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2. La Coordinación de la Personalidad - Parte 3

Con la técnica de primer rayo, se deben efectuar las siguientes cosas y producir los siguientes resultados:

Debe ser evocada la voluntad divina, de la cual el aspecto mente es el reflejo, y el cerebro (o la apariencia fenoménica), la sombra. Esto conduce a una actividad funcional en el plano físico, denominada en los libros teosóficos Atma, o la primera diferenciación cualificada de la Vida monádica, cualidad que a menudo se denomina voluntad espiritual.

Esta evocación traerá la iluminación de la mente, que difiere de la limitación obtenida por la meditación común, a la cual tanto se han referido los libros místicos y que es, esencialmente, la evocación de la intuición, que lleva a la mente la iluminación del conocimiento directo. A la que aquí me refiero, está, simbólicamente hablando, relacionada con el estado de conciencia del Creador al emitir el fíat que produjo el fenómeno: “Hágase la Luz”.

Esta iluminación, proveniente del aspecto más elevado que [i387] el ser humano puede concebir, sigue una línea directa de acercamiento, o desciende por un canal directo que va:

a. desde el nivel átmico, o ese centro dinámico y efectivo de la voluntad espiritual, que raras veces entra en actividad, hasta los pétalos de la voluntad del loto egoico, al cual me referí en el Tratado sobre Fuego Cósmico. Estos pétalos reflejan, en el alma, este aspecto particular de la energía;

b. desde esta hilera de pétalos al cuerpo mental;

c. desde el cuerpo mental al cerebro;

d. desde el cerebro, en su momento debido y establecido, al centro en la base de la columna vertebral, despertando así el fuego kundalini.

Será interesante que los estudiantes observen cómo el discípulo de primer rayo, cuando emplea la técnica de la fusión de primer rayo, termina por producir características de segundo rayo, de las cuales la iluminación, que trae amor comprensivo y colaboración afín, es la nota predominante. El discípulo de segundo rayo, mediante la técnica correctamente aplicada, produce, curiosamente, resultados de tercer rayo, de los cuales el empleo de la imaginación creadora es la característica sobresaliente. El discípulo de tercer rayo, cuando desarrolla el “poder de inspirar”, añade a sus cualidades innatas ciertas potencias de primer rayo bien definidas. Sin embargo, todas están subordinadas a la naturaleza de segundo rayo de la manifestación divina, en este sistema solar.

La técnica de la fusión, empleada por el discípulo de segundo rayo, producirá los siguientes resultados:

Acrecentada respuesta sensorial al alma mundial y al medio ambiente en el cual se halla el discípulo.

Esto se obtendrá cultivando la imaginación creadora. Es uno de los grandes atributos constructivos [i388] de la Deidad. Se realiza por la evocación de la naturaleza del amor y, como se ha indicado anteriormente, hace que el poder del alma se exprese con toda su potencia. En el mundo de la apariencia fenoménica, el alma es el agente creador, el principal factor constructivo, el constructor de formas, y por medio de la Técnica de la Fusión, se desarrolla definida y científicamente el poder de imaginar o el empleo del poder mental imaginativo (conjuntamente con la facultad de visualizar, de desear y de soñar que lo realiza).

Esta tensión creadora o enfoque centralizado del sueño imaginativo, hace que el cuerpo astral se subordine completamente al alma. Este hecho se señala en El Bhagavad Gita, donde se dice que, en el campo de batalla del Kurukshetra, Arjuna ve repentinamente la forma de Dios, en la cual todas las formas constituyen la Forma Una. Entonces, termina la batalla. El alma ejerce pleno control y ya no volverá a haber separatividad.

El canal, a través del cual afluye esta energía sintetizadora y creadora, va:

a. desde la Mónada a los pétalos de amor del loto egoico;

b. desde estos pétalos de amor al vehículo astral, energizando toda la materia astral que está en el equipo del ser humano fenoménico. “El espíritu de Dios camina sobre la superficie de las aguas”.

c. De allí al centro plexo solar.

d. Y desde ese centro al centro cardíaco. Aparece, así, la dualidad necesaria relacionada con el cuerpo astral. Tenemos, aquí también, una analogía del descenso del fuego de la voluntad a la base de la columna vertebral, con su consiguiente ascenso a lo largo de la columna vertebral hasta la cabeza.

El discípulo de tercer rayo que emplea la Técnica de la Fusión, descubre que [i389]:

Trae el pleno funcionamiento de la divina facultad creadora. Aquí, será evidente cuán importante es el móvil, porque determina la línea de actividad y diferencia la actividad del ser humano, en lo denominado por los esotéricos magia blanca y negra. También es interesante observar que, en efecto, es muy raro el ser humano que entra en el campo de la llamada magia negra. ¿No indica esto, hermanos míos, el triunfo extraordinario del trabajo de la Gran Logia Blanca?

El fíat que inició esta actividad creadora, hasta donde concierne al ser humano, ha sido inadecuadamente velado en las palabras “Que la tierra produzca abundantemente”, inaugurando, así, la era de la creatividad. Esta fecundidad creadora ha ido continuamente convirtiéndose, durante los últimos mil años, en la creación de esos efectos de los cuales las ideas son las causas, produciendo, dentro de la capacidad creadora de la mente del ser humano:

a. Lo útil, contribuyendo, así, a la actual civilización del ser humano.

b. Lo bello, desarrollando, así gradualmente, la conciencia estética, el sentido del color y el reconocimiento del empleo de formas simbólicas, a fin de expresar la cualidad y el significado.

Cuando el discípulo emplea esta técnica, logra una vivencia acrecentadamente vital y una afluencia dinámica de vida espiritual, en el plano físico de la experiencia. El discípulo es inspirado por el fuego del amor y esto evoca el “servicio creador” como expresión de ese amor.

El poder que lo inspira y lo hace dinámico y creador, en su medio ambiente, proviene también del aspecto voluntad de la Mónada y pone a la mente superior en actividad en el nivel mental [i390] superior, donde las ideas creadoras de Dios surgen como formas que pueden ser reconocidas por la conciencia humana.

El canal de acercamiento o de descenso, es el siguiente:

a. Del aspecto voluntad de la vida monádica a ese nivel de conciencia y energía, denominado el aspecto de la mente superior.

b. De la mente superior a los pétalos del conocimiento del loto egoico.

c. De estos vórtices de fuerza a la mente inferior o concreta -en la cual actúa con toda familiaridad el ser humano inteligente común- al centro laríngeo, y de allí inmediatamente al centro sacro (el centro de creación o de reproducción en el plano físico). Desde allí, asciende nuevamente al centro laríngeo, donde el anhelo físico creador es trasmutado en algún tipo de creación artística o literaria, y más tarde, se trasmuta en el poder de crear grupos u organizaciones que expresarán alguna idea o pensamiento emanado de la mente de Dios, que exige una precipitación inmediata sobre la tierra.

Esta afluencia de energías supremamente elevadas trae como resultado, que los procesos, puestos en acción por la Técnica de la Integración, se completen, y los rayos del ser humano inferior se unan y fusionen en el Rayo de la Personalidad. Éste, luego, se fusiona con el rayo egoico, permitiendo a la Entidad espiritual, que está detrás del ser humano fenoménico, actuar por medio de estos dos rayos, produciendo así la analogía de ese grupo dentro de la expresión divina denominada rayos mayores y menores. Entonces, los rayos de la triple naturaleza inferior forman un solo canal, a través del cual el alma, y más tarde la energía del espíritu, pueden hacer contacto con el Todo mayor [i391] manifestado en los planos físico, astral y mental. Cuando las Técnicas de Integración y de Fusión hayan hecho su trabajo destinado, este Ente espiritual podrá trabajar, sirviendo a la humanidad y colaborando con el Plan, en los tres mundos del esfuerzo humano y en los cinco estados de conciencia humana y superhumana. Esto conduce al discípulo al período en que puede recibir la tercera iniciación; entonces, fuerzas aún más elevadas serán puestas en acción y podrá ser considerada, dominada y aplicada la Técnica de la Dualidad. Es evidente que no puedo darles las reglas de esta técnica, pues constituyen parte de los secretos velados de la iniciación. Aunque se acentúa la dualidad, es una dualidad que produce la simplificación, la fusión y la síntesis. El ser humano es considerado, entonces, como una dualidad, espíritu y materia, y no como la muy conocida triplicidad, espíritu, alma y cuerpo.

Ahora, consideremos, por un momento, la Técnica de la Fusión. Las notas clave de las tres técnicas son:

Primer rayo.................... Unidad Aislada.

Segundo rayo................ Razón Incluyente.

Tercer rayo.................... Atributos Presentados.

Lo primero que hace el discípulo que trata de emplear estas técnicas, es llegar a comprender (práctica, experimental y subjetivamente) la frase adecuada a su rayo. Explicaré o elucidaré cada una de ellas, forzosamente, en forma inadecuada, debido a la falta de comprensión y a la evolución limitada del discípulo medio, pero con el fin, en todos los casos, de hacer sugerencias.

La Unidad Aislada es esa etapa de conciencia en que el discípulo ve a la totalidad como una y se considera a sí mismo no en forma teórica, sino como un hecho verificado, identificado con ese todo. Constituye un todo que está aislado en la conciencia del ser humano, pero no es el ser humano mismo quien se considera aislado. La palabra aislado se refiere a ese total organismo organizado, del cual el ser humano puede sentirse parte y saber que lo es. La palabra unidad [i392] expresa su relación con el todo. Es evidente que este todo es algo que debe comprenderse progresivamente. Para llevar a cabo esta comprensión progresiva, las grandes expansiones de conciencia, llamadas iniciaciones, han sido dispuestas temporalmente como un proceso forzado o acelerador. Esta comprensiva progresión del “aislamiento en la unidad” puede comenzar con el grupo, el medio ambiente o la nación del discípulo y, por medio de la correcta comprensión, le permitirá aislar todo el esquema divino o estructura viviente, e identificarse con él en forma activa y capaz.

Meditar sobre este tema tendrá como resultado:

Una definida iluminación de la mente, porque, entonces, se habrá unificado con la Mente Universal, y todas las modalidades y los planes de Dios se le revelarán.

La imaginación creadora será evocada poderosamente en respuesta a esta revelación, y los modos y métodos de colaboración serán sensiblemente desarrollados y el discípulo se convertirá en un colaborador creativo y no simplemente en un obediente servidor del Plan.

Entonces, su vida estará inspirada por el deseo de servir a la humanidad y colaborar con los Custodios del Plan. Esto hará fluir plenamente la vida del alma, produciendo momentáneamente un violento conflicto entre los rayos de la personalidad y el del alma, pero también una constante subordinación de lo inferior a lo superior, de lo menor a lo mayor.

Nunca podré acentuar suficientemente que no me refiero al servicio normal y a la colaboración autoimpuesta del aspirante (colaboración fundada en la teoría y la determinación de comprobar que la teoría, el plan y el servicio, constituyen [i393] realidades evolutivas), sino a esa iluminación, creatividad e inspiración espontáneas, resultado del empleo de la Técnica de la Fusión por el alma (por el alma, no por el discípulo luchador que tiene aspiraciones). Aquí reside la clave del significado. En consecuencia, estamos tratando esa etapa de desarrollo, en la cual, en profunda contemplación, el ser humano se fusiona conscientemente con el alma, y esa alma, en meditación, decide, proyecta y actúa. El ser humano actúa como alma y ha podido vivir conscientemente como alma con cierta medida de éxito en el plano físico.

Esta técnica particular de meditación implica el empleo del centro de la cabeza, exige la capacidad de centrar la conciencia en la forma egoica, el cuerpo espiritual, y, al mismo tiempo, mantener la conciencia del alma, la conciencia mental y la conciencia cerebral (no es una tarea fácil para el neófito y está algo más allá del alcance de la mayoría de los estudiantes que leen estas palabras). Esta condición ha sido descripta como “el reflejo más intenso del ser humano, aislado en Dios, lo cual es la negación del aislamiento y, sin embargo, el Todo separado de los demás Todos”. Cuando se ha logrado este estado de conciencia (y Patanjali lo insinúa en el último Libro de Aforismos), el discípulo llega a ser invencible en el plano físico, pues se ha unificado y vinculado totalmente con todos los aspectos de sí mismo, en el Todo mayor, del cual es una parte, está fusionando todos los atributos y aunándose con el Todo, no simplemente subjetiva e inconscientemente (como lo están todos los seres humanos), sino con una comprensión plena y consciente de vigilia.

La Razón Incluyente es el tema de la meditación iniciática del discípulo de segundo rayo, la cual produce esa innata capacidad divina que permite captar, en forma meticulosa, los detalles del Todo presentido. Me resulta extremadamente difícil explicar, y para ustedes comprender, este amplio, aunque detallado reconocimiento o alcance universal. El segundo rayo ha sido [i394] denominado el Rayo del Conocimiento detallado, y donde ha sido empleado este término, lógicamente el principiante ha puesto el énfasis en la palabra detalle. Debería llamarse más bien el Rayo de la Unidad detallada, o el Rayo del Canon Divino, o de la Belleza de las Relaciones, lo cual implica, por parte del discípulo, un grado más elevado de captación sintética.

Observarán que, en las tres notas clave para la meditación avanzada, se llama la atención al discípulo sobre los ajustes que se vinculan y constituyen el todo cuando son puestos en relación entre sí. La palabra aislado y las palabras detalle y presentado parecerían indicar un reconocimiento separado, pero enfáticamente no es así. Simplemente indican y se refieren a la intrincada vida interna de la creación organizada de Dios, donde la conciencia (liberada de toda mezquindad y auto centralización material) ve no sólo la periferia del Todo, sino también la belleza y el propósito de cada aspecto de la estructura interna. Así como el ser humano común e irreflexivo sabe que es una persona de diseño intrincado, de múltiples organismos internos que producen un conglomerado de formas vivientes interrelacionadas, funcionando como una unidad, y de las cuales en realidad nada sabe, excepto su naturaleza general; así también el aspirante en el sendero de probación puede ver el todo del cual es similarmente una parte. Del mismo modo que el inteligente estudioso de la humanidad y el pensador altamente culto conocen, con mayor detalle y más plena comprensión, las facultades generales y el propósito más detallado del todo organizado que llamamos ser humano, así el discípulo, en las primeras etapas de su carrera, en el sendero del discipulado, llega a ver y a captar los aspectos más amplios de las relaciones internas del organismo organizado mediante el cual la Deidad realiza Sus Planes y Propósitos. Así como el médico entrenado, que es a la vez un psicólogo preparado (algo raro de hallar), examina el cuerpo humano y sus energías, así también el discípulo en 1as últimas [i395] etapas del Sendero capta los planes, propósitos e ideas materializados de Dios.

Esto es sólo un esfuerzo débil de mi intento de demostrar la vastedad del conocimiento que se requiere, cuando un ser humano comienza a emplear estos tres pensamientos simiente en la meditación. La estructura viviente al expresar las ideas, la compleja belleza de las relaciones internas dentro de ese expresivo Todo, la circulación de la energía que está desarrollando la Idea divina, los puntos de fuerza y focales de energía que actúan como fábricas de poder y de luz dentro de ese Todo, le son revelados al ser humano que se le ha permitido, como alma, meditar sobre la frase razón incluyente.

La razón a la que aquí se refiere, es esa comprensión pura, intuitiva e infalible, que capta simultáneamente la causa y el efecto, y ve el por qué, de dónde y con qué fin se mueven todas las cosas. No es posible para el aspirante meditar sobre estas palabras y obtener un gran beneficio, porque meditará como mente que aspira, no como alma. No importa cuán grande sea su esfuerzo, lo que absorberá más su atención será lo material, y no el canon y el aspecto conciencia. Cuando haya alcanzado la etapa en que pueda meditar como alma y mente, incluyendo también la reacción cerebral, entonces, comprenderá el propósito de estas palabras y considerará el símbolo, la estructura viviente interna y las ideas conscientes emergentes, captándolas en forma sintética y con simultaneidad de recepción, que me resulta imposible exponer en palabras.

Quizás se pregunten aquí de qué sirve escribir sobre estas cosas y decir todo lo que he dicho en este tratado. Responderé:

En la actualidad, existen algunos seres humanos, y habrá un creciente número en las próximas dos décadas, que -al captar la belleza de la idea presentada- serán instados por sus almas a trabajar hacia estos fines. Al hacerlo [i396] conseguirán elevar la conciencia de toda la familia humana.

La meditación empleada, sobre los detalles sintéticos de la vida manifestada, dará los siguientes resultados:

  1. La comprensión de la verdadera significación de la Luz y la revelación del significado de lo que se denomina, en los libros esotéricos, “el corazón del Sol”, punto interno de la vida de todas las formas manifestadas. Se verá que la iluminación de la mente será directa e infalible y usurpará el lugar de las actuales creencias y conocimientos teóricos.
  2. La imaginación creadora “arrojará luz”, en los lugares oscuros e inciertos, en el proceso creador incompleto. Entonces, el ser humano trabajará conscientemente en la luz como portador de Luz. Quizás lo que quiero significar, surgirá con mayor claridad, para algunos de ustedes, si indico que el discípulo, por lo general, se ve a sí mismo como un punto intensificado de luz dentro de la luz del mundo, tratando de emplear esa luz (que en él es atómica, etérica y adquirida como alma) para llevar adelante el Plan.
  3. Esto necesariamente intensifica el servicio que se presta “a quienes están en los lugares oscuros”. El discípulo tratará de llevarles ante todo la luz del conocimiento y luego la Luz de la Vida. Mediten profundamente sobre esta diferencia.

Tal vez les parezca muy simple meditar sobre la frase atributos presentados, y muy fácil para el aspirante medio comprenderla y contemplarla. Quizás esta aparente simplicidad se deba a que ustedes no comprenden el significado y la significación de la palabra atributo.

La meditación de tercer rayo concierne esencialmente a las fuerzas inherentes, y los estudiantes harían bien en reconocer el [i397] hecho de que existen cualidades y atributos inherentes o innatos en el Todo divino, que aún no han sido revelados ni expresados, como tampoco lo fueron las tendencias divinas en la mayoría de los seres humanos. El ser humano que está preparado para recibir la iniciación, deberá ocuparse de estas energías misteriosas que surgen lentamente, pues será cada vez más consciente de ellas. Tiene que aprender a desempeñar la tarea de colaboración con esas grandes Vidas que trabajan en los niveles amorfos, que se ocupan del desenvolvimiento interno aunque desconocido dentro del Todo, y que sólo pueden presentir y hacer contacto aquellos que están en el Sendero de Iniciación o acercándose a él. Existe un misterio dentro del misterio. Los cuatro rayos menores, o rayos de atributo, tienen que ver con los atributos que vienen, definida y lentamente, a la expresión y a la fructificación -conocimiento, síntesis, belleza, ciencia, idealismo y orden-. Pero hay otros, en estado latente, muy detrás de la escena, que esperan el período y el momento apropiados (si se puede hablar de estas cosas en términos modernos), y éstos son los temas de esta meditaciónsuperior. Sólo aquellos que se han liberado de la esclavitud de los sentidos, pueden meditar verdaderamente en esta forma.

  1. Los atributos de la Deidad pueden dividirse en tres grupos principales:
  2. Los atributos que se van expresando -y surgen continuamente-, de los cuales vamos siendo conscientes y constituirán las principales cualidades y atributos del cuarto reino de la naturaleza, cuando el ciclo evolutivo haya realizado su trabajo.
  3. Los atributos presentados son (empleando nuevamente la fraseología humana) los que fueron presentados a la conciencia del discípulo avanzado, y el ser humano común es incapaz de interpretar y comprender, siendo atributos del [i398] Reino de las Almas que caracterizarán a ese reino en sus etapas finales; están latentes y pueden ser comprendidos y llevados a la actividad gradualmente por quienes pueden actuar como almas.
  4. Los atributos indefinidos son los percibidos por el Cristo, el Logos planetario y esas grandes Vidas, de cuyas conciencias no tenemos el menor concepto (observen esta frase). No existen palabras para definir dichos atributos y es inútil hacer conjeturas, respecto a su naturaleza, ni cavilar sobre su significación. Están tan lejos de nuestra comprensión, como el sentido estético, la filantropía grupal y los estados mundiales, lo están en la conciencia del salvaje aborigen.

Referente al problema de los “atributos presentados”, podría decirse que caracterizan al alma y no pueden expresarse hasta que el alma sea conscientemente conocida y logre el control constante, lo cual podría ser comprendido si se pone mayor atención a la palabra Amor, que es uno de los atributos presentados, y le correspondió a un gran Avatar, como el Cristo, captar y presentar a la humanidad su significación. Tuvieron que transcurrir dos mil años para que este atributo presentado pudiera tomar tan sólo la forma que tiene en la conciencia de la familia humana, y quienes estudiamos los asuntos mundiales, sabemos muy bien cuán desconocido es el verdadero amor. Aún hoy, en relación con todos los habitantes del planeta, hay sólo un grupo muy pequeño (pocos millones sería un cálculo optimista) que tiene una incipiente comprensión de lo que realmente es el amor de Dios.

El Amor es el atributo presentado que se está manifestando actualmente. La Sabiduría empezó a emerger en la época del Buda y fue el precursor específico del amor. La Síntesis es otro de los atributos presentados, y sólo ahora demanda reconocimiento, que sólo puede [i399] evocar la respuesta de los seres humanos más evolucionados, aunque han transcurrido siglos desde que Platón se esforzó por describir cuán completo es el Todo y la complejidad de las ideas que han aparecido como expresión de ese Todo. Los grandes Reveladores de los atributos emergentes divinos, tales como Platón, el Buda o el Cristo, difieren radicalmente de otros avatares, en el sentido de que están constituidos de tal modo, que son puntos focales a través de los cuales puede surgir un nuevo atributo presentado como una forma mental, y por lo tanto, hacer un impacto definido en las mentes de los pensadores de la raza. Estos avatares son poseídos por el atributo, lo comprenden inteligentemente y son utilizados para introducirlo en la conciencia humana. Le sigue un extenso período de reajuste, desarrollo y surgimiento, antes de que el atributo presentado se convierta en atributo expresado. Los pocos comentarios que anteceden, pueden servir para simplificar el concepto, sobre estos temas abstractos, y dar una mejor idea del verdadero alcance de estas meditaciones avanzadas.

El resultado de emplear esta meditación, sobre los atributos presentados, será:

Los atributos que se van expresando en cierta medida, alcanzarán una vivencia intensificada, en la expresión cotidiana de la vida del discípulo, y en consecuencia, en la vida de aquellos con quienes entra en contacto, lo cual constituirá las piedras que le permitirán cruzar el río de la vida, por el que podrán descender los nuevos atributos que se presentarán en las Personas destinadas a revelarlos oportunamente al ser humano. Simbólicamente hablando, así como la meditación sobre la Razón Incluyente abre el camino al “corazón del Sol”, esta meditación atrae a ciertos agentes y fuerzas, desde el “Sol central espiritual”, energías encuentran su punto focal por intermedio de algún Agente [i400] revelador. De este modo, los problemas de los Avatares o de los Mensajeros del Altísimo, los Principios Personificados y los Reveladores del Atributo Divino, llegarán paulatinamente a ser comprendidos en una nueva luz, y captados y considerados como posibles metas para ciertos tipos de seres humanos.

Este tema abre un amplio campo, en el cual la imaginación creadora puede vagar y proveer una fuente fértil de expresión divina especializada. Cuanto más puro es el agente, mejor funcionará la imaginación, que es esencialmente la ctividad planeada de la facultad de crear imágenes. Por su intermedio, los atributos y propósitos sutiles y divinos pueden ser presentados, en alguna forma, a las mentes de los seres humanos, y así, con el tiempo, llegar a la expresión material. Esto implica la más elevada sensibilidad, el poder de responder intuitivamente, la capacidad intelectual para interpretar lo que se presiente, la atención enfocada a fin de “hacer descender” a la manifestación las nuevas potencialidades y posibilidades de la naturaleza divina, la estabilidad organizada y la vida pura. Mediten sobre esto.

A simple vista parecerá que el empleo de la imaginación creadora constituye en sí un campo definido para servir. El servicio más elevado que se puede prestar en este campo, del cual sabrán algo, es el servicio prestado por el Grupo de Contemplativos, vinculado con la Jerarquía planetaria interna, denominados en los libros antiguos Nirmanakayas. Se ocupan totalmente de la tarea de captación sensible, y se esfuerzan por expresar los atributos presentados, que algún día serán tan familiares a los seres humanos (por lo menos teóricamente), como los atributos de Amor, Belleza y Síntesis se están expresando gradualmente en la actualidad. En un plano inferior, los que tratan de convertir las cualidades del alma en factores expresados en sus vidas, comienzan [i401] a realizar, en su propio nivel de conciencia, una tarea algo similar a la de los Divinos Contemplativos. Éste es un buen entrenamiento para el esfuerzo que tendrán que hacer, a medida que se preparan para recibir la iniciación. Cuando ha sido dominada esta fácil lección (a muchos de ustedes les parecerá difícil), conduce inevitablemente a una mayor oportunidad para servir.

He dado suficiente información para pensar y reflexionar profundamente. He indicado una meta imposible de alcanzar ahora, pero que conduce oportunamente a esa absoluta fe que está basada en la visión y el conocimiento directos. He indicado brevemente las tres técnicas de Integración, Fusión y Dualidad, y he demostrado cómo, por medio de ellas, pueden ser fusionados y mezclados los tres rayos de la Personalidad, del Ego y de la Mónada, hasta que sea revelada la Deidad, la vida divina esencial, y la Triplicidad materializada sólo pueda verse, con el tiempo, como Unidad. A continuación, consideraremos algunos problemas de psicología, estudiándolos desde el punto de vista del alma.