación grupal incluyan a los alemanes y a los judíos y envíen el amor grupal a esa separación que existe en la familia humana entre hermanos. Por lo tanto traten, antes de iniciar la meditación, de liberarse emocional y mentalmente de todo antagonismo y odio latente, cualquier idea preconcebida de lo correcto o incorrecto, para que puedan simplemente apoyarse en el amor de sus almas, recordando que [i148] los judíos y los alemanes son almas como ustedes y de idéntico origen y con objetivos y experiencias vitales.

Cuando difundan la corriente de luz blanca y pura (como les indiqué en la Tercera Etapa), procuren que afluya a través de ustedes, con pureza y claridad, como una sola corriente. Luego traten de seccionarla en partes o porciones iguales una corriente de luz y amor viviente dirigida a los judíos y la otra a los alemanes. Lo que tendrá valor es la cualidad del amor y no la exactitud del análisis ni la perfección de la técnica.

c. Contraste entre Maya e Inspiración.

Entramos aquí definitivamente en el ámbito de la sustancia material, siendo esencialmente y en forma particular, el reino de la fuerza. Maya es predominantemente, para el individuo, el conjunto de fuerzas que controlan sus septenarios centros de fuerza, excluyendo, debo recalcarlo, la energía controladora del alma. Observarán por lo tanto, que toda la humanidad, hasta que el ser humano llega al Sendero de Probación, se halla controlada por maya, porque un ser humano sucumbe a maya cuando es controlado por cualquier fuerza o fuerzas, no por energías que provienen directamente del alma, que condicionan y controlan a las fuerzas menores de la personalidad, como oportuna e inevitablemente deben hacerlo y lo harán.

Cuando un ser humano está controlado por las fuerzas físicas, astrales y mentales, está convencido de que tales fuerzas para él son correctas. Aquí reside el problema de maya. Sin embargo, cuando dichas fuerzas controlan al ser humano, se manifiestan como actitud separatista y producen un efecto que nutre y estimula la personalidad y no permite penetrar la energía del alma, la verdadera individualidad. Este análisis deberá ser iluminador para ustedes. Si hombres y [i149] mujeres permitieran que el verdadero ser humano interno o espiritual analice sus vidas más concienzudamente, podrían determinar qué combinación de energía condiciona la actividad de sus vidas y no continuarían actuando –como hasta ahora– tan ciega, inadecuada e ineficazmente.

Por esta razón tienen tanto valor e importancia el estudio y la comprensión de los móviles, pues tal estudio determina intelectualmente(si es investigado con propiedad) qué factor o factores inspiran la vida diaria. Esta afirmación es digna de una cuidadosa consideración. Les preguntaría: ¿Cuál es el principal móvil que los hace actuar? Cualquiera que sea, condiciona y determina la tendencia predominante en su vida.

A muchas personas, particularmente la masa ignorante, sólo les inspira el deseo ––material, físico y momentáneo. El deseo animal por satisfacer los apetitos animales; el deseo material por los bienes y las comodidades de la vida material; el deseo de obtener “cosas”, comodidades y seguridad económica, social y religiosa– controla a la mayoría. El ser humano se halla influido por la forma más densa de maya, estando las fuerzas de su naturaleza concentradas en el centro sacro. Otros están impulsados por cierta forma de aspiración o ambición aspiración por algún paraíso material (la mayoría de las religiones pintan al cielo de esta manera), ambición de poder, deseo de satisfacer los apetitos emocionales o estéticos y poseer realidades más sutiles, tranquilidad emocional, equilibrio mental y seguridad de que los deseos superiores serán cumplidos. Todo esto es maya en su forma emotiva, y no es lo mismo que espejismo. En el caso del espejismo, las fuerzas de la naturaleza del ser humano están asentadas en el plexo solar; en el caso de maya, están asentadas en el centro sacro. El espejismo es sutil y emocional. Maya es tangible y etérico.

[i150] Las fuerzas de maya actúan, motivan y energetizan la vida del individuo común. Se halla indefenso bajo su influencia porque le inspiran todo su pensamiento, aspiración y deseo y todas sus actividades en el plano físico. Su problema es doble:

1 - Permitir que todos sus centros sean inspirados por el alma.

2 -Trasmutar las fuerzas de los centros inferiores que controlan la personalidad, en las energías de los centros situados encima del diafragma, las cuales responden automáticamente a la inspiración del alma.

Este pensamiento explica en qué consiste el poder y el valor simbólico de los ejercicios de respiración, cuya finalidad es lograr que el alma controle, aunque los métodos empleados son, en la mayoría de los casos, definidamente indeseables; sin embargo el desarrollo incipiente de la vida mental, inevitablemente determinará y condicionará. Los métodos empleados, quizás no resguarden de ciertos males y resultados desastrosos, al indefenso cuerpo físico; sin embargo, a la larga y en último análisis, podrán condicionar la experiencia futura (probablemente en otra vida) en tal forma que, el aspirante, estará más capacitado para actuar como alma, que quizás de otra manera no lo hubiese hecho.

Al finalizar con esta particular instrucción sobre el espejismo, quisiera llamar la atención del grupo, sobre las frases esotéricas que di a D. L. R. antes de que abandonara el grupo. Están relacionadas definidamente con el trabajo grupal y quisiera que las estudiaran y consideraran cuidadosamente. El Antiguo Comentario, al referirse a aquéllos cuyo dharma consiste en disipar el espejismo del mundo, utiliza las siguientes frases iluminadoras:

“Llegan y permanecen. Permanecen en medio de formas que giran unas de rara belleza y otras de [i151] horror y desesperación, no miran aquí o allá, sino que permanecen con sus rostros hacia la luz. Así, a través de sus mentes, fluye la pura luz que disipa las brumas.

“Llegan y descansan. Cesa su tarea externa, haciendo una pausa para realizar un trabajo diferente. En sus corazones hay sosiego. No corren de un lado a otro, sino que constituyen un punto de paz y reposo. Aquello que en la superficie vela y oculta lo real empieza a desaparecer, y desde el corazón en reposo se proyecta un haz de fuerza disipadora, que se mezcla con la luz brillante, entonces las brumas creadas por el ser humano desaparecen.

“Llegan y observan. Poseen el ojo de la visión y también el poder de dirigir correctamente la fuerza necesaria. Ven el espejismo del mundo, y al verlo, perciben detrás de él la verdad, la belleza y la realidad. Así, a través del ojo de budi, llega el poder de disipar los velos y los ondulantes espejismos de ese mundo ilusorio.

“Permanecen, descansan y observan. Ésa es su vida y tal el servicio que rinden a las almas de los seres humanos.”

Les recomiendo que reflexionen cuidadosamente sobre estas líneas. No sólo les dirán cuál es su campo de servicio grupal sino también la actitud deseable a seguir en la vida personal de cada miembro del grupo.

Quisiera también, en este punto, tratar ligeramente un factor de real importancia en este trabajo y repetir mi advertencia anterior: Recuerden que es particularmente esencial para este grupo, realizar el esfuerzo para liberarse de la irritabilidad, o de aquello que en el libro Agni Yoga se le denomina “peligrosidad” (palabra muy peculiar pero satisfactoria, hermanos míos) es particularmente esencial para este grupo? La irritabilidad prevalece excesivamente en estos días de tensión nerviosa y pone [i152] en peligro el progreso, retardando los pasos del discípulo que recorre el Camino. Puede producir una peligrosa tensión grupal si está presente en alguno de ustedes; esta inducida tensión grupal puede interferir en el libre juego del poder y la luz, y se supone que ustedes han de utilizar, aunque los otros miembros del grupo sean inconscientes de la fuente de emanación. La irritabilidad genera, de manera definida, un veneno que se localiza en la región del estómago y del plexo solar; es una enfermedad, si puedo usar esta palabra, del centro llamado plexo solar y, en forma alarmante, es muy contagiosa. Por lo tanto vigilen cuidadosamente y recuerden que de acuerdo a como puedan vivir centrados en la cabeza y en el corazón, terminarán con la enfermedad de la “peligrosidad” y ayudarán a transferir las fuerzas del plexo solar al centro cardíaco.