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Pregunta 2. ¿Cuáles son el Origen, la Meta, el Propósito y el Plan del Alma? - Parte 2


EL SEXTO PROPÓSITO DE LA DEIDAD

6º. Rayo. Devoción o Idealismo.

Este rayo, que está saliendo de la manifestación, es de vital importancia para nosotros porque ha puesto su impronta sobre nuestra civilización occidental en forma más definida que los otros rayos, siendo para nosotros el más familiar y mejor conocido. El mantra que define su propósito es diferente de los demás y podría expresarse más o menos así:

La cruzada ha comenzado. Los guerreros marchan. Aplastan y matan todo lo que impide su camino; pisotean todo lo que se yergue ante su camino. Marcha hacia la luz.
El trabajo sigue adelante. Los trabajadores cubren sus ojos por compasión y por temor. El trabajo es lo único de valor. La forma debe desaparecer para que el espíritu amoroso pueda descansar. Nada puede detener el progreso de los trabajadores del plan. Inician el trabajo asignado con himnos y cantos.
La cruz se erige en lo alto; la forma es colocada allí, y
[i80] en esa cruz tiene que entregar su vida. Cada uno construye una cruz que forma la cruz, y asciende a la cruz.
A través de la guerra, del trabajo, el dolor y la fatiga, se realiza el propósito. Así lo expresó el símbolo.

Se observará en qué forma este propósito produce su liberación cuando se lo aplica a sí mismo el individuo. Cuando éste lo aplica al prójimo produce la corrompida y terrible historia de la crueldad del ser humano contra el ser humano. En el anterior mantra se hallará la clave del propósito del sexto rayo, tal como aparece en el reino humano, y un amplio y ajustado estudio (observen esta frase paradójica) de las ideas subyacentes, revelará una pequeña parte de un propósito mayor. El alma es y debe ser despiadada para su forma y sus problemas. Sin embargo, el alma puede comprender la necesidad del dolor y las dificultades del mundo, porque el ser humano puede ampliar el conocimiento de su propia técnica que aplica a sí mismo y aplicar la técnica que Dios aplica a Su mundo, pero nada hace a sabiendas que pueda aumentar posiblemente la pena y el dolor en el mundo.

Algunos de los nombres dados a este benéfico, pero algo violento y enérgico Señor de Rayo, son:

El Que niega el Deseo
El Que Ve lo Correcto
El Visionario de la Realidad
El Divino Ladrón
El Devoto de la Vida
El Aborrecedor de la Forma
El Guerrero en Marcha
El Portador de la Espada del Logos
El Sostenedor de la Verdad
El Crucificador y el Crucificado
El Picapedrero
El Flamígero Imperecedero
El Que Nada puede Desviarlo
El Regidor Implacable
El General en el Perfecto Camino
El Que Guía a los Doce

En forma curiosa, este Señor de sexto rayo ha sido siempre un [i81] amado enigma para Sus seis Hermanos. Esto se pone de relieve en las preguntas que le formularon en cierta ocasión cuando Se reunieron “bajo el ojo del Señor” a fin de intercambiar Sus planes para una acción unida, divina y armónica. Le formularon estas preguntas con espíritu de alegría y amor celestiales, pero con la intención de arrojar alguna luz sobre la cualidad casi desconocida de Su amado Hermano.

1. ¿Por qué es rojo el deseo? ¿Por qué es rojo como la sangre? Di ¡oh Hijo de Dios!, ¿por qué tu camino está enrojecido por la sangre?
           Cualidad . . . . Poder de matar el deseo.

2. ¿Por qué vuelves tu espalda a la esfera de la Tierra? ¿Es demasiado pequeña? ¿Demasiado pobre? ¿Por qué la pateas como una pelota en un campo de juego?
           Cualidad . . . . Despreciar lo que no se desea.

3. ¿Por qué clavar la cruz desde la tierra al cielo? La tierra puede ser un cielo. ¿Por qué ascender a la cruz y morir?
           Cualidad . . . . Inmolación propia.

4. ¿Por qué luchar contra todo lo que está alrededor? ¿No buscas acaso la paz? ¿Por qué te interpones entre las fuerzas de la noche y del día? ¿Por qué permaneces inconmovible y sereno, incansable y sin temores?
           Cualidad . . . . Resistencia y valentía.

5. ¿No ves a Dios en todo, la vida en todo y el amor en todo? ¿Por qué abandonar a aquellos a quienes amas y conoces bien?
           Cualidad . . . . Poder de desapegarme.

6. ¿Puedes detener las aguas de la sexta gran esfera? ¿Puedes detener el diluvio? ¿Puedes recuperar al cuervo y a la paloma? ¿Puedes tú, el pez, nadar libre?
           Cualidad . . . . Subyugar las aguas de la naturaleza emocional.

Este saliente rayo de devoción al ideal, y el rayo entrante de orden mágico y organización, son en gran parte responsables del tipo de conciencia del ser humano de hoy, que es esencialmente devoto (hasta el fanatismo) por lo que pueda ser la meta asignada a su vida, alcanzar el discipulado o formar una familia, adquirir dinero, obtener [i82] popularidad o cualquier otro objetivo al cual consagra su tiempo y energía, pero cualquiera sea ésta, le dedica todo lo que es y todo lo que posee. La persona también es, esencial e inherentemente, quien produce la ley y el orden, aunque esta cualidad recién ahora está comenzando a hacer sentir su presencia. Esto se debe a que el género humano por fin se está centrando mentalmente, por eso tenemos hoy en el mundo los mismos y variados intentos de rectificar los asuntos comerciales, nacionales, económicos, sociales y otros, para producir algún sistema y orden y lograr la reorganización de las energías, con el fin (aún no conscientemente comprendido) de inaugurar la Nueva Era. Sin embargo, debido al deficiente control mental y a la ignorancia casi universal de las leyes del pensamiento y a que desconoce completamente su naturaleza, el individuo trabaja ciegamente. Los ideales presentidos no son correctamente interpretados por la mente ni aplicados en forma apropiada y general. De allí la confusión y la experimentación caótica que se está efectuando y también la imposición de una autoridad personal para imponer por la fuerza la idea individual del ideal.

Lo que se necesita actualmente es una sólida enseñanza sobre las leyes del pensamiento y las reglas que rigen la construcción de esas formas mentales que deben encarnar las ideas enviadas desde la divina mente universal. Los seres humanos deben comenzar a desarrollar el orden necesario en los planos subjetivos de la vida. Cuando comprendan esto tendremos un importante grupo de personas que se ocuparán de los asuntos mundiales, o de la tarea de gobierno en todas sus ramas, ayudados en el plano mental por los pensadores entrenados, para que haya una correcta aplicación y un correcto ajuste del Plan. Esto aún está muy lejos, de allí las deformaciones y tergiversaciones que existen en la tierra sobre el Plan, tal como existe en el cielo, empleando una frase cristiana.

La comprensión de que se necesitaban en el mundo pensadores [i83] iluminados y trabajadores subjetivos indujo, a Quienes guían, a dirigir de cierta manera las energías espirituales entrantes, que trajo la formación en todas partes de grupos esotéricos; también condujo a que se publicara la gran cantidad de literatura mística y oriental sobre la meditación y temas análogos que en la actualidad inundan al mundo. Por eso, como trabajador interno de la vida, me esfuerzo por enseñar en este tratado la nueva psicología y por demostrar al ser humano cuál es su equipo y cuán apropiado es para el trabajo para el que ha sido creado y que aún no ha comprendido. Sin embargo, la fuerza y el efecto de la influencia del séptimo rayo le revelará el trabajo mágico; en los próximos dos mil quinientos años se producirán tantos cambios y se podrán efectuar tantos denominados “milagros”, que incluso se cambiará totalmente la apariencia externa del mundo; se modificarán y desarrollarán la vegetación y la vida animal, y se expresará gran parte de lo que está latente en las formas de los dos reinos mediante la libre afluencia y la inteligente manipulación de las energías que crean y constituyen todas las formas. El mundo ha cambiado increíblemente durante los últimos quinientos años, y en los próximos doscientos años los cambios serán aún más rápidos y estarán más hondamente arraigados, porque el aumento de los poderes intelectuales del individuo está tomando Impulso, y el Ser Humano, el Creador, está entrando en posesión de Sus poderes.

EL SÉPTIMO PROPÓSITO DE LA DEIDAD

7mo. Rayo. Orden Ceremonial o Magia.

“Que se construya el Templo del Señor”, pregonó el séptimo gran Ángel. Entonces siete grandes hijos de Dios, en sus lugares, en el norte, sur, este y oeste, se encaminaron con paso mesurado y tomaron asiento. Así comenzó el trabajo de construcción.
Las puertas se cerraron. La luz brilló tenuemente. Los muros del templo no se divisaban. Los siete permanecían silenciosos y sus formas estaban veladas. El momento no había llegado para que brillara
[i84] la luz. EL Verbo no podía ser pronunciado. Sólo las siete Formas llevaron a cabo el trabajo. Un silencioso llamado fue emitido de una a otra. Sin embargo la puerta del templo permanecía cerrada.
A medida que pasaba el tiempo se escuchaban los sonidos de la vida. La puerta se abrió y luego se cerró y cada vez que se abría aumentaba el poder dentro del templo, la luz se acrecentaba con más fuerza, porque uno a uno penetraban en el templo los hijos de los seres humanos, pasaban de norte a sur, de oeste a este y en el centro del corazón hallaron luz, comprensión y poder para trabajar. Atravesaron la puerta; pasaron ante los Siete; levantaron el velo del templo, y entraron en la vida.
El templo se acrecentaba en belleza. Sus líneas, sus paredes y sus decorados, su altura, profundidad y anchura emergían lentamente y penetraban en la luz.
Del este surgió la Palabra: Abrid la puerta para todos los hijos de los seres humanos que vienen desde el oscuro valle de la tierra buscan el templo del Señor. Dadles la luz. Descorred el velo del santuario interno y, mediante el trabajo de los artesanos del Señor, ampliad los muros del templo, y así iluminará al mundo. Emitid la Palabra creadora y resucitad a los muertos.
Así el templo de la luz será llevado del cielo a la tierra. Así sus muros serán erigidos en las grandes llanuras del mundo de los seres humanos. Así la luz revelará y nutrirá todos los sueños de los seres humanos.
Entonces el Maestro despertará en el este a todos los que están dormidos. Entonces en el oeste el guardián probará y juzgará a todos los verdaderos buscadores de la luz. Entonces el guardián del sur instruirá y ayudará a los ciegos. Entonces el portal del norte quedará abierto de par en par, porque allí el Maestro invisible tenderá la mano para dar la bienvenida, y con el corazón comprensivo conducirá a los peregrinos hacia el este, donde brilla la verdadera luz.
“¿Por qué la apertura del templo?”, claman los Siete mayores. “Porque el trabajo está preparado; los artesanos también están preparados. Dios ha creado en la luz. Sus hijos pueden ahora crear.
¿Qué más puede hacerse?”.
“¡Nada!” fue la respuesta de los Siete mayores. “Que continúe el trabajo. Que los hijos de Dios creen”.

La mayoría observará que estas palabras tienen un profundo significado e indican la amplia intención (durante el ciclo venidero) [i85] de abrir de par en par la puerta del templo de los misterios ocultos para el ser humano. Uno a uno seremos sometidos a la prueba de la contraparte esotérica y espiritual del factor psicológico denominado “prueba mental”. Esa prueba demostrará la utilidad del individuo para el poder y el trabajo mentales y se probará su capacidad para construir formas mentales y vitalizarlas. De esto me he ocupado en Tratado sobre Magia Blanca, y la relación de este tratado con el trabajo mágico del séptimo rayo y su ciclo de actividad será cada vez más evidente. En dicho tratado intenté formular las reglas para el entrenamiento y el trabajo que permitirá, al aspirante a los misterios, entrar en el templo y ocupar su lugar como trabajador creador, a fin de ayudar en el trabajo mágico del Señor del Templo.

Los nombres por los cuales este Señor de rayo es conocido, son muchos, y su significado es hoy de primordial significación. El trabajo futuro se desprende del estudio de los nombres siguientes:

El Mago Develado
El Trabajador del Arte Mágico
El Creador de la Forma
El Que Confiere la Luz proveniente del Segundo Señor
El Manipulador de la Varita
El Que Observa desde el Este
El Custodio del Séptimo Plan
El Invocador de la Ira
El Custodio de la Palabra Mágica
El Guardián del Templo
El Representante de Dios
El que eleva hacia la Vida
El Señor de la Muerte
El Que alimenta el Fuego Sagrado
La Esfera Giratoria
La Espada del Iniciador
El Divino Trabajador Alquimista
El Constructor del Cuadrado
La Fuerza Orientadora [i86]
El Ígneo Unificador
La Clave del Misterio
La Expresión de la Voluntad
El Revelador de la Belleza

Este Señor de rayo tiene un poder especial en la tierra y en el plano físico de la manifestación divina, y es evidente su utilidad para Sus seis Hermanos. Hace surgir el trabajo que deben realizar. Es el más activo de los rayos en este período mundial, y está en manifestación desde hace más de mil quinientos años. Es como si girara dentro y fuera del trabajo activo en un rápido ciclo, y Su parentesco más próximo, simbólicamente, se relaciona con Sus Hermanos del segundo y quinto rayos en este período mundial.

Construye (con la colaboración del segundo rayo) mediante el poder del pensamiento (colaborando así con el Señor del quinto rayo en el plano físico, su propia esfera esencial y peculiar). En otro período mundial podrá cambiar Su relación con los otros Señores de rayo pero, en la actualidad, Su trabajo será comprendido más fácilmente cuando se reconozca que presta ayuda al Señor constructor del segundo rayo y utiliza las energías del Señor del pensamiento concreto.

Los aforismos que encierran Sus cualidades son los siguientes, y fueron susurrados esotéricamente en Sus oídos, cuando Él “abandonó el lugar más elevado y descendió a la séptima esfera para llevar a cabo el trabajo asignado”:

1. Lleva las herramientas contigo, hermano de la luz constructora. Talla hondo. Construye y da forma a la piedra viviente.
           Cualidad . . . . Poder de crear.

2. Elige bien tus trabajadores. Ama a todos. Selecciona a seis, para que cumplan tu voluntad. Que el séptimo permanezca en el este. Llama al mundo para que penetre en aquello que construirá. Fusiona todo en la voluntad de Dios.
           Cualidad . . . . Poder de colaborar.

3. Siéntate en el centro, lo mismo que en el este. No te muevas de allí. [i87] Envía tus fuerzas para que cumplan tu voluntad y recupera luego esas fuerzas. Emplea bien el poder del pensamiento. Siéntate inmóvil.
           Cualidad . . . . Poder de pensar.

4. Observa cómo todas las partes entran en el propósito. Construye para la belleza, hermano Señor. Procura que todos los colores sean brillantes y diáfanos. Observa la gloria interna. Construye bien el santuario. Hazlo con cuidado.
           Cualidad . . . . Revelación de la belleza de Dios.

5. Cuida bien tus pensamientos. Entra a voluntad en la mente de Dios. Arrebata de allí el poder, el plan y la parte a desempeñar. Revela la mente de Dios.
           Cualidad . . . . Poder mental.

6. Permanece en el este. Los cinco te han dado la Palabra de amistad. Yo, el sexto, te digo, que la emplees con los muertos. Revive a los muertos. Construye de nuevo las formas. Cuida bien esa Palabra. Procura que todos los seres humanos la busquen por sí mismos.
           Cualidad . . . . Poder de vivificar.

Hasta aquí, hemos estudiado una pequeña parte del trabajo de los siete rayos. La enseñanza ha tenido que ser trasmitida mediante símbolos y para poder entenderla es necesario poseer un sentido esotérico despierto, y aun así es imposible comprenderla totalmente.

Los Chohanes de la sexta iniciación guían a esas unidades de conciencia en las cuales predominan sus vibraciones de rayo y color. Con frecuencia se pasa por alto el valor de este hecho, aunque los aspirantes a la iniciación lo reconozcan teóricamente. De allí la importancia de determinar el rayo del ego y de la Mónada -algo muy vital después de la tercera iniciación. En todos los sectores de la vida hay quienes constituyen siempre una mayoría o una minoría. Lo mismo sucede en el trabajo del Logos, y al final del ciclo mayor (manvantara) una gran mayoría hallará su camino hacia el sintético rayo de amor y una pequeña minoría hacia el rayo de poder, minoría que está destinada a desempeñar una función importante. Formará el núcleo que (en el próximo sistema solar) constituirá la mayoría, que hallará su síntesis en el primer rayo. Éste es un gran misterio y no puede ser fácilmente comprendido. [i88] Indicios de su revelación están ocultos en el verdadero significado de las palabras “exotérico y esotérico”.

Debe recordarse que sólo cinco rayos predominan a un mismo tiempo. Se manifiestan los siete rayos, pero sólo cinco predominan. Debe establecerse una diferencia entre los rayos que predominan en un sistema solar y los que lo hacen en un esquema o cadena. En Tratado sobre Fuego Cósmico hay algo referente a esto. Tres de los siete rayos se sintetizan. Uno de estos tres rayos se sintetizará cuando llegue a su culminación. Para el primer sistema solar el tercer rayo fue el rayo sintético, pero para el actual sistema solar, el segundo es el rayo sintético, y para el próximo sistema solar el primer rayo desempeñará una función similar.

Dos rayos constituyen en gran parte la meta del esfuerzo humano, primero y segundo. Un rayo, el tercero, es la meta de la evolución dévica o angélica. Estos tres rayos hacen contacto con los dos polos y el logro de la meta al final del ciclo, marca la realización del Logos solar. Esto también es un misterio. El séptimo y el primer rayo están muy íntimamente ligados y los une el tercer rayo, de manera que la relación se expresa así, 1.3.7. También hay una íntima asociación entre los rayos 2.4.6; el quinto rayo está en una posición peculiar, coma punto central de realización, el hogar del ego o alma, el plano personificado de la mente, el punto de culminación para la personalidad y el reflejo de la triple mónada en los tres mundos.

1er. Rayo . . . . Voluntad, demostrándose como poder en el desarrollo del Plan del Logos.
3er. Rayo . . . . Adaptabilidad de la actividad a la inteligencia. Este rayo predominó en el sistema solar anterior; es la base de este sistema, y lo controla el Mahachohan.
7º. Rayo . . . . . Rito, ceremonial u organización. Es el reflejo de los dos rayos anteriores en el plano físico y se relaciona con el Mahachohan. Controla [i89] las fuerzas elementales, el proceso involutivo y el aspecto forma en los tres reinos de la naturaleza. Mantiene oculto el secreto del color y del sonido físico. Constituye la ley.

 

Estos tres rayos juntos abarcan e incorporan todo. Son el Poder, la Actividad y la Ley en manifestación.

2º Rayo . . . . Amor-Sabiduría, rayo sintético, meta de este sistema, que mantiene todo en íntima armonía y relación.
4º Rayo . . . .  Expresión de armonía, belleza, música y unidad.
6º Rayo . . . . Devoción a la fervorosa aspiración y al sacrificio del yo personal para bien de todos, a fin de alcanzar la armonía y le belleza, impelidos por el amor.

 

Estos dos grupos de rayos pueden relacionarse entre sí de la manera siguiente:

Rayos 1, 3, 7 . . . .  Constituyen los grandes rayos conectados con la forma, el proceso evolutivo, el inteligente funcionamiento del sistema y las leyes que controlan la vida de todas las formas en los reinos de la naturaleza.
Rayos 2, 4, 6 . . . .  Se relacionan con la vida interna, expandiéndose a través de esas formas -rayos de móvil, de aspiración y de sacrificio-. Rayos preeminentemente de cualidad.
  Rayos 1, 3, 7 . . . Se ocupan de las cosas concretas y del funcionamiento de la materia y la forma, desde el plano inferior hasta el superior.
Rayos 2, 4, 6 . . . . . Se ocupan de las cosas abstractas y de la expresión espiritual por medio de la forma.
Rayo 5 . . . . . . . . . . Constituye el eslabón vinculador de la inteligencia.

 

La tercera pregunta que consideraremos es: