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SEGUNDA PARTE - LAS CAUSAS DEL ESPEJISMO - Parte 1

SEGUNDA PARTE

LAS CAUSAS DEL ESPEJISMO

1. Crecimiento del Espejismo Racial e Individual [i94]

Emplearemos ahora la palabra “espejismo” para designar todos los aspectos de la decepción, ilusión, mala interpretación e incomprensión que enfrenta el aspirante en cada paso de su camino hasta que logra la unidad. Observen la palabra “unidad”, porque contiene el secreto de la desilusión, tal como se ha denominado esotéricamente al proceso de liberarse del espejismo. Les resultará evidente (si han estudiado estas instrucciones con cuidado) que el origen del espejismo está fundado principalmente en el sentido de dualidad. Si ella no existiera no habría espejismo; la percepción de la naturaleza dual de toda manifestación se halla en la misma raíz de la dificultad o dificultades que enfrenta la humanidad, en tiempo y espacio. Esta percepción tiene distintas etapas, siendo el gran problema de la entidad consciente, que es en sí una dificultad en el reino de la conciencia misma y realmente no es inherente a la sustancia o materia. El morador del cuerpo percibe erróneamente e interpreta incorrectamente lo que percibe, luego se identifica con aquello que no es él mismo; traslada su conciencia hacia un reino fenoménico que lo engolfa, alucina y aprisiona, hasta que comienza a sentirse inquieto o infeliz, presintiendo que algo anda mal. Finalmente llega a la conclusión de que él no es lo que parece ser y que el mundo fenoménico de apariencias no es idéntico a la realidad [i95] como lo suponía hasta entonces. Desde ese momento obtiene el sentido de dualidad, reconoce la “diversidad” y se da cuenta que su sentido de dualismo debe terminar, para emprender el proceso de unión, hasta lograr la unificación. Así, el ser humano en evolución comienza a observar y a enfrentar conscientemente sus dificultades teniendo por delante un largo período para “desprenderse del espejismo y penetrar en ese mundo donde sólo se conoce” la unidad. Las etapas que, en adelante, ha de atravesar, son las siguientes:

Primero: La etapa donde el mundo material es reconocido y valorado. Momentáneamente se convierte en la meta de toda actividad, y al negarse el individuo a reconocer la diferencia existente entre él y el mundo natural y material, trata de identificarse con éste y buscar satisfacción en los placeres y prácticas puramente físicas. Esta etapa se divide en dos partes.

1 - Cuando trata de satisfacer, respondiendo casi automáticamente a los instintos físicos, al sexo, alimento y calor. Estos son muy importantes para la conciencia del ser humano. La naturaleza animal del individuo se convierte en el centro del esfuerzo para lograr cierto sentido de unidad. Debido a que los impactos del ser humano sutil interno (como se lo denomina esotéricamente) son aún débiles, tiene lugar una unificación física momentánea que sirve para ahondar el espejismo y demorar el progreso hacia la liberación.

2 - Cuando busca, en el ámbito de las posiciones materiales, la satisfacción y el sentido de unidad y también establecer, en el plano físico, un centro de belleza y bienestar. Allí el ser humano puede sentirse como en su casa y no darse cuenta del creciente sentido de dualidad que va fortaleciéndose diariamente. Esta etapa sólo tiene lugar [i96] en épocas posteriores, cuando el aspirante está a punto de reorientarse hacia la verdad y dar los primeros pasos en el Sendero de Probación. Al finalizar el Sendero de Evolución se produce una analogía con la etapa recién mencionada, pero quien la experimenta es una persona muy diferente a aquélla que busca la síntesis, en la materialización de la belleza, en el plano externo. El ser humano sutil es el que ahora está comenzando a dominar.

Segundo: La etapa en que el ser humano llega a ser, antes que nada, consciente de la dualidad, expresada en las palabras “el ser humano y las fuerzas”. Llega a darse cuenta que él y toda la humanidad son víctimas de fuerzas y energías sobre las cuales no tiene control y llevan al individuo de un lado a otro. Llega también a ser consciente de fuerzas y energías que existen dentro de él, sobre las que tampoco tiene control y lo obligan a actuar de diferentes maneras, convirtiéndolo frecuentemente en la víctima de su propia rebeldía, de sus propios actos y energías dirigidas egoístamente. Aquí el ser humano descubre (primero inconsciente y luego conscientemente) la dualidad inicial el cuerpo físico y el cuerpo etérico o vital. Uno es el mecanismo de contacto en el plano físico, el otro, el mecanismo de contacto con las fuerzas, las energías internas y los mundos del ser. Este cuerpo vital controla y galvaniza al cuerpo físico en una actividad casi automática. Ya me he referido a esta dualidad en una instrucción anterior. Esta etapa es de gran dificultad para el ser humano como individuo y para la humanidad como un todo. Los seres humanos son aún tan ignorantes de “la realidad que brilla bajo la envoltura que la cubre” como lo expresa el Antiguo Comentario que resulta difícil, y al principio prácticamente imposible, obtener la verdadera percepción. Ciega e ignorantemente, los seres humanos tienen que contender con este primer par de opuestos, y es lo que sucede en el mundo, en esta época. Las masas comienzan a comprender que son víctimas y [i97] exponentes de fuerzas que no controlan ni comprenden. Quisieran controlarlas y están determinadas a hacerlo, siempre que sea posible. Esto constituye el problema más serio en los campos económico y gubernamental y en la vida diaria.

La tensión mundial de hoy consiste en que la fuerza física y la energía etérica están en pugna. No olviden lo que dije anteriormente, que la fuerza etérica está íntimamente relacionada con la Mónada, el aspecto espiritual más elevado. Es la vida misma que está a punto de exteriorizarse. De allí el énfasis puesto sobre el espíritu de la humanidad, sobre el espíritu de una nación y el espíritu de un grupo, Todo esto es el resultado de la lucha que se está librando entre este par de opuestos, en el campo de los asuntos humanos y de la vida humana individual común. Sin embargo, tal conflicto llevado al punto de síntesis y de unificación– trae la reorientación de la raza y del individuo hacia los verdaderos valores y hacia el mundo de la realidad. Si logra triunfar, conducirá al ser humano, como individuo, y a la masa, como un todo, hacia el Sendero de Purificación. Cuando estas energías están unificadas en el plano físico, tenemos una actividad centralizada y la determinación de seguir una dirección específica. Después de esto se produce la resolución (observen esta palabra y su empleo) de la dualidad en una unidad.

Esta resolución se convierte, en las primeras etapas (en lo que se refiere al tipo común de aspirante), en una momentánea unidad astral, apareciendo entonces el devoto centralizado, que se lo encuentra en todos los campos religioso, científico, político o en cualquier otro sector le la vida. Su unidad etérica, al producir reorientación, que da por resultado clara visión, captación de la verdad y visión del camino inmediato a seguir, sirve temporariamente para producir en el ser humano el espejismo por medio de la sensación de realización, seguridad, poder y destino. Prosigue [i98] ciega, furiosa y despiadadamente hasta que se enfrenta bruscamente con condiciones cambiantes, percibiendo otra situación mucho más difícil. Los pares de opuestos del plano astral lo encaran, convirtiéndose en Arjuna en el campo de batalla. Toda su sensación de unidad, dirección, seguridad y a veces de complaciente satisfacción desaparecen, perdiéndose en las brumas y los espejismos del plano astral. Tal es el dilema que tienen en la actualidad muchos discípulos bien intencionados, y a él me referiré momentáneamente, debido a que la tarea destinada a este grupo, cuando pueda actuar como tal, consiste en disipar parte del espejismo mundial. Algún día (y esperemos que sea pronto) éste y otros grupos similares deben, como grupo y bajo la dirección de su Maestro, perforar el espejismo del mundo a fin de que pueda entrar alguna luz e iluminación, para que los seres humanos, de allí en adelante, puedan hollar sin peligro el Camino.

Por lo tanto, para participar en esta tarea he elegido a varios aspirantes cuya tendencia es sucumbir al espejismo, aunque dos de ellos son menos propensos que los demás, y una de las razones por la que los he elegido se debe a que están relativamente liberados del espejismo; ellos son D. L. R. y D. P. R. Ambos deben mantenerse libres de cualquier tendencia hacia el espejismo, si desean servir correctamente a sus semejantes como yo quisiera. En las instrucciones personales daré indicaciones acerca de la tendencia que los lleva a ello. Los demás miembros del grupo son muy fácilmente propensos al espejismo, lo cual los angustia. Sin embargo, esto puede convertirse rápidamente en un haber. ¿Quién puede disipar el espejismo del mundo, sino aquéllos que lo reconocen por lo que es y lo han combatido en su vida diaria? ¿Cómo puede haber éxito en extirpar el espejismo del mundo mediante la iluminación, si esta iluminación no es producida por quienes han aprendido a dirigir el faro del alma en los lugares oscuros y a hacer desaparecer, [i99] como individuos, el espejismo que los circunda? No se desanimen por esta “debilidad ilusoria”, consideren el esfuerzo que realizan por comprender el problema y su capacidad de llegar a resoluciones en sus propias vidas, para contribuir a solucionar este estupendo problema mundial. Disipen su espejismo morando en la luz y manteniendo la mente firme en esa luz y aprendan a arrojarla sobre las brumas del espejismo del plano astral. No intenten resolverlo, como hacen con frecuencia algunos aspirantes diciendo: “Ahora comprendo”, mientras que lo único que hacen (y también muchos de ustedes) es reaccionar a una auto evidente verdad esotérica.

Tercero: A la etapa del espejismo se la denomina a menudo la experiencia de Arjuna. Actualmente el Arjuna mundial está enfrentando los pares de opuestos, así como lo hace el discípulo individual que está preparado –cuando estos pares de opuestos se han resuelto en una unidad para hollar el Sendero del Discipulado. Se puede decir que:

1 - En todos los países, las masas luchan con el primer par de opuestos, en el plano físico. Cuando haya tenido lugar la “resolución” dichas masas entrarán en el Sendero de Purificación. Esto ya se está efectuando rápidamente. Podría agregarse que es un proceso largo y lento porque, en esta etapa, la conciencia no es la percepción inteligente del individuo reflexivo sino la ciega conciencia del individuo físico, más las fuerzas mismas de la naturaleza. 

El ciudadano común educado, de todos los países, está enfrentando actualmente la experiencia de Arjuna y los pares de opuestos del plano astral. De allí el intenso sentimentalismo que prevalece en el mundo y también la búsqueda por obtener iluminación mediante la educación, la religión y los numerosos métodos de instrucción mental y el consiguiente [i100] desarrollo del conocimiento, la sabiduría y las correctas relaciones. Estas personas, por lo general, pueden ser clasificadas en dos clases:

a. Las que son conscientes de la necesidad de decidir y discriminar, cuando piensan y eligen, pero que todavía no se dan cuenta plenamente de las implicaciones e indicaciones. Se la denomina la “etapa de la incertidumbre de Arjuna” y a los espejismos racial, nacional e individual existentes, han agregado el espejismo espiritual que densifica la bruma.

b. Los que han salido de estas condiciones y están llegando a ser conscientes de su problema. Ven los pares de opuestos y están entrando en la “etapa de reconocimiento, en la liberación de Arjuna”. Vislumbran la Forma de Dios y la Realidad que mora dentro de esa Forma, y están por decidir que el Guerrero continúe la lucha. Entonces, cuando hayan decidido y elegido correctamente,“se levantarán y lucharán” y no estarán ya en el Sendero de Purificación sino en el Sendero del Discipulado.

Ustedes ya están familiarizados con esta etapa; los aspirantes de este grupo de estudiantes no necesitan de mis instrucciones para hollar ese sendero que los sacará del espejismo y los llevará a la luz. Las reglas son bien conocidas: los espejismos a los cuales son susceptibles les son también familiares; los espejismos hacia los cuales tiende la humanidad son también muy conocidos por ustedes. Sólo les resta seguir el antiguo camino de la Raja Yoga y emplear la mente como medio de dispersión, aprendiendo así a permanecer en la “luz” entre los pares de opuestos y a través de esa “luz”, alcanzar la liberación, hollando el noble sendero medio. A veces pienso que saben mucho teóricamente, pero que han realizado [i101] muy poco. Entonces me pregunto, si no asumo una responsabilidad indebida dándoles más instrucciones; pero les recuerdo que no sólo escribo para ustedes sino también para otros, teniendo poco tiempo para realizar este servicio particular.

La resolución de estas dualidades tiene lugar cuando el alma, el verdadero ser humano espiritual, no se identifica ya con ninguno de los opuestos, sino que se mantiene libre en este camino medio; el discípulo ve ante sí “el Camino iluminado”, aprendiendo a recorrerlo sin ser atraído por los mundos del espejismo que se extienden a ambos lados. Va directamente hacia su meta.

3. La etapa en que el ser humano reflexivo e inteligente, ya sea discípulo, aspirante bien intencionado o iniciado de primero o segundo grados, debe aprender a distinguir entre la verdad y las verdades, el conocimiento y la sabiduría, la realidad y la ilusión. Cuando esta etapa ha sido superada lo conduce a la tercera iniciación, donde la personalidad (propensa al maya, espejismo e ilusión) permanece libre. Experimenta de nuevo una sensación de unificación. Esto se debe al desarrollo del sentido de la intuición, que pone en manos del discípulo un instrumento infalible 

para discriminar y discernir. Su percepción se agudiza y se halla relativamente libre del engaño y de las erróneas identificaciones e interpretaciones.

Habrán observado en qué forma la carrera de la vida del ser humano ha progresado, de una crisis de dualidad, a una de relativa unidad, sólo para hallar que ese sentido de unificación ha sido perturbado por un renovado reconocimiento de que existe una dualidad superior y más profunda. Esta dualidad produce momentáneamente otra brecha en la vida del ser humano, y así se reinicia el torturante proceso de establecer un puente o de “salvar esotéricamente” [i102] esa brecha que existe en la continuidad de la conciencia espiritual. Les recordaré aquí que esa sensación de paz o percepción de la separación es en sí una ilusión, de la misma naturaleza del espejismo, y se funda en el sentido ilusorio de identificarse con aquello que no es el yo o alma. El problema puede ser resuelto totalmente si la conciencia deja de identificarse con las experiencias inferiores y se identifica con el ser humano real y verdadero.

4.Etapa tras etapa, el ser humano ha progresado de un estado de ilusión o de espejismo a otro, de un punto de oportunidad discriminativa a otro, hasta que ha desarrollado en sí mismo tres capacidades fundamentales:

a. La capacidad de manejar fuerza.

b. La capacidad de hollar el camino medio entre los pares de opuestos.

c. La capacidad de utilizar la intuición.

Ha desarrollado dichas capacidades resolviendo los pares de opuestos en los planos físico, astral y mental inferior. Ahora enfrenta la resolución culminante, equipado con estos poderes. Se hace consciente de esas dos grandes entidades aparentemente antagónicas (con las que se encuentra conscientemente identificado), el Ángel de la Presencia y el Morador en el Umbral. Detrás del Ángel presiente tenuemente, no a otra dualidad sino a una gran Identidad, una viviente Unidad que –a falta de mejor término– denominamos presencia.

Descubre entonces que el camino de salida, en este caso, no lo constituyen el método de manejar fuerza, el desentenderse de los pares de opuestos ni el correcto reconocimiento a través de la intuición, sino que ambos, el Morador y el Ángel, deben encontrarse; la entidad inferior debe ser “oscurecida” en la “luz” u “obligada a desaparecer dentro de la [i103] radiación”. Dicha tarea debe llevarla a cabo la más evolucionada de las dos entidades, aquélla con la cual el discípulo o el iniciado se identifican consciente y deliberadamente. Este proceso lo trataremos más adelante. Tal es el problema que enfrenta el iniciado antes de recibir las tres iniciaciones finales.

Debe recordarse que ninguna de estas tres etapas, en realidad, está separada entre sí por definidas líneas de demarcación, ni se suceden correlativamente. Se superponen y frecuentemente se suceden con simultaneidad parcial. Sólo cuando el discípulo enfrenta ciertas iniciaciones, despierta a la realidad de estas diferencias. Por lo tanto se puede afirmar que:

1 - En la primera iniciación, el discípulo demuestra haber resuelto las dualidades en el plano físico y que puede imponer correctamente la energía etérica (la más elevada de las dos) sobre la energía física.

2 - En la segunda iniciación, el iniciado demuestra que puede elegir entre los pares de opuestos y proseguir decididamente en el “camino medio”.

3 - En la tercera iniciación, el iniciado puede emplear la intuición para percibir correctamente la verdad; en esta iniciación percibe la primera y real vislumbre del Morador en el Umbral y del Ángel de la Presencia.

R - En la cuarta iniciación el iniciado demuestra su capacidad para lograr una total unificación entre el aspecto superior e inferior del alma en manifestación, y ve cómo el Morador en el Umbral se convierte en el Ángel de la Presencia.

5 - En la quinta iniciación y aquí fracasan las palabras para expresar la verdad ve al Morador en el Umbral, [i104] al Ángel y a la Presencia, convertidos en una síntesis divina.

Por lo tanto surge el interrogante, ¿qué es lo que produce este espejismo y esta ilusión? El tema es tan vasto (abarcando todo el campo de la historia planetaria) que sólo puedo indicar algunas de las causas. Hasta ahora muy pocas han sido susceptibles de ser corregidas, excepto en los casos individuales. Esto significa que cuando alcanzan el punto de evolución en que pueden identificarse con su aspecto superior, el alma, e introducir la energía del alma para neutralizar, subyugar y dominar las fuerzas inferiores de la personalidad, entonces inevitablemente pueden corregirlas. Cuando llegue el momento en que un sinnúmero de personas se dé cuenta del espejismo mundial (al descubrirlo y experimentarlo en sus propias vidas), encararemos el problema en forma grupal. Entonces atacaremos definitivamente el espejismo mundial y, cuando ello suceda, hablando esotéricamente, “se producirá una abertura que permitirá entrar la luz del orbe solar. Las brumas desaparecerán lentamente, subyugadas por la radiación solar, y los peregrinos hallarán entonces el camino iluminado que conduce, desde el centro de la bruma, directamente hacia el portal de la luz”.

Con la intención de descubrir hasta dónde los aspirantes y discípulos del mundo han comprendido y manejado este problema, se ha permitido emprender un experimento, tal como el que se lleva a cabo en estos grupos.

2. Causas que Producen el Espejismo Mundial

Las causas que producen el espejismo mundial pueden dividirse en tres grupos: [i105]

1 - Causas planetarias.

2 - Causas iniciadas por la misma humanidad.

3 - Causas inducidas por cualquier individuo, no obstante basadas en los dos grupos de factores condicionantes citados anteriormente.

a. Las Causas Planetarias son dos y están más allá de la comprensión finita de ustedes. Sólo las menciono y les pido que las acepten como conjeturas razonables y posibles hipótesis exactas:

Causas inherentes a la sustancia misma. Los átomos, con los cuales están construidas todas las formas, han sido heredados de un universo o sistema solar anterior y, por lo tanto, están matizados con los resultados de esa gran manifestación creadora. Los efectos producidos en esa expresión de la existencia divina constituyen los factores predisponentes o las causas iniciales en el actual sistema solar y en la vida planetaria. Estos factores condicionantes y heredados no pueden ser evitados. Determinan la naturaleza del impulso de la vida, la orientación del desarrollo evolutivo y las tendencias innatas que poseen todas las formas, así como la capacidad para crecer y desarrollarse, orientar el tipo correspondiente, expresar en tiempo y espacio el arquetipo o canon y delinear y determinar la estructura de los reinos en que la ciencia divide al mundo natural. Sin embargo, sólo son algunas de las innatas características inherentes en la sustancia misma, heredadas y condicionadas en nuestra presente manifestación de la vida divina.

La vida o manifestación del Logos planetario, “Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”, está determinada por Su propia naturaleza. Para nosotros, esa gran Vida personifica la perfección, y sus cualidades características son aquéllas hacia las cuales dirigimos nuestra más elevada [i106] aspiración. Pero, desde el punto de vista de las Vidas más avanzadas que Él en el sendero cósmico (hablo simbólicamente y en términos de la experiencia humana), Él está entre los “Dioses imperfectos”. Tales imperfecciones obstruyen el desarrollo o la perfecta expresión de la energía divina cuando entra en conjunción con las cualidades y predisposiciones, heredadas de la sustancia a través de la cual debe expresar Su vida, Su propósito y Sus intenciones, produciendo las “semillas de la muerte y la descomposición”, que caracteriza a nuestra evolución planetaria en los cuatro reinos de la naturaleza. Crean los obstáculos, obstrucciones y dificultades contra las cuales debe luchar el alma en todas las formas creadas, adquiriendo con ello fortaleza y comprensión y oportunamente la liberación.

Éstas son las dos causas planetarias principales. No pueden evitar que el alma se emancipe, pero pueden obstaculizar y postergar su emancipación. Es inútil que el ser humano especule sobre tales hipótesis con su actual equipo y tipo de cerebro inadecuados. Nada conseguiría, ni tampoco llegaría a ser más sabio.

b. Causas iniciadas por la humanidad misma. Lentamente, paso a paso, la humanidad ha creado e intensificado la condición ilusoria de la conciencia, que llamamos el plano astral. Todo espejismo es producido por la conjunción de una o más corrientes de energía que producen un momentáneo torbellino de energía y, desde el ángulo del ser humano el observador y participante, produce la oscuridad, un estado de confusión que torna difícil la clara elección y la correcta discriminación, imposible en las primeras etapas. Crea un aura de naturaleza tan general y omniabarcante, que hoy todos, hablando simbólicamente, se encuentran sumergidos en ella. En la infancia de la raza, dicha aura [i107] sólo rodeaba a las personas más avanzadas. Para comprender lo que quiero significar con esto, les llamaré la atención sobre el hecho de que las personas muy ignorantes, las que se hallan entre los tipos humanos más inferiores y aquéllas que son algo más que animales activos, regidos principalmente por los instintos, encaran con toda sencillez y directamente las realidades de la existencia que los enfrentan, pues para ellos es de máxima o única importancia –como pueden ser el hambre, el nacimiento y la muerte, la autoprotección y la perpetuación. Casi no hay ilusión en sus reacciones hacia la vida y el vivir, y su simplicidad, como la del niño, los salva y protege de muchos de los males más sutiles. Sus emociones no son sutiles y sus mentes aún no están despiertas. Pero a medida que la humanidad ha evolucionado, los niveles superiores de la conciencia racial se hicieron más sutiles y el factor mente se hizo lentamente más activo, entonces el espejismo y la ilusión se desarrollaron con más rapidez.

Los primeros indicios del espejismo aparecieron cuando los discípulos y aspirantes del mundo lemuriano (cuyo problema era la correcta comprensión y el correcto funcionamiento y control del cuerpo físico) comenzaron a diferenciarse entre sí como seres autoconscientes y fuerzas físicas vitales. Eso inició inmediatamente una enorme actividad en el centro laríngeo, el aspecto superior del centro sacro (el centro del sexo), y condujo así al espejismo inicial y al primer reconocimiento y consideración definida del impulso sexual, de la atracción sexual y –para el iniciado de ese período– de la necesaria transmutación sexual. Esto se llevó a cabo paralelamente con el Yoga más primitivo, o sea el culto al cuerpo físico, para que fuera controlado por el alma, además de la consiguiente fusión de la consciencia y la subconsciencia.

Alrededor de los aspirantes de esa época podía observarse cómo se agrupaban las primeras nubes y brumas del espejismo, a pesar de que la ilusión [i108] no existía todavía. El primer reconocimiento del plano de las emociones, el plano astral, fue evocado en la conciencia de los grupos en preparación para la primera iniciación, la 

iniciación superior de esa época. La razón de que emergiera tan lentamente la conciencia astral, en el aspirante físicamente polarizado de esa época, se debió a que uno de los secretos de la iniciación consiste en comprender y utilizar correctamente la conciencia de que se es consciente y capaz de actuar en un plano superior a aquél en que vive toda la humanidad, en un momento dado. De allí que en la época lemuriana, el ser humano que estaba centrado físicamente y próximo a ser admitido en el Sendero, tenía conciencia de:

1 - La dualidad física, donde su conciencia estaba acostumbrada a funcionar normalmente y del conflicto entre el cuerpo físico y el cuerpo etérico o vital.

2 - La consciencia superior vagamente percibida, que se caracterizaba por la cualidad y sensibilidad, siendo en esa época, lo único con lo cual podía hacer contacto en el plano astral, que hoy nos es tan familiar.

3 - La creciente sensación de autoidentificación con aquello que era el alma o yo, en proceso de despertar el Maestro, que iba a conducirlo fuera de la conciencia puramente física para llevarlo a la siguiente etapa divina, la conciencia astral. No olviden, debido a la familiaridad y al cansancio que produce el conflicto, que cada paso evolutivo es divino.

Será evidente, siempre que la afirmación anterior sea verídica, que el espejismo surgió por el reconocimiento de estos factores en la conciencia, y como resultado de las reacciones del ser humano a la complejidad de su propia constitución y a la energía de su propia alma.

[i109] A medida que transcurría el tiempo, toda la familia humana llegaba a ser consciente del nuevo dualismo emergente que existía entre la constitución física y el plano astral, además de la actividad desplegada dentro de sí mismo, por el centro que en esa etapa hizo su aparición como conciencia o comprensión innata –que entonces era irreflexiva–, como el anhelo hacia una vida superior o la tendencia hacia una actividad inferior. Esta conciencia nebulosa se convirtió oportunamente en lo que llamamos la Voz de la Consciencia. Cuando esto ocurrió, la complejidad y la dificultad de la vida aumentaron enormemente y el espejismo apareció definitivamente en la Tierra, lo cual envolvió y dio demasiada importancia a lo inferior, a expensas de lo superior, y sirvió para distraer la atención que el aspirante ponía en la realidad. ¿Debo afirmar nuevamente que, en esta etapa primitiva, el espejismo era sólo evocado y reconocido por las personas muy evolucionadas de esa época?

Luego la raza Lemuria se perdió lentamente y vino a la existencia la raza Atlante. Durante los millones de años que esta raza proliferó en la tierra, un gran número de personas poseía al mismo tiempo conciencia lemuriana, así como hoy, en la moderna raza aria, varios millones de personas expresan conciencia atlante y están polarizados en su cuerpo astral, siendo víctimas de la emoción y del consiguiente espejismo.

En la raza Atlante quedó resuelta la dualidad física, y el cuerpo físico y etérico constituyeron una unidad que, en las personas sanas, todavía lo constituye.

La sensación de dualidad los llevó a un creciente reconocimiento del conflicto en el reino de la dualidad, y al campo de lo que hoy llamamos los “pares de opuestos” –bien y mal, dolor y placer, verdadero y falso, razón y sin razón y la multiplicidad de opuestos que enfrentan hoy al aspirante.

[i110] En las primeras etapas de cada historia racial, se ve el establecimiento de un temporario sentido de unidad cuando la brecha anterior ha sido eliminada y la dualidad inicial se ha resuelto en unidad. Luego se obtiene el creciente reconocimiento de la existencia de un nuevo campo de elección, basado en el surgimiento de valores superiores y, finalmente, llega un período de conflicto en la conciencia del individuo y de la humanidad como un todo, cuando se trata de resolver la dualidad superior que enfrenta al ser humano o a la raza.

Esta solución se produce, cuando un aspecto superior de la conciencia es visualizado vagamente y los seres humanos llegan a tener conciencia de sí mismos como seres mentales. Entonces se produce una creciente demanda, a fin de desarrollar la naturaleza mental que, al entrar en actividad, resuelve el problema de esta categoría de opuestos en el plano astral.

Al mismo tiempo el sentido de autoidentificación o la conciencia de “Yo soy” aumentan gradualmente y el iniciado enfrenta el esfuerzo de liberarse de la esclavitud de los sentidos en el plano astral, del denso espejismo a que esta percepción sensoria lo ha arrojado, logrando su liberación mediante el completo control del cuerpo astral. Esto lo realiza cuando desarrolla oportunamente el poder de pasar entre los pares de opuestos sin que ellos lo afecten, trascendiéndolos de esta manera. Lo logra empleando la mente como distribuidor de la luz que revela el “camino medio” y que disipa el espejismo con su brillo y radiación.

Dicho espejismo se ha ido agrandando e intensificando constantemente, a medida que un mayor número de personas ha logrado eliminar la brecha física inicial y se ha centrado en la conciencia astral. Actualmente este espejismo ha adquirido tal magnitud y tan grande ha sido el éxito del proceso evolutivo, que la humanidad como un todo, deambula entre las brumas y miasmas del mundo de la conciencia sensoria. Cuando [i111] uso la palabra “sensoria” no me refiero al mecanismo sensorio del sistema nervioso físico, sino a la percepción sensoria del Yo, tan sumergida hoy en el espejismo, que los seres humanos se identifican totalmente con el mundo del sentimiento, de la cualidad, de la interacción sensoria y de las reacciones emotivas, con sus simpatías y antipatías, su propia conmiseración, uno de los principales espejismos del individuo evolucionado y sensible. Dichas personas evolucionadas son las que más contribuyen a mantener el espejismo mundial. El gran espejismo del aspirante es su reacción a la verdad y a la realidad, cuando por primera vez llega a darse cuenta de aquello que está más allá del plano astral. Interpreta todo lo que allí percibe y ve, en términos de espejismo, de comprensión emotiva o fanatismo sensorio. Se olvida que la verdad está más allá del mundo del sentimiento, el cual no le afecta, y sólo puede ser percibida en toda su pureza cuando el sentimiento ha sido trascendido y transmutado. El segundo gran espejismo es la propia conmiseración.

El mundo de hoy está dividido en tres grupos, sujetos a ciertos aspectos del espejismo:

1. Aquéllos que poseen conciencia atlante y, por lo tanto, los seduce completamente el espejismo:

a. De lo material y lo deseable.

b. De lo que sienten en toda clase de relaciones.

c. De lo que creen que es ideal, verdadero o justo, basándose en las reacciones que en ellos despiertan los pensadores del momento, pero que no comprenden mentalmente.

d. De lo que exigen como belleza y bienestar emocional.

e. De lo que les produce gozo espiritual en el campo de la religión y del deseo religioso. Observen esta frase.

2. [i112] Los que poseen una consciencia más definidamente aria. Significa que el factor mente está despertando, constituyendo una dificultad, y las ilusiones del plano mental se suman ahora a los espejismos del plano astral. Tales ilusiones son de naturaleza teórica e intelectual.

3. Un grupo que está surgiendo de ese grupo sometido al espejismo y a la ilusión, atento a la Voz del Silencio y a las demandas del alma.

La complejidad del moderno problema psicológico reside en el hecho de que nuestra raza y período vislumbra la síntesis de todos los espejismos y el surgimiento de las ilusiones emanantes del plano mental. Actualmente tenemos aspirantes en todas las etapas de desarrollo, y las masas recapitulan las distintas etapas del camino evolutivo, siendo el estrato más inferior de la raza humana, definidamente de conciencia lemuriana, aunque, relativamente hablando, sean muy pocos.

La ilusión aumenta rápidamente a medida que el poder mental de la raza se desarrolla, pues significa el sometimiento a las poderosas formas mentales creadas por los pensadores de esta época y de la inmediata anterior, que en el momento de su creación constituían la esperanza de la raza. Entonces personificaron las nuevas y emergentes ideas mediante las cuales la raza debía progresar. Cuando estas formas se cristalizan y caducan se convierten en una amenaza y un obstáculo para la expansión de la vida. En los siglos venideros se comprenderá el problema de la ilusión, pues cuando la raza haya superado el espejismo, entonces habrá en el planeta pocas mentes de naturaleza atlante y ninguna de conciencia lemuriana. Sin embargo, a medida que prosigue la evolución, las cosas se aceleran grandemente y, como se supone, no está distante la época en que la humanidad estará predominantemente caracterizada por la conciencia aria.[i114] No hablo en términos de raza aria, como se comprende generalmente, ni de sus implicaciones nórdicas.

[i113] Raza           Dualidad              Problema             Método                      Meta

Lemuria            Fuerza Física            Contra                   

                          Aspirantes

Energía Vital        Laya Yoga:

                            Discípulos

                                                  Control mental

                    Pares de Opuestos     Bhakti Yoga:

Atlante           Cualidad             Espejismo Aspirantes          2da. Iniciación - Iluminación

                  Sensibilidad                     Raja Yoga:

                                                       Discípulos

                                                Control por el Alma

                   Morador en el Umbral     Raja Yoga

Aria               Ángel de la Presencia      Ilusión       Aspirantes       3ra. Iniciación-Intuición

                   Presencia                      Agni Yoga:

                                                                  Discípulos

c. Causas iniciadas por el individuo. Si han estudiado lo antedicho será evidente que el individuo viene a la encarnación obstaculizado por el espejismo existente, el cual es de origen muy antiguo y está más allá de su control en esta etapa. Posee un  enorme poder. Utilizo la palabra “obstaculizado” deliberadamente a falta de un mejor término. Sin embargo, quisiera señalar que el verdadero significado de la situación existe en el hecho de que estas condiciones ofrecen al ser humano la oportunidad de evocar la comprensión y punto de vista del alma, porque proporcionan los medios por los cuales se obtiene experiencia. Esta experiencia conducirá oportunamente a que el alma asuma el control de su mecanismo, la personalidad, dando así a aquélla un definido campo de servicio. Los vehículos a través de los cuales el alma busca experiencia y expresión están, normal y naturalmente sujetos a los espejismos mundiales y al espejismo y a la ilusión de la humanidad. El hecho de que el alma, en las primeras etapas de la experiencia, sea atrapada por maya, por el espejismo y oportunamente por la ilusión, se debe a que el alma se identifica con esas formas y, por lo tanto, con el espejismo circundante, no logrando identificarse consigo misma. A medida que la evolución prosigue, se hace evidente, para el alma en encarnación, la naturaleza del problema, iniciándose entonces un proceso por el cual se libera de las consecuencias de la identificación errónea. Cada alma encarnada, que logra liberar su conciencia del mundo de la ilusión y del espejismo, sirve definidamente a la raza y ayuda a liberar a la humanidad de esta antigua y potente esclavitud.

[i115] Pero debe tenerse en cuenta que cuando el ser humano se acerca a la etapa de conciencia en que los cuerpos astral y mental están activos y funcionantes, se convierte en un creador de espejismo. Lucha contra las fuerzas que se hallan dentro de sí mismo y del mundo en que vive, y el creciente poder de la afluyente energía del alma (que entra en conflicto con las fuerzas de la personalidad) produce gradualmente, a su alrededor, un campo de espejismo y un ámbito de ilusión, que activa plenamente este espejismo de tercera categoría.

Tales espejismos dependen de la forma en que se expresan las diferentes fuerzas que constituyen la naturaleza inferior del individuo, de las cuales es cada vez más consciente, atraviesan las etapas en que son reconocidas, se expresan poderosamente, llegando a ser violentas cuando están en conflicto, hasta que el alma luchadora se detiene como lo hizo Arjuna en medio de las dos fuerzas antagónicas (las fuerzas de la personalidad y la energía del alma) preguntándose:

a. ¿Qué es lo correcto, esto o aquello?

b. ¿Cómo puedo saber cuál es mi deber o mi responsabilidad?

c. ¿Cómo puedo salir de esta confusa situación?

d. ¿Qué puedo hacer para que domine el Guerrero, y los dos grupos de fuerzas que estimo puedan convertirse en una unidad?

e. ¿Cómo puedo salir de este «impasse»?

f. ¿Por qué debo herir a lo que estimo, a través de lo cual me he expresado durante épocas?

g. ¿Cómo puedo llegar a ser consciente de esa iluminación mental que revelará el «camino medio” entre los pares de opuestos?

h. ¿Cómo puedo ver a Dios, o por lo menos, la Forma de Dios?

[i116] Muchas de estas preguntas surgen en la mente del aspirante. Indican dilema, perplejidad, conciencia del espejismo circundante, un estado de ilusión y una condición de impotencia. Todas las fuerzas de su naturaleza como también las de toda la humanidad y las planetarias, luchan contra el discípulo. Se siente inerme e inerte, débil, desamparado y desesperado. Ni siquiera puede ver el camino de salida. Sólo queda una clara realidad, la realidad del Alma, la Identidad inmortal, el Guerrero detrás de la escena, el Auriga, Krishna, el Cristo interno.

El Baghavad Gita puede ser leído desde el punto de vista de la lucha que libra el discípulo contra el espejismo, y los estudiantes deberían estudiarlo de esta manera.

Los espejismos individuales, de los cuales el discípulo llega a ser consciente, se caracterizan por cinco tipos de fuerzas. Cuando entran en actividad simultáneamente, producen esos espejismos que inicia y crea exclusivamente el individuo mismo, los cuales son:

1 - Las fuerzas de su naturaleza física y del cuerpo vital, que al actuar a través de la naturaleza física, producen maya o energía incontrolada.

2 - Las fuerzas de la naturaleza astral, basadas en el deseo y en las sensaciones que, en esta etapa, constituyen dos grupos denominados pares de opuestos. Su potencia se está acentuando en este período de la historia individual porque el discípulo, en la mayoría de los casos, está polarizado en su cuerpo astral y sujeto, por lo tanto, a los espejismos producidos por la interacción de los opuestos además de la condición de maya, mencionada anteriormente.

3 - Las fuerzas de la naturaleza mental inferior, chitta o sustancia mental, que compone el cuerpo mental, estando [i117] matizada por actividades pasadas, como lo está la sustancia de que están compuestos todos los vehículos. Esto agrega maya y espejismo a la ilusión.

4 - Luego surge el rayo de la personalidad e intensifica los tres aspectos en que se expresa la fuerza, produciendo oportunamente su trabajo sintético. Después tenemos esa condición llamada “triple espejismo”, reducida a un solo espejismo.

5 - El rayo o energía del alma, durante todo este tiempo incrementa constantemente su potencia rítmica, tratando de imponer su propósito y voluntad sobre la personalidad. Esta relación unida y su interacción es lo que impulsa al ser humano cuando se ha logrado un punto de equilibrio hacia el Sendero de Probación o el Sendero del Discipulado, hasta el portal de la iniciación. Allí, ante el Portal, reconoce la última dualidad que aguarda la resolución, el Morador en el Umbral y el Ángel de la Presencia.

La naturaleza de estos espejismos difiere con las personas, porque la cualidad de rayo determina el tipo de espejismo o ilusión ante el cual sucumbe más fácilmente el ser humano y ese tipo de espejismo que con mayor facilidad creará. Los discípulos tienen que aprender a diferenciar entre:

1 - El espejismo o espejismos, existentes en su ámbito, los cuales lo atraerán o él atraerá fácilmente, por constituir la línea de menor resistencia. 

2 - El espejismo que él crea, cuando enfrenta la vida por medio de un equipo particular, matizado por las experiencias de encarnaciones pasadas y por la cualidad de rayo bajo el cual vino a la existencia.

[i118] Este tema es tan complejo que no servirá de nada entrar en detalles; sólo expondré los espejismos principales (y en ello incluyo las diversas ilusiones y mayas) a los cuales está predispuesto el ser humano debido al rayo a que pertenece. Si los aplican a los tres vehículos de manifestación y también a la personalidad y al alma, comprenderán lo complicado del problema. Sin embargo, recuerden lo siguiente:

La finalidad es segura y ha sido determinada, porque en este sistema solar, el triunfo del alma y su dominio y control final está decidido, no interesando la magnitud del espejismo ni la violencia de la lucha. De allí que uno de los primeros pasos para comprender la naturaleza de su problema y el método de liberación es la comprobación exacta (por el aspirante) de cuál es el rayo que lo influye. La psicología futura se dedicará a descubrir el rayo que rige al alma y el que rige a la personalidad. Habiéndolo realizado, mediante un estudio de los diferentes tipos físicos, de las reacciones emocionales y de las tendencias mentales, se dedicará a descubrir los rayos que rigen los vehículos especializados. Cuando los cinco rayos (de la personalidad, físico, astral, mental y egoico) han sido aproximadamente comprobados, se requiere entonces la consideración de los siguientes factores:

1 - La naturaleza, cualidad y estabilidad del sistema glandular.

2 - El punto alcanzado en la evolución. Esto se hará mediante una cuidadosa consideración de los centros y las glándulas y su relación entre sí.

3 - El reconocimiento de los puntos donde se producen las separaciones o la doble personalidad que puede existir:

a. Entre los cuerpos etérico y físico, que trae la falta de vitalidad, debilidad física, obsesión y otras muchas dificultades.[i119]

b. En el emotivo cuerpo astral, que conduce a un vasto número de problemas y dificultades psicológicas basadas en una sensibilidad indebida, en la reacción al espejismo circundante, en las tendencias innatas hacia el espejismo que existe en el equipo, o como resultado de la sensibilidad al espejismo de otras personas.

c. En el cuerpo mental, imponiendo ilusiones mentales de muchos tipos, tales como el control ejercido por las formas mentales autocreadas, sensibilidad hacia el mundo existente, formas mentales nacionales o circundantes de cualquier escuela de pensamiento, ideas fijas, el sentido de lo dramático o de lo importante, o una fanática adhesión al conjunto de ideas heredadas o a las reacciones mentales de naturaleza puramente personal.

d. Entre cualquiera de los grupos de fuerzas que denominamos cuerpos:

Los cuerpos etérico y astral.

Los cuerpos astral y mental.

Existe, por ejemplo, una definida analogía entre esa condición de negatividad hacia la vida en el plano físico, resultado de la falta de integración entre los cuerpos físico 

y etérico, y esa falta de interés e ineptitud para manejar la vida en ese plano, que el pensador evidencia tan frecuentemente en los niveles abstractos y científicos. Ambos grupos no llegan a una manifestación definida y decisiva en el plano físico, ni encaran el problema de la vida en dicho plano, en forma clara y satisfactoria; tampoco son físicamente positivos, pero las causas que producen estas condiciones, relativamente similares, son totalmente diferentes aunque similares en sus efectos.

4. La comprensión de cuál es el Sendero de la Vida para un individuo, al estudiar sus aspectos astrológicos. Respecto a esto debe considerarse el signo del sol [i120] bajo el cual ha nacido la persona, como que indica sus tendencias personales y personifica las características heredadas del pasado, pero se ha de considerar el signo ascendente como que contiene en sí indicaciones del camino que el alma del ser humano le impele a seguir.

Muchos otros factores requerirán cuidadosa atención. El problema del individuo se complica por ciertas tendencias heredadas de la familia, de la nación y de la raza, que afectan poderosamente al cuerpo físico en sus dos aspectos, produciendo muchos tipos de espejismo. También lo afectan ciertas ideas heredadas, constituyendo las formas mentales que personifican el método por el cual la familia, la nación y la raza, se acercan a la verdad, produciendo poderosas ilusiones ante las cuales sucumbe fácilmente el individuo. Existen además las afluyentes fuerzas del signo por el que transita el sol, tales como las actuales condiciones mundiales, debido a que nuestro sol está entrando en un nuevo signo del zodíaco. Por lo tanto, nuevas y poderosas energías están actuando sobre la humanidad, 

produciendo efectos en los tres cuerpos, evocando espejismos en la naturaleza emocional e ilusiones en la naturaleza mental. Los que son propensos al espejismo hoy llegan a ser conscientes de una acentuada dualidad. Como podrán comprobar, el tema es vasto, y esta ciencia de las influencias psicológicas y los resultados de su impacto sobre el mecanismo humano se hallan todavía en la infancia. Sin embargo, he indicado lo suficiente como para despertar interés e iniciar la investigación en este nuevo campo de la actividad psicológica.

Volveremos a considerar los innumerables tipos de espejismo producidos por ciertos tipos de rayos y relacionados con ellos.

1er. RAYO

El espejismo de la fuerza física.

El espejismo del magnetismo personal. [i121]

El espejismo de la autocentralización y la potencia personal. El espejismo del “uno en el centro”.

El espejismo de la ambición personal egoísta.

El espejismo del líder, del dictador y del ilimitado control.

El espejismo del complejo mesiánico en el campo de la política.

El espejismo del destino egoísta, el derecho divino que los reyes exigen en forma personal.

El espejismo de la destrucción.

El espejismo del aislamiento, de la soledad y del retraimiento.

El espejismo de la voluntad impuesta en otros y en grupos.

2do. RAYO

El espejismo del amor de ser amado.

El espejismo de la popularidad.

El espejismo de la sabiduría personal.

El espejismo de la responsabilidad egoísta.

El espejismo de una comprensión muy completa, que impide actuar correctamente.

El espejismo de la propia conmiseración, espejismo básico de este rayo.

El espejismo de la necesidad mundial, y del complejo mesiánico en el mundo religioso.

El espejismo del temor, basado en una indebida sensibilidad.

El espejismo del auto–sacrificio.

El espejismo del altruismo egoísta.

El espejismo de la propia satisfacción.

El espejismo del servicio egoísta.

3er. RAYO

El espejismo de estar ocupado.

El espejismo de la colaboración con el Plan, en forma individual [i122] y no grupal.

El espejismo del planeamiento activo.

El espejismo del trabajo creador, sin motivo verdadero.

El espejismo de las buenas intenciones, las básicamente egoístas.

El espejismo de “la araña en el centro”.

El espejismo de “Dios en la máquina”.

El espejismo de la constante e incierta manipulación.

El espejismo de la propia importancia, desde el punto de vista del conocimiento y eficiencia.

4to. RAYO

El espejismo de la armonía, persiguiendo la comodidad y la satisfacción personales.

El espejismo de la guerra.

El espejismo del conflicto, con el objetivo de imponer la rectitud y la paz.

El espejismo de una vaga percepción artística.

El espejismo de la percepción ppsíquica en vez de la intuición.

El espejismo de la percepción musical.

El espejismo de los pares de opuestos, en su sentido superior.

5to. RAYO

El espejismo del materialismo, de la sobreestimación de la forma.

El espejismo del intelecto.

El espejismo del conocimiento y de la definición.

El espejismo de estar totalmente seguro, basado en un estrecho punto de vista.

El espejismo de la forma que oculta la realidad.

El espejismo de la organización.

El espejismo de lo externo, que oculta lo interno. [i123]

6to. RAYO

El espejismo de la devoción.

El espejismo de la adhesión a las formas y a las personas.

El espejismo del idealismo.

El espejismo de la lealtad y del credo.

El espejismo de la respuesta emocional.

El espejismo del sentimentalismo.

El espejismo de la interferencia.

El espejismo de los pares de opuestos inferiores.

El espejismo de los Salvadores e Instructores del Mundo.

El espejismo de la visión limitada.

El espejismo del fanatismo.

7mo. RAYO

El espejismo del trabajo mágico.

El espejismo de la relación de los opuestos.

El espejismo de los poderes subterrenales.

El espejismo de aquello que une.

El espejismo del cuerpo físico.

El espejismo de lo misterioso y secreto.

El espejismo de la magia sexual.

El espejismo del surgimiento de las fuerzas manifestadas.

He enumerado aquí muchos espejismos. Aunque forman legión, no he abarcado de ninguna manera las posibilidades en el campo del espejismo.

Uno de los grupos con que he trabajado poseía ciertas características y dificultades, siendo de valor mencionarlas aquí.

Dicho grupo tenía una curiosa historia relacionada a otros grupos, porque sus miembros fueron renovados varias veces. En cada oportunidad los que abandonaban el grupo habían estado en él por derecho kármico y por una antigua relación conmigo o con los [i124] miembros del grupo y, por lo tanto, tenían la oportunidad de participar en esta actividad, pero cada vez fracasaban por razones personales. Les faltaba comprensión grupal, ocupándose únicamente de ellos mismos. No poseían la nueva y amplia visión. Así fueron eliminados de esta actividad inicial de la nueva era. Explico esto pues es de valor que los discípulos capten el hecho de que la relación kármica no puede ser ignorada, debiendo ofrecerse la oportunidad grupal aunque demore su actuación al prestar servicio grupal.

Varios miembros del grupo aún luchaban contra el espejismo, y al enfrentarlo necesitaban más tiempo para adaptarse al mismo. La principal tarea de este grupo consistía en disipar parte del espejismo universal mediante una meditación unida que yo había indicado. Algunos de los miembros estaban haciendo o habían hecho ciertos reajustes en sus vidas y no precisó mucho tiempo para establecerse el necesario ritmo subjetivo. Pero todos trabajaron con comprensión, perseverancia y entusiasmo, y en breve tiempo pudo iniciarse el trabajo grupal.